lunes, 23 de noviembre de 2015

PARA REVISTA AEPA N° 05.



DOMINGO DE GUZMÁN HUAMÁN SÁNCHEZ

Nacido en Cochapetí: “Resplandor de Halcones en Vuelo”, en 1938, toda su vida se dedicó a la docencia y a la promoción cultural, dicen de él, tres personalidades que conocen de su quehacer literario:

Lic. Santiago Matos Colchado, en el prólogo de la historia del Colegio de La Libertad, manifiesta:“Considero un ineludible deber destacar el meritorio esfuerzo asumido por el Profesor  Domingo de Guzmán  Huamán  Sánchez, (…) ilustre educador, escritor y poeta, artista  cuajado, ex funcionario, Presidente de la Casa del Poeta Peruano y miembro del Consejo Directivo de la AEPA de Ancash. Cochapetino asentado en la “Ciudad del Lucero”, bajo cuya dirección se ha plasmado, estoy seguro, uno de los más anhelados objetivos de los libertanos – “Promoción Bodas de Oro” -, la de contar con un  libro que recoja el historial de su  querido “Colegio de La Libertad”.  

                                                                                     
El Dr. Roberto Rosario Vidal al exponer su ponencia en el XVIII Encuentro de Escritores de Ancash, realizado en Huari, en mayo 2009, con  participación de intelectuales invitados de los departamentos de Ucayali y Huánuco y la presencia de uno de los  escritores más distinguidos de nuestro departamento Dr. Carlos Eduardo Zavaleta, manifestó: ".Domingo Guzmán Huamán Sánchez, reconocido por su labor como profesor de folklore, dramatización, títeres, educación artística y expresiones grafico plásticas, incursionó en la Literatura infantil con “Poesía infantil” (1994) y Teatro (1995). Ha obtenido diversos galardones regionales, nacionales e internacionales por su labor creadora: Carnaval / Ya llegó el carnaval/ bailemos todos contentos;/ ya llegó el carnaval juguemos todos alegres. / Con serpentinas y talco/ wachiwallito, wachiwalón, con concertina y flauta, / wachiwallito,”wachiwalón  
                                                                                                                                                
                                                                                                                                                                      
El Dr. Jaime Loli Romero, agrega: “Huamán Sánchez, así, a duros golpes de cincel, remando a veces contracorriente, invivito  e indoblegable, vencedor del viento y la nostalgia ha arribado a la estancia feliz  de la madurez poética, porque para llegar a la belleza de la imagen y la grafía quien escribe debe transformarse en un verdadero Fidias de la palabra”.

Dr. Jesús Cabel, concluye: “Domingo de Guzmán es conocido por su labor artística y expresiones gráfico plásticas. Ha incursionado en la Literatura Infantil juvenil: “Poesía infantil” que reúne poemas escritos por estudiantes de la Especialidad de Educación Inicial del IST “Antonio Raimondi” de Huarás.  Es integrante del Grupo Literario “Qarwanchi” y de una ajustada muestra de poemas de la Región, también ha realizado  con éxito Teatro Escolar.

SIEMPRE JUNTOS en a.e.p.a
Por Domingo de Guzmán Huamán Sánchez.

INTRODUCCIÓN: Los Poetas y narradores de las provincias de Ancash llevamos, en la solapa del la mente, flores poéticas de las tendencias literarias del Romanticismo, Modernismo y Nativismo Indigenista, con rasgos y recursos expresivos propios.
El poeta, narrador y editor Ricardo Ayllón afirma que “La dimensión narrativa de Ancash no es apreciable solamente por tan significativos aportes (de las tentativas narrativas de finales del S. XIX y primera mitad del S. XX), sino además (…) por el valiosísimo legado y presencia de la tradición oral, que actúa como legítimo sedimento de la realización de una cuentística con rasgos de autenticidad”.
Cada una de las provincias del departamento de Ancash se precia de ser cuna de artistas y con mucha razón, porque cuenta con poetas, narradores, músicos, teatristas y pintores de valía que le han dado prestigio internacional. En Pintura: Julio León Gómez (Yungay 1952); Leovegildo Cristóbal Valverde (Pomabamba); Julio Quispe Virhuez, “Quispejo” (Marca); Kawide (Aija); Humberto Chávez Bayona, (Huarás); Alfredo Alcalde (Chimbote). En Escultura: Godofredo Zegarra Ángeles (Huarás); Genovevo Obregón Cerda y César Solís López (Asunción). En Música: Juan Carlos Córdova Palacios (1973 – Huallanca - Bolognesi); Víctor Depaz Fernández y Siles Sánchez Tolentino (huarasinos). Teatro: Áureo Sotelo Huerta (Aija), Domingo de Guzmán Huamán Sánchez (Aija)  y Verónica Solórzano (Huarás).                                                                                  
Presento una breve radiografía de ochenta y siete poetas y narradores, con quienes he tenido la satisfacción de compartir, en diferentes eventos organizados por A.E.P.A. en sus 28 años de vigencia, muchos de ellos profesionales probos y mis dilectos alumnos con quienes activamos talleres de creación literaria como “Qareanchi”. El presente trabajo testimonial está dividido en dos partes:

A.- La AEPA, desde su fundación el 20 enero de 1985, ha realizado hasta la fecha veinte encuentros regionales, un en mega evento de Huánuco, Ucayali y Ancash y dos encuentros de Integración: Aucallama y Huacho, tropezando en su trajinar sabores y sin sabores, comprensiones e incomprensiones; pero, al final han empezado abrirse  las puertas del corazón de nuestras autoridades que han entendido que la poesía, la narrativa y las expresiones artísticas,  en general,  son parte de la canasta familiar:
I - Encuentro AEPA en Carhuaz: "Octavio Hinostroza Figueroa" se llevó a cabo los días 18 -19-20 de enero de 1985, presidido por  el poeta Abdon Dextre Henostroza.  La Antología “Hatun Mayu” estuvo a cargo del Prof. Macedonio Villafán Boncano. Los fundadores de la AEPA fueron: Carlos Toledo, Abdón Dextre, Yehudi Collas Berrú, Macedonio Villafán y Segundo Castro.
II - Encuentro de AEPA :"Miguel Rodríguez Paz", en Chimbote del 21 al 25.06. 1986, presidida por el poeta Pietro Luna Coraquillo, con el apoyo de Iván Vásquez Salazar, Víctor Unyén Velezmoro e Irene Arias Romero.
III - Encuentro de AEPA: "Ladislao F. Meza", en Huaraz del 28 al 30.08.1987, presidida por el poeta Abdón Dextre Henostroza.
IV. - Encuentro de AEPA: "Víctor Izaguirre Flores", en Corongo, 1 988.
V.-   Encuentro de AEPA: "Celso V. Torres", en Caraz del 6 al 08.09.1991.
 La Filial de Caraz editó la Revista Literaria "Río", hasta el N° 3, con la dirección del poeta Román Obregón Figueroa.  
VI-   Encuentro de AEPA: Max Abdón  Pajuela”, en  Aija 1992; con la presencia de declamadoresón, teatro, danza, música, exposición pictórica, presentación de libros. Apoyaron Rey Tamariz Q. Alcalde y Rosmery Rodríguez Dir.UGEL de Aija.
VII-  Encuentro de AEPA "Juan Eduardo Vergara Alva" en Yungay 1993.
VIII- Encuentro de AEPA: Monseñor "Alfonso Ponte Gonzales" en Pomabamba, 24 – 26     de Junio 1994; y "Víctor Rodríguez Blanco" Piscobamba 27 - 28 de Junio 1 994.   
IX-   Encuentro de AEPA en  Sihuas, 1996;
X.-  Encuentro de AEPA en Huari: "Monseñor Santiago Márquez Zorrilla"  del 02 al 05.10.1 997. Presidió la mesa directiva Efraín Rosales Alvarado, 1997.
XI.-  Encuentro de AEPA: “Ernesto Reyna Zegarra” en Huarmey, de 22 al 24 – 9 - 2000. Presidieron la mesa Oscar Colchado Lucio y Domingo de Guzmán  Huamán. El Primer Salón de Pintura "Milner Cajaguaringa" y Exposición Fotográfica "Unidad Histórica de la Sub Región Pacífico" lo dirigioó el pintor, poeta y narrador Teófilo Villacorta Cahuide.
XII Encuentro AEPA: "Jaime López Raygada - Marcial Apéstegui Malpartida" se realizó en Casma del 19 al 21.10.2001.
XIII.- Durante los años 2002-2003-2004 se nota laxitud preocupante.
XIV- "Teófilo Maguiña Cueva y Manuel Lora Camones". Huari. 26 al 30.08. 2005. Con motivo del XX Aniversario de la AEPA. Poca concurrencia.
XV.- Encuentro de AEPA en  Recuay, 2002.  Después de este encuentro, durante ocho años  se nota desorganización en la dirigencia de AEPA. Algunos socios residentes en Lima y Huarás, después de varias reuniones en el auditórium del INC de Ancash toman la decisión de reactivarla y finalmente logran su personería jurídica y realizan encuentros sucesivos en tres líneas.
XVI. - Encuentro AEPA: "Julio César Pozo Cueva" en Marca (Recuay) 26 al 28.09. 2008, con antología publicada. Se eligió la nueva junta directiva, con la presencia del poeta Efraín Alvarado Rosales, quien también fue candidato a la presidencia. Fue elegido Presidente Luís Huerta Lomotte y como miembros Rodrigo Solorzano, Yeudy Collas, Domingo de Guzmán.
XVII  Encuentro de AEPA:” Alberto Carrillo Ramírez” - Centenario de la Muerte de Luis Pardo Novoa" en Chiquián (Bolognesi) 03 al 05.01.2009.
XVIII.- Encuentro AEPA en Huari: "Santiago Antúnez de Mayolo.- Eleazar Guzmán Barrón"  y I Encuentro de Integración Regional Ancash - Huánuco y Ucayali. 15 al 17. 05. 2010.
XIX.-  Encuentro de AEPA: "Centenario del Nacimiento de Jaime López Raygada" – 2011,  en la ciudad  del Eterno Sol – Casma. Fue elegido Presidente Rodrigo Solórzano y miembros, Domingo de Guzmán, Yehudi Collas, Anatolia Aldave, Américo Portella E, Sixtilio.
XX.-  Encuentro de AEPA: “Carlos Eduardo  Zavaleta” días 20 y 30 de noviembre y 01 de diciembre del 2013, con el auspicio de la Municipalidad provincial de Huaylas, siendo su alcalde: Dr. Broncano Vásquez Fidel Mario.
Los encuentros de AEPA  no han dejado de aparecer y reaparecer. En este vaivén de encuentros se revelan los distintos cauces que toma la literatura ancashina. Las puertas están abiertas a la creación y también lo están a la profundización en estudios literarios y socio críticos que revelen  el futuro de nuestra literatura. Percibiremos lo que sucederá con las generaciones ancashinas de poesía y narrativa venidera.

B.-  CINCO ENCUENTROS DE AEPA  REGIONAL EN CINCO AÑOS

B.1.- XVI ENCUENTRO DE AEPA “JULIO CÉSAR POZO CUEVA” EN MARCA
El Encuentro tuvo lugar en el auditorio de la Comunidad Campesina San Lorenzo de Marca y la inauguración estuvo a cargo del señor Alcalde, con la presencia de: Dr. Milton León Vergara, alcalde de Recuay, Director de la I.E “San Lorenzo” y profesor Efraín Alvarado Rosales, presidente de AEPA.
La conferencia inaugural “Registros preliminares de la Etnocosmología del Distrito de Marca” estuvo a cargo del intelectual y compositor Mag. Próspero Gamarra, autor del libro “Cantares de Marca.”Participaron 37 ponentes.

B. 2.- XVII ENCUENTRO DE AEPA -“CENTENARIO DE LA MUERTE DE LUÍS PARDO”
Para la realización del Encuentro en la ciudad de Chiquián se contó con el apoyo del Alcalde Sr. Bladimiro Elías Alvarado Vicuña que por decisión de sus regidores nos proporcionó vehículos,  alimentación, estadía y turismo. Se logró la asistencia voluminosa de escritores, poetas, periodistas, pintores, danzantes, cantantes, etc. que impidió la exposición ordenada,  en  tiempo prudencial, de las ponencias y conferencias; incluso la exposición pictórica con presencia de artistas nacionales consagrados, no fue visitada ni apreciada detenidamente. Participaron: 15 damas y 32 varones con ponencias, recital y presentación de libros.

Este encuentro contó con la organización de AEPA y los auspicios de la Universidad Nacional de Educación Enrique Guzmán y Valle “La Cantuta”, Lima. El municipio de Huari financió los gastos  en su totalidad.
Las actividades se centraron en ponencias, charlas, conferencias, presentación de libros, mesas redondas, exposición  pinturas, obras de teatro y una feria del libro, durante la realización del encuentro.
La delegación de residentes en  lima se presentó con 52 ponentes.
La delegación del Callejón de Huaylas se presentó con nueve ponentes. La delegaciòn de  Ucayali  estuvo conformada por: nueve representantes.

B.4.-XIX ENCUENTRO DE ESCRITORES Y POETAS DE  ANCASH "CENTENARIO DEL NACIMIENTO DE DON JAIME LÓPEZ RAYGADA" DÍAS: 13, 14 Y 15 DE AGOSTO DE 2010 EN CASMA:
Casma, la tierra de la cordialidad y del  Guerrero Sechín,  ha sido el pueblo anfitrión de los escritores y poetas de Ancash y conferencistas como Danilo Sánchez León de Santiago de Chuco; Reynaldo Trinidad de Agro noticias y otras personalidades e invitados nacionales que realzaron las actividades  literarias en Casma: “Tierra del Eterno Sol”.

B.5.- XX ENCUENTRO “Carlos Eduardo Zavaleta”
II ENCUENTRO DE INTEGRACIÓN CULTURAL ANCASH, HUÁNUCO Y UCAYALI “DANIEL ALOMÍA ROBLES” DÍAS 29 - 30 DE NOVIEMBRE Y 01 DE DICIEMBRE DEL 2013 EN LA CIUDAD DE “CARAZ DULZURA”.
A través de un convenio interinstitucional firmado entre la Municipalidad Provincial de Huaylas y la Asociación de Escritores y Poetas de Ancash, realizarán en Caraz del 29 de noviembre al 1 de diciembre, un encuentro de integración de escritores y poetas de Ancash, Huánuco y Ucayali.
Entre los temas principales que se expondrán figuran: El maestro Carlos Eduardo Zavaleta en la dimensión de los tiempos; y El amauta Daniel Alomía Robles, vida y obra, música e identidad
En la clausura del XX Encuentro AEPA, que contó con la asistencia del Alcalde Provincial de Huaylas, Dr. Fidel Broncano Vásquez; el Dr. Elías Mejía Mejía, Decano de la Facultad de Educación y Director de la Escuela de Post Grado de la UNMSM y otras autoridades; el Presidente de AEPA Rodrigo S. Solórzano Espinoza manifestó que se ha logrado la consolidación y unidad de la Asociación.
Durante el acto de clausura fueron premiados con un plato recordatorio: Domingo de Guzmán Huamán Sánchez, Violeta Ardiles Poma, Arnando Alvarado Balarezo (NALO y el Dr. Elías Mejía Mejía.

C.- ENCUENTROS DE INTEGRACIÓN AEPA LIMA:

I.- ENCUENTRO DE INTEGRACIÓN CULTURAL AUCALLAMA Y AEPA – FILIAL LIMA: ”PORFIRIO VÁSQUEZ - CARLOS EDUARDO ZAVALETA”: Aucallama, Viernes 25 - 26 y 27 de noviembre de 2011

 II.- ENCUENTRO DE INTEGRACIÓN CULTURAL "FLOR DE MARÍA DRAGO PERSIVALE" Y "GUIDO VIDAL  RODRÍGUEZ" Días: 16-17 y 18 de noviembre del 2012.



TRES CUENTOS BREVES:

UN PERRO RABIOSO

Por: Domingo de Guzmán Huamán Sánchez

Las estaciones, en el Callejón de Huaylas, son los periodos del año en los que las condiciones del clima  se mantienen, dentro de un cierto nivel. Estos espacios duran aproximadamente tres meses y se denominan primavera, verano, otoño e invierno aunque en otras regiones de la tierra, cercanas al ecuador, las estaciones son dos: la seca y la lluviosa con variación de lluvias, pero no así la temperatura.
Una estación de otra se diferencia por las siguientes características:
En otoño los días son más cortos, las temperaturas bajan y llueve exagerado. Algunos animales emigran; las plantas pierden sus hojas.
En invierno los días son cortos y las noches muy largas; las temperaturas muy frías y nieva. Los animales y las plantas son inactivos.
En primavera los días comienzan a ser más largos y las temperaturas se suavizan; hay lluvias abundantes; los animales comienzan a prepararse para la procreación; las aves que habían emigrado en otoño, regresan a sus nidos, y las plantas echan sus primeras hojas, flores y frutos.
En Verano los días son muy largos y las noches cortas; las precipitaciones son  abundantes y las temperaturas son elevadas. Los animales atienden a sus crías y las plantas están llenas de hojas, flores y frutos.
Mi abuelo Manuel HUamán, una noche que me quedé en su fundo de “Qarwanchi”, después de la cena, me narró lo que le había ocurrido a un  ciudadano muy solicitado por los crianderos de la comunidad.
Un viernes por la noche, Don Belisario Huerta, el veterinario de la comunidad de Cochapetí, hombre fornido que con sus brazos hercúleos solía tumbar novillos para vacunarlos,  recibe la visita de “Chavinillo”, el peón de “Pachas Claver”, apelativo que le pusieron a un emigrante casado con una terrateniente, por ser un hombre pequeño, calvo y barrigón. Este le  pide que vaya al día siguiente al fundo de “Lliuyaq” a ver a “Corta viento”, caballo de paso  muy apreciado por su patrón, que había empezado a enflaquecer.
 El sanitario vivía en el pueblo con su esposa y su hija. Ellas habían planificado ir el fin de semana a Huarás a visitar a su hermana que se encontraba delicada de salud, entrevista que realizaban cada dos.
Ese sábado Don Belisario llevó a su mujer y a su hija hasta el paradero, y los embarcó en una combi de Transportes Milla que circulaba, cada fin de semana, de Huarás – Cochapetí  - Huaras y luego cabalgando su caballo “Rayo” se dirigió hacia Lliuyaq, estancia ubicada tres kilómetros de distancia.
La mañana era esplendorosa y los rayos del sol que irradiaban desde la punta del cerro “Ishque Cruz”, presagiaban un día caluroso. Belisario pensaba estar en Lliuyaq antes del medio día y ya se imaginaba saboreando chicha fresca elaborada con jora de maíz, que seguramente lo convidaría el “Pachas Claver” como anticipo a una pachamaca de tres carnes como era costumbre.
A medio kilometro de su destino se topó con una tranquera, se bajó de su acémila, la abrió y luego de cruzarla la cerró para evitar el ingreso de animales dañinos que cerca pululaban, atraídos por las sementera de cebada y los pajonales de las laderas o sembradas.
 Al llegar al patio amplio en cuyo centro se elevaba un floripondio cuya sombra contrastaba con las de los corredores amplios de la casona, se dispuso a bajar de su caballo, cuando un perro descomunal de color negro se abalanzó ladrando enloquecido, mientras levantaba sus patas y se colocaba en el cuello de la acémila  intentando morderlo. El caballo giró y , levantó las piernas traseras, coceó con tanta fuerza que el perro se estrelló en el muro; transcurrido fracción de segundos se levantó y volvió a atacar.
Él le dirigió palabras suaves, tratando calmar la ira del animal, pero el perro estaba endemoniado. Ladraba y jadeaba sin cesar. Echaba espuma por la boca, los ojos parecían desviarse y los pelos del lomo erizados le hicieron notar que estaba ante un perro rabioso. La rabia enfermedad siempre mortal podría trasmitirle a través de una mordedura. Don Belisario llamó, repetidas veces:!Don Claverrrr!, pero nadie se asomó. Intentó galopar con su caballo y salir del patio acorralado, pero esta vez la bestia no le respondió.
El calor se hacía sentir y el jinete se encontraba preso de un perro rabioso que no le dejaba apearse de su alazán y el silencio sepulcral que hacía presagiar que la mansión estaba deshabitada. Pero ¿Por qué? Sabían de su visita y del trabajo que iba a realizar con “Corta Viento”.
Era la primera vez que se encontraba en una situación de este tipo y no estaba preparado. No llevaba consigo arma blanca ni de fuego, no tenía y tampoco sabía usarlas.
El calor y los nervios le hacían transpirar más de lo común. El caballo, que se había replegado al corredor amplio de la casona estaba bajo la sombra y con el correr de las horas quedó expuesto a los rayos del sol que parecían concentrarse sobre el jinete que tenía sed y que temía desmayarse en cualquier momento y entregarse a las fauces del perro rabioso.
Belisario trató de apearse, pero de tanto en tanto el perro se abalanzaba sobre sus piernas echando espuma por la boca. Le preocupaba la ausencia de Don Claver ¿Y si la bestia rabiosa los habría destrozado y comido?
En el pueblo nadie lo echaría de menos, si no aparecía, pensarían que había ido a algún caserío cercano, de los ochenta que existían en la comunidad,  a curar animales enfermos o a controlarlos. Así que tenía que resistir hasta el momento que llegaría el dueño del fundo o algún pariente. No tenía otra opción: Resistir sentado sobre el caballo.
Deseó que lloviera a torrentes para que el perro salvaje se fuera. Él, que siempre pensó que Dios era para las cucufatas y los niños, que todavía inocentes podían depositar su Fe en la Sagrada Familia, se vio de repente tratando de recordar el Padre nuestro. Si, Belisario se acordó de Dios y con las manos cruzadas empezó a rezar: “Padre nuestro que estás en los cielos...  Hizo promesas y se santiguó: “Si me salvo  de ésta, iré a Misa todos los domingos”, “Si salgo vivo, entro como mayordomo a la fiesta de los Negritos  para pasar el año entrante en compañía de todos mis familiares, con quienes comeré, beberé, bailaré y me divertiré a lo grande.
Muchas cosas pasaron por la mente de Belisario. En especial lo triste que sería morir de esa manera tan absurda: de sed, preso de un perro rabioso. Justo a él, un veterinario de prestigio que lo único que deseaba era que los animales vivan felices.
La bestia continuó girando enceguecida, cuando una gallina se acercó cacareando Cro cro cro y la fiera la descuartizó con sus dientes y se la tragó; luego arrancó la alforja de la montura y la hizo trizas y se comió los fiambres consistente en carne de cuy y charqui. La locura del monstruo crecía con las horas a medida que aumentaba la temperatura.
Se hizo de noche y los arreboles multicolores que se iban tornando violáceos, rojizos, grises y negros desaparecieron en la oscuridad de la noche. La bestia, con el estómago lleno con los fiambres sustraídos de la alforja del veterinario, se retiró a los patios interiores a dormir.
El domingo, al amanecer no había rastros del animal rabioso ni señal de presencia de los dueños o servidumbre. El veterinario se dirigió al tejado para divisar su caballo que pensaba estaría en el segundo patio para ensillarlo y partir; pero no estaba.
No tardó en desmayarse. Así lo encontró el repuntero Chavinillo al llegar el lunes por la mañana. Todos dicen que fue un milagro que haya resistido tantas horas sin agua con temperaturas tan altas.
Ingresaron al tercer patio de la casa, poblado de flores y árboles frutales, ahí Don Claver Moreno y su esposa Pascuala se encontraban destrozados por los colmillos de la bestia negra y muy cerca “Corta viento” también yacía.
Cruzó volando el ambiente una ave malagüera:!Paca  paca paca...!




LA MALDICIÓN MALDITA

Por: Domingo de Guzmán Huamán Sánchez


Teníamos referencias de las riquezas históricas y culturales del mundo andino, a través de los estudios realizados en la asignatura de Ciencias Sociales, en el colegio de “La Libertad” de Huarás.
Llegamos al pueblito de Cochapetí, ubicado en la zona de la Vertientes del Pacífico, después de haber recorrido pampas inmensas de la puna y fuimos recibidos por mi mamita Primitiva Magna Sánchez quien nos condujo a la cocina y después de entregarnos unas mantas para abrigarnos, nos sirvió pocillos de café humeante con empanadas de chicharrón, elaboradas en la panadería del hogar familiar.
Los primeros días de la semana salimos al campo, en compañía de mi padre,a constatar la presencia de manada de reses que estaban al cuidado del repuntero Roberto y su esposa Marcelina encargados de la vaquería, cuyos productos, quincenalmente, lo llevábamos  al pueblito de Huarmey, para su venta.
Durante los meses de enero y febrero  recorrimos los parajes de la comunidad campesina de Cochapetí, escavando tumbas pre incas y coleccionando ceramios, alhajas e instrumentos musicales de la cultura Wari y Chavín,  en los parajes de Quellcama, Utcush y Siete Ventanas. Esta última joya arquitectónica admirable.
En Huarmey capital de la provincia del mismo nombre, donde efectuábamos la venta de quesos, mantequillas y comprábamos fideos, azúcar y arroz, aprovechamos la oportunidad para contactamos con los compradores clandestinos más poderosos a quienes vendíamos colecciones  importantes de arqueología.
Nos encargaron realizar los trabajos más arriesgados, con tal de tener en sus colecciones privadas, los más afamados tesoros, sin importar el costo. Con mi primo hice un pacto de trabajar juntos y nunca pelear por un solo centavo, es así que todo lo compartíamos por iguales.
En la Cevichería “El Chino”, donde cada mesa era atendida por una mesera que prestaba servició completo, nos contactamos con un grupo de huaqueros serios con quienes planificamos salidas para huaquear. Así, llegamos a visitar los restos arqueológicos de “El Castillo” localizado a 1 Km. del distrito de Huarmey.
El complejo arqueológico actualmente se encuentra rodeado por terrenos de cultivo y por la apertura de una trocha carrozable que cortó al sitio en sus extremos Sur y Este. El sitio está compuesto por tres sectores muy bien definidos:
-       Plataforma de adobes: Sobre la cima de la plataforma existen una serie de muros que corresponden a cuartos que presentan una disposición irregular y la mayoría de estos no presentan vanos de acceso que permitan el libre tránsito de un cuarto a otro.
-       Centro urbano y cementerio: Recibimos noticias de que allí existía un palacio pre inca, cuyo perímetro estaba amurallado como previsión al huaqueo generalizado.
Comentaban los huaqueros que en el lugar denominado “Castillo”, cerro cubierto por arenal y basuras, estaba enterrado un palacio perteneciente a un ser supremo de la cultura Wari, que llegó al valle de Huarmey para reinar allí; el referido emperador, para proteger su rostro usaba una máscara dorada, trabajada con altos y bajos relieves, sus ojos eran dos grandes turquesas y sus orejas estaban adornadas con los más finos rubíes; para proteger su cuerpo del contacto con los mortales, lo cubría una tela fina de algodón bordado con hilos de oro y plata, sus uñeras estaban hechas de conchas de nácar.
Con los rayos de luna, los huaqueros, que conocían perfectamente la zona, nos guiaron con dirección al templo pre inca; subimos a pie un monte lleno de zarzas, arboles, fangos y animales salvajes, el viaje duró aproximadamente dos días y medio, al promediar la media noche, motivado por la creencia que señalaba que aquel dios descansaba a partir de la 12 de la media noche hasta los primeros rayos de la aurora. Permanecía despierto, para poder velar su reino y la única manera de entrar al lugar, seria llegando a la hora señalada, de otro modo los huaqueros no aceptarían acompañarnos.
En el camino, comentamos, de todo lo que encontraríamos en el lugar, lo tomaríamos como siempre, sin ninguna importancia; por la oscuridad en la ruta solo  podíamos distinguir lo que estuviera a un metro de nuestros ojos, el fuego y las luces estaban prohibidas de llevar, porque estas despertarían al referido dios, pues el fuego era su fuente de energía.
 Luego de haber ascendido por una montaña, escuchamos a un guía murmurar, "es aquí" y pidió que nos arrodillemos y coger un vaso de chicha de jora de maíz, llevado ex profesamente y derramado sobre el campo, pidiendo permiso a los espíritus para que nos permitieran ingresar al lugar, sin sufrir consecuencias. Uno de los profanadores de tumbas, muy molesto dijo: !Echenlo ya y vámonos de una vez!  Yo le pedí calma, era mejor tenerlo de aliado, que de enemigo
Luego de arrojar la bebida y caminar unos pocos metros a ras de tierra, como lo habían pedido los huaqueros, pudimos distinguir una potentísima luz, casi comparada con la del sol, su brillo se debía a que todo el lugar, estaba decorado con estatuas de oro de guerreros que cuidaban el lugar y había una sola puerta de ingreso; casi atónitos,  caminamos mirando lo que nunca habíamos visto, luego de abrir paso a través  de  un  cúmulo  de rellenos de arena y basuras formadas por hojas y ramas de los  árboles conseguido, lo más difícil, llegar al lugar  sin contratiempos.
Una maldición advertía, no profanar, aquel lugar, los que ingresaran, sin el debido respeto sufrirían muerte segura y peor aún, a quien se atreviese a ver directamente el rostro de la momia del dios supremo.
Luego de recorrer largos pasillos, llegamos a la sala principal, donde encontramos momias de personas arrodilladas y con la mirada hacia el piso y de espaldas al dios principal y un gran aviso escrito en el techo, que decía !Quien se atreva a mirar al rostro del gran dios, sufrirá de toda su ira! Al instante, con mi primo, nos abrimos paso entre las momias, nuestros acompañantes nos miraban asustados, pues pensaban que solo saquearíamos lo que el templo contenía, pero de ninguna manera, tocaríamos la vestimenta y mascara dorada  del dios,. Al ver que nos detuvimos al llegar a nuestro objetivo, empezaron a correr hacia la salida, pero sabiendo que esto podía suceder, los saqueadores, contrataron a dos mercenarios que les obligaron a volver, para cargar las cajas llenas de tesoros.
Con mi primo, decidimos desprender la máscara y vestimenta de aquel dios, lo hicimos suavemente, el cuerpo era similar al de cualquier humano, pero al levantar la máscara, solo por una decima de segundo,  pudimos apreciar un rostro distinto a todos, era, al mismo tiempo, hombre y mujer con ojos grandes y penetrantes; pero al segundo, su cuerpo se desvaneció como una exhalación.
Con la máscara y la armadura en manos, decidimos partir del lugar y llegamos al pueblo de Huarmey, ahí embalamos ceramios y alhajas y lo vendimos a los saqueadores que partieron en una lancha.
Ya de retorno al hotel “Esperanza”, abrimos los bultos restantes para contar y dividir el tesoro que quedaba. Destapamos una botella de Ron Cartavio y bebimos mezclado con Coca Cola y limón. A la media noche, estábamos muy borrachos y nos aprestábamos a dormir, cuando un ser extraño ingresó y le entregó un sobre a mi primo. Lo abrió y  leyó en voz alta. Decía: "Gracias amigo, por compartir conmigo el tesoro. La máscara y el traje ya son míos y cuando termines de leer esta carta, el veneno de tu copa, estará ardiendo dentro de ti y de tu primo hermano”.



  
EN EL TÓPICO
Cuento
De la Sala de Emergencia del Hospital Nivel II de Es Salud de Huarás, por orden del Dr. Wlfredo Cosme Olaya, fui derivado al Tópico de inyectables y cirugía menor, donde realizan curaciones, suturas, inmovilizaciones, inyectables endovenosos e intramusculares, con la máxima asepsia y antisepsia requerida y oportuna a los pacientes asegurados y personal en general.
Las paredes del interior de la sala de espera me causaron impresión desagradable porque estaban pintadas con colores, azul, verde, rojo, blanco; tenía dos bancas donde cabían, apenas, diez personas; “sin duda que el exterior es parte de nuestra belleza y es un reflejo del interior” y si se modificara para agradar a los pacientes perdería su autenticidad. Sofocaba por el techo de eternit.
Una practicante iminuta, con acento carhuasino y ojos pequeños como de tórtola, doblaba y cortaba papeles bond tamaño A4; otras se movían con sonrisa a flor de labio de uno a otro lado contrastando con una enfermera que, sentada detrás del pupitre, reflejaba a través de su serenidad el principio:”Sí debo respetar a todo ser humano, también debo respetarme a mí mismo como tal“.
Los pacientes ingresaban, respetando su turno, al interior por un pasadizo corto que desembocaba en dos ambientes de curaciones e inyectables, desde donde provenían ruidos que reanimaban esperanzas, sonidos mecánicos de cosas punzantes que giraban y se clavaban en las heridas. Me senté frente al escritorio. Di mis datos a quien me señaló el asiento de turno.
Una auxiliar con guantes blancos y mascarilla  salió del interior  con caminar cimbreante de mariposa en vuelo y dijo:
- El siguiente paciente para la curación, ¡pase!
Ingresé cojeando, detrás de ella, porque días antes me había ampollado el empeine del pie izquierdo y tenía curaciones profesionales especializados y de buen trato, pero no sentía mejoría.
La joven delgada, con cabellos lacios y largos, que me recordaba a la Venus de Boticcelli, y con sonrisa de Gioconda, que me dijo llamarse Yoselinda Olinda Cabrejos  y que realizaba su Internado, me sonrió con afecto y poniéndome la mano suave de algodón sobre mi hombro izquierdo, sonriente  me ordenó.
- ¡Siéntese en la camilla!, quítese la sandalia.- Como niño asustado, del primer día de clases, hice todo lo que me ordenó. Era un autómata.
- No se preocupe, en pocos días estará Ud. con las heridas curadas y podrá retornar  sus actividades cotidianas.
Cogió un lavatorio donde puse mi pie izquierdo. Remojó la herida con agua sulfatada y cogiendo porciones de gasa lo secó y empezó a desprender
 partículas de carne muerta que cubría una de las tres  heridas. Transpiraba frío. Noté que tenía una destreza admirable.  La pinza se clavaba en mi carne, cada vez más profundo, hasta llegar a los huesos del Pulgar que refractaban las formas de la falange y el metatarso.
No era la primera vez que iba al tópico, pero nunca sentí las ansias de curarme y sanarme porque los días se aproximaban como avalanchas de un huayco. Tenía un encuentro de poetas y escritores en la ciudad de “Caraz dulzura”, y como uno de los organizadores del XX Encuentro de AEPA, tenía funciones específicas que cumplir. Faltaban ocho días.
-     La callosidad en tus heridas no permite regenerarse la piel, trataré extirpar algunas partículas  y no se preocupe, para su compromiso estará ya muy bien.
-     Gracias por su aliento humano.- dije, muy reanimado.
Concluida la curación, atravesé el callejoncito estrecho de cuatro metros de largo y me dirigí a la puerta principal de salida. Subí al colectivo y muy aliviado retorné a mi hogar.
-     ¿Qué…?
Fue en ese momento que los dedos de Yoselinda Olinda Cabrejos,  largos y afilados como navajas, se apoderaron de mi pie izquierdo y lo cercenó, diciendo:
-     Esto es un estorbo, ya no le sirve para nada.- Tenía los ojos rojos y echaba espuma verde por la boca. Una lengua bífida y larga salió de su boca y lamió mi herida y luego la secó con gaza. Mi esposa ingresó al ambiente de curaciones al escuchar mi grito, y la bandeja de metal que soportaba mi pie cayó al suelo, produciendo un ruido ensordecedor.
-     Señora,  por favor, coloque la bandeja sobre la mesita y salga.
Mi cónyuge cumplió con el pedido y salió, sin presagiar lo que me sucedería...
Me volví hacia Yoselinda Olinda. Ahora, la dulce, comprensiva y consoladora  interna, tenía su propia máscara, hecha de sangre oscura y tibia. La lengua le colgaba como la de una pérfida, hasta la mitad de su pecho;  extendió su mano derecha, sosteniendo un puñal filudo y brillante, que  lo dirigió a mi  cuello y su boca se abrió con un crujido, diciendo:
- ¡Voy a degollarte como a cerdo!
- ¿Por qué me va a degollar?
- ¡Por irresponsable!. Siendo diabético no se cuida. Tienes hijos y nietos que Mi mente se nubló, y sentí mi transformación en un marrano  gordo.
Fui cogido por manos aceradas que me introdujo un puñal  brilloso por la garganta... Sentí que la punta filuda desgarraba mi corazón que hasta ese instante palpitaba con emoción de años mozos y dije: “Mi sacrificio no será en vano, degustarán mi carne convertida en chicharrón acompañado de mote y un poco de salsa picante en mesa familiar. Mi sacrificio tendrá su lado festivo y de celebración, además del económico”.
Cuando desperté, me asomé a la ventana de mi dormitorio ubicado en el tercer piso de mi casa y contemplé una larga calle entre grises edificios y algunos maceteros donde florecen plantas. Niños, jóvenes, perros y palomas mojados por las gotas del rocío. Su figura angelical con el sol se dibujó y mis labios deshilvanaron los siguientes versos: Siento que tus labios son míos  / y tú no lo sabes. /   Sépalo: Soy / tu sol eterno / y tu hundimiento de mina de oro.
El tiempo que  duró mi curación he notado amplia experiencia del personal del tópico y la dedicación ejemplar de los practicantes e internados y los aportes considerados de mayor relevancia en la práctica médica actual, en referencia al manejo de heridas y el proceso biológico de la curación de tejidos que es una de las áreas de estudio más extensas de la medicina moderna, que a su vez reúne abundancia de situaciones clínicas diversas, investigación de alta complejidad y tecnología precisa.
- ¡Cuánto tarda! – escuché que dijo el paciente  Jorge en la sala de espera, que apuró mi curación y salida pronta al exterior.
Los otros que no dijeron nada, se sentían nerviosos. Del otro lado de la puerta les llegaban sonidos de succión, de chapoteos y llanto de niño.
Desde el interior del consultorio, Salió una voz encantadora:
-  ¡El siguiente!
Jorge Manrique, un diabético como yo, dejó a un lado el periódico que estaba leyendo, se incorporó de la silla y dijo a nadie en particular:
- ¡Mi turno! - Ensayando una sonrisa vacilante, tomó una profunda inhalación de aire e ingresó.
 Me dijo que tenía cinco dedos amputados y una herida resistente a la curación. Los pasos se perdieron en  el sendero de la incertidumbre y la desesperación humanas, mientras hilvanaba mis pasos hacia el exterior con ansías de servirme un vaso de quinua con tamales, en la fonda del frente...



TRES POEMAS PARA NIÑOS

                 ABUELITA

Por: Domingo de Guzmán Huamán Sánchez

 

La mamá de mi mamá
es mi abuelita querida,
la viejita consentida

que sus caricias me da.

El papá de mi papá
es mi abuelito querido,
el viejito consentido
que sus consejos me da.


Dos papás  y dos mamás 
de mis santos padres tengo

Y  nunca los contravengo
por no perderlos jamás.


                 CORAZÓN

Por: Domingo de Guzmán Huamán Sánchez

 


MI corazón es blando porongo
que conserva cuatro cavidades:
irrigadores y receptores
de sangre con  que me mantengo.

Late de día y late de noche
y su tic tac eterno  señala
que  la vida con su dura pala
nos lleva a la tumba en negro coche.

Su latido es dulce vibración
que convoca a una vida mejor
porque procura ansiado calor
al entrar en permanente acción.

El corazón  y su mondonguito
cocinado en un ollón gigante,
adornado con ají picante,
es para degustar con traguito.


   LA COSECHA DE VALORES

Por: Domingo de Guzmán Huamán Sánchez

 

La joven madre a su hija se acercaba
y sus labios sobre la frente posaba
y con siempre vivas de su jardín florido
su tierno corazón perfumaba.

La niña rebosante de alegría
sonrisas a la luna regalaba,
alegrando a su santa madre
que con paciencia la modelaba.

Lonchera y besos en la frente

en su niñez Jamás le faltaron;
cuerdas, balones y vivas
en recreo jamás escasearon.

!Hasta luego mamita!
!Hasta luego papito!
Partía, como gacela, a su colegio;
dejando detrás estelas de esperanza.

En la ceremonia de graduación,
sus ojos y la de sus padres brillaron.
Al recibir el grado con emoción
exclamó: ¡Gracias padres míos!

Allí estaban sus raíces benditas

destilando de sus orbitales
rocíos tibios que resbalaban
alegrando al ser que dieron vida.

Transcurrido las sendas del tiempo
llegaron los inquietos nietos;
los padres ya son abuelos
y la hija  es madre ejemplar.

El airecillo de la felicidad refresca,
nadie reniega, sufre ni padece;
en la fronda familiar el eco repercute:

¡El que siembra valores cosecha valores!...

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