Domingo de Guzmán Huamán Sánchez
AJEDREZ POLÍTICO
Crónica
Empecé a ver las paredes de la ciudad de Lima con otros ojos, el día que
supe que serían cubiertas por afiches y pintas alusivas a los candidatos a la
presidencia de la república y al parlamento nacional.
Podía imaginar el derroche económico
y los compromisos a contraerse
con inversionistas, empresarios y
traficantes, pero no pude imaginar los golpes bajos y una serie de artimañas
que surgirían, durante las campañas electorales: los vladivideos, la detención
de altos jefes de las FF.AA. y
Policiales, las comisiones
investigadoras del Congreso, los tránsfugas,
el crecimiento de simpatías por uno y otro candidato, la orfandad de otros que después de la primera vuelta se redujeron
a dos ciudadanos de características distintas y de raíces serranas.
Desde que supe de la convocatoria a elecciones
generales, mi preocupación crecía y empecé a viajar a las diferentes ciudades
del Perú, para conocer de cerca los movimientos
políticos que emergían por doquier. Quería contemplar y escribir cada
uno de los sucesos políticos, como si con ese gesto podría captar todas las
incidencias. Fue una tarea a la que me dediqué con minucioso afán, aunque nunca
me satisficieron los comentarios de la
prensa, la radio y la televisión con espacios
comprados con dólares provenientes de los narco traficantes.
Ciertas noches me
despertaba sobresaltado por el transitar de grupos de propagandistas y desde la azotea de la casa
de mi hija contemplaba, alrededor de mi vivienda, la actividad con pintas y afiches. Algunas veces, salía a
recorrer las calles y contemplaba enfrentamientos pugilísticos con puntas, chavetas y revólveres. Por ningún lado aparecían los
policías, sólo los guachimanes, con pitazos , trataban de evitar excesos.
En los cerros de la
extensa Lima y de las poblaciones del
país, gigantescas pintas hechas por
gente contratada por la dictadura fujimorista eran
borradas y reemplazadas por otras.
En pequeños locales sectoriales del aprismo se podía notar preocupación política y aún no se
preveía quien sería el candidato presidencial
de la Estrella. Igual situación
mostraban otros grupos emergentes.
En
la casa de mis familiares las
preferencias eran diversas. Cada uno
emitía juicios y justificaciones. Los partidarios de Fujimori, después
de su dimisión del mando presidencial, en noviembre del 2000, cambiaron de
actitud y se sumaron a los grupos liderados por Alejandro Toledo Manrique, Lourdes Flores
Nano, Fernando Olivera, Alan García Pérez, Carlos Boloña, Jorge Santisteban de
Noriega, Luis Castañeda Losio y otros candidatos.
Los analistas políticos afirmaban que las elecciones resultarían
de las más complejas de nuestra historia, por darse en el marco de una profunda
y ya crónica crisis del sistema de partidos y de representación impulsada por
el fuji-monte-cinismo y la generalizada desconfianza nacional en instituciones y personas. Además, fueron
elecciones con alta dosis de incertidumbre sobre sus resultados y sobre el
proceso mismo, marcados por los “vladivideos” y sus inesperados capítulos así como por los rumores, e interesadas
teorías que se desarrollaban sobre el orden en que se exhibían, en el marco de una irritante
lentitud del Poder Judicial.
La
candidatura de Boloña no tenía por objeto
ganar, o siquiera llegar a la segunda vuelta, jugaba a preparar la
coartada para presentarse como “perseguido político” cuando deba responder por
el manejo de la caja negra montesinista que se hizo desde el Ministerio de
Economía, por las transparencias en privatizaciones, licitaciones, compras de
armamentos y decretos secretos.
De otro lado, García precisó que no creía que el
color de la piel sea una bandera política como quiere hacerlo entender Toledo Manrique identificándose como
“Cholo” o de “blanquita miraflorina” de Lourdes Flores.
“Toledo
no tiene el patrimonio de la cholitud, porque todos somos cholos y lo que
debemos buscar es la unidad de todos los peruanos.
Ello vendrá una vez producido el
resultad, y si no salgo electo me comprometo a respaldar al nuevo presidente,
salvo que cometa alguna barrabasada”, señaló durante una entrevista radial.
En el mitin de la plaza
de armas de Huancayo, Alan García señaló que de llegar al Palacio pondrá en
práctica el pensamiento de Víctor Raúl, convocará a los peruanos más destacados
de diversas agrupaciones. Alan estuvo acompañado de su esposa Pilar Nores, quien fue ovacionada
por las personas que se congregaron.
La profesora
Mercedes Cabanillas, señaló que las aspiraciones de su Partido es llegar a una
segunda vuelta y, además, confrontar la propuestas de gobierno con las de
Alejandro Toledo, “que son bastante desordenadas”. Señaló que según las últimas
encuestas, el APRA consolidará una presencia significativa en el próximo
Parlamento.
Fue
un error táctico el debate que la candidata Lourdes Flores concedió a su contrincante Alan García,
porque “ ella tiene más que perder que ganar”, coincidieron los analistas políticos Manuel Saavedra y
Raúl Chanamé.
Sobre la
posibilidad de que el candidato aprista logre aumentar su caudal electoral a
costa de la lideresa de UN, dijo que García ya venía creciendo desde antes en
forma paulatina, pero “ no creo que pueda levantar
tanto como para desplazar a Lourdes Flores para
llegar a la segunda vuelta”.
Alan García aseguró que el proceso de
crecimiento de su postulación se incrementaría en los últimos días de la
campaña.
“La
proyección de mi candidatura es de 20 %, pero lo importante es lo que va a
pasar en las cuatro semanas que quedan, pues en ese tramo recién los ciudadanos van a definir su voto, de manera que confío en que las propuestas de reactivación del empleo
y de justicia social vayan
recabando poco a poco los votos y la
voluntad de los ciudadanos” - dijo en las declaraciones formuladas a la prensa
antes de retornar de su gira proselitista por Cuzco.
Su estrategia fue explicar al país que no se puede
seguir manteniendo el modelo fujimorista, que ha ocasionado tanto desempleo y
la quiebra de las industrias y la
agricultura.
Reiteró que
se puede lograr una renegociación de las tarifas de los servicios públicos, sin
ahuyentar al capital extranjero o a la
industria privada, sino pensando que es necesario al mismo tiempo reactivar la demanda y el consumo de manera prudente sin caer en un error de tiempo inflacionario a través del aumento de pensiones y un aumento sustantivo a los maestros.
Alan García Pérez manifestó con bastante seguridad
que :
“ El pueblo
comprenderá que no puede haber una segunda vuelta entre dos iguales “, en clara
alusión a sus contendores Lourdes y Alejandro, quienes, en su opinión,
“representan el continuismo de Fujimori”
Alan García presentó, al ex Ministro de Trabajo Carlos Blancas, un proyecto de ley para
limitar las acciones de los services al campo de los servicios temporales en casos
de suplencia o de emergencia en una empresa. El planteamiento
apunta a reducir el número de
trabajadores que laboran bajo modalidad del 50 % al 10%.
El candidato aprista Alan García Pérez reiteró su
voluntad de debatir con su rival de
Unidad Nacional y dicha confrontación se
realizó el miércoles, 28 de marzo, en la emisora Radio Programas del
Perú.
Hoy
nos damos cuenta que sin lucha por el
referéndum quizás no hubieran habido las
formidables movilizaciones del año 2000, el referéndum contra la
reelección presidencial de Fujimori, que
impulsara al Foro Democrático entre 1996-1998 ha sido la más importante
experiencia de participación política directa en nuestra historia republicana.
Esta
ilegal transferencia constituye la operación bancaria más importante efectuada
por Valencia Rosas, y que forma parte
del consolidado de 220 millones de dólares.
Se
trataba de una experiencia de sociedad movilizada capaz de limpiar la casa de corruptos y luego se procedería
a las grandes tareas de descentralización y relanzamiento de un programa de desarrollo en el país.
Juan
Valencia Rosas, el testaferro de Vladimiro Montesinos Torres y Víctor Alberto
Venero Garrido, utilizaron 22 millones
de
dólares para transferir a bancos de
Nueva York, Miami y Gran Caimán. La
operación ilegal se consumó entre el 21 y 31 de marzo del año 2000, a sólo unos
días del proceso electoral del 8
En la
sobremesa diaria, después de cena, se hablaba siempre de lo mismo: Que Toledo
representaba a todas las sangres, Alan convocaba a la solidaridad y
a la concertación , que Boloña representaba al Fuji montesinismo y
conjeturas diversas sobre los candidatos. Antes de la primera vuelta, se
pensaba que Toledo y Lourdes disputarían la segunda, aunque los de Perú
Posible manifestaban el triunfo del
Cholo de Harvard en la primera vuelta, sin pensar en la repugnancia que sentía
un buen número de electores por un hombre que negaba a su hija. La sola
imagen de Toledo encabezando la marcha de Los Cuatro Suyos le concedía la posibilidad de un éxito rotundo en la
primera vuelta electoral. El resultado
de las elecciones del 3 de abril del 2001 fue sorprendente, porque
pasaban a la segunda vuelta Alejandro
Toledo y Alan García Pérez.
Pese a que Toledo era el favorito
por haber logrado una diferencia de 11 puntos por encima de Alan García, la
preocupación, en ambos bandos, era
notoria y sin embargo, por semana Santa,
ingresaron a una breve etapa de tregua.
Nunca
me había imaginado que Alan pasara a la segunda
uelta,
era como un fuego voraz e incontenible del cual estaba asustado Toledo
Manrique, porque tendría que afrontar su quinta
vuelta,
la primera en la historia de las elecciones presidenciales en el Perú.
-
En 1995 se enfrentó al candidato Alberto Fujimori,
postulando por Perú Posible / Convergencia Democrática. Quedó en el cuarto
lugar entre quince postulantes, con 3 % de votos válidos.
El 9 de abril de
1999, Toledo disputó la presidencia, por segunda vez, frente a Fujimori. Acaparó el 42.2 %, pero
decidió no presentarse en el balotaje porque denunció que las autoridades
electorales estaban confabuladas con el
Presidente reeleccionista. Sin embargo
José Portilla Campbell, Presidente de ONPE, prosiguió con la segunda
vuelta fraudulenta.
A pesar de la ausencia de Toledo, se consideró su postulación. La ONPE
reportó que Toledo obtuvo el 26% (2
millones 086 mil 256 votos)
- En las recientes elecciones del 8 de abril del 2001, se impuso en la primera vuelta, pero sin alcanzar la mitad más uno de los votos válidos que exige la Ley Electoral.:
-
El 20 de mayo, Toledo acometió el
quinto proceso electoral en un loco intento de ceñirse la banda presidencial.
El 7 de
junio del 2001, con motivo de la conmemoración del 121 aniversario de la
batalla de Arica, en la Plaza Bolognesi e Lima, el presidente Valentín Panigua encabezó la ceremonia por la juramentación de la bandera. Alejandro Toledo asistió, juntamente con los
ex presidentes Fernando Belaúnde y Morales Bermúdez, y se colocó al lado
derecho del Jefe de Estado y escuchó el discurso del Ministro Walter
Ledesma en homenaje a Bolognesi. Estaba
ensayando para sus próximas presentaciones oficiales como Presidente del Perú.
La pira de las dudas empezó a incendiarse y el más mínimo sentido común empezó a invocar a que al Partido que
ha logrado casi el 48 %, en la última
elección, no se le puede tratar como a un leproso al que hay que apartar malamente y encima acosar. Vale la pena repetir la interrogante del periodista Juan
Carlos Tafúr. “¿vamos a volver a las
operaciones psicosociales contra el reo contumaz?
Alejandro Toledo ganó las
elecciones, pero no tiene mayoría
en el
Congreso. Hay que evocar que en el Perú
nunca un presidente sin mayoría ha
concluido su mandato, han terminado en golpes de Estado. Recordemos los casos de Guillermo Billingurst (1914), José Luis
Bustamante y Rivero
1948), Manuel Prado (1962), Fernando Belaúnde (1968) y Alberto Fujimori ( 1992).
Si las bravuconadas persisten, el
machismo continúa, la inmoralidad campea
y el abuso se cierne sobre niñas
indefensas que exigen el reconocimiento
de sus padres con o sin ADN, en el interior de las mayorías
desengañadas y ofendidas brotará, con violencia, una fuerza voraz, cambiante y
elemental, que podría arrasar todo a su
paso. Servirían de pauta las acciones heroicas
de Chan Chan
con Búfalo Barreto y Alfredo Tello
Salavarría, de Huaraz y Callejón de Huaylas con Carlos Alberto Philips Olivera,
Comandante Raúl Lopoez Mindrau, Tenientes soto, Cabo torres, y el ciudadano
español Alonso; de los ocho marineros del Callao, del Agustino con
Luis Alberto Sánchez y de Ayacucho con Aístides Guillén.
La mayoría ya no se sentirá avasallada
por la prepotencia. Se sentirá libre, clamará y logrará la justicia social de pan con libertad. Los
apristas, después de la segunda vuelta electoral, coinciden en
la urgencia de reestructurar el APRA y las opiniones son las siguientes
1.-Jorge Del Castillo Gálvez,
consideró que el APRA y su
candidato Alan García tendrán la
responsabilidad de liderar un sector muy importante de opinión en el país, ya
que obtuvo un alto respaldo en los
comicios.
2.-Mauricio Mulder, congresista
electo por el APRA, refirió que el ex mandatario Alan García se encargará de
dirigir el proceso de renovación partidaria interna.
3.-Luis Gonzáles Posada
manifiesta que el APRA debe tener un programa específico para cada departamento
y otro de carácter nacional. Consideró
la renovación de dirigentes en todo el país, la conformación de los
comités, fundamentalmente por jóvenes, el empadronamiento general de militantes
y conseguir una expresión descentralizada del partido.
4.-Judith de la Mata, 0pina que
el APRA requiere de una
modernización de la organización que vaya acorde con
los avances de la ciencia y la técnica y que aperture a los sectores
independientes que quieren aportar su idea y colaboración. Sólo así se logrará
la desburocratización del
Comité Ejecutivo Nacional que
impide la celeridad en toma de decisiones.
5.-Mercedes Cabanillas,
congresista reelecta, expresó que se han iniciado los cambios en el APRA porque
la organización ha sido un poco cerrada y rígida. Alan García el mismo día del
resultado de la segunda vuelta anunció
que su liderazgo era mucho más amplio que el aprismo histórico.
6.-Alan García Pérez,
manifestó con firmeza que el APRA no puede seguir siendo una institución
cerrada y exclusiva de sus militantes, sino un movimiento político abierto para
dar paso a un APRISMO CIUDADANO.
as regiones serán los principales ejes del desarrollo nacional en el siglo XXI y por
eso la primera disposición de un gobierno aprista será convocar de inmediato a
elecciones regionales.
Horas antes,
en el aeropuerto, Alan García expreso su
disposición a debatir con la candidata de Unidad Nacional y lamentó que el
líder de Perú Posible no participe en
debate organizado por Creatividad Empresarial, de la Universidad Peruana de
Ciencias aplicadas.
Al referirse
a su propuesta sobre la reducción de los intereses bancarios. Alan sostuvo que ésta podría estar entre el 6 y 8 %. Y en esto están de
acuerdo hasta los mismos banqueros,
porque el “veneno” de una tasa de interés excesivamente alta hace perecer al final a todos.
Sería
prudente bajar dos puntos el encaje bancario para que exista liquidez en el
sistema financiero.
Afirmó, de
otro lado, que en un eventual gobierno
suyo democratizaría las Fuerzas Armadas con criterio que impliquen la
reducción del presupuesto que se les
asigna.
El ajuste
presupuestal del gasto militar daría
recursos que serían dirigidos a otros
sectores productivos, entre ellos la agricultura.
Expresó que
no hay que ver a las Fuerzas
Armadas como un monstruo debido a que es una institución jerarquizada,
sometida y disciplinada al poder civil.
Cuando amainó
el aguacero en Iquitos, Alan García apareció entre aplausos y aclamaciones en
un inmenso estrado armado en el centro de la Plaza de Armas. Vestía
camisa blanca de mangas cortas y
pantalón oscuro.
El candidato empezó
por rendir homenaje al pueblo loretano, “por su heroísmo y patriotismo
para defender el territorio nacional y
por su lucha inquebrantable contra la
dictadura durante los diez años de fujimorismo”.
Si las bravuconadas persisten, el
machismo continúa, la inmoralidad campea
y el abuso se cierne sobre niñas
indefensas que exigen el reconocimiento
de sus padres con o sin ADN, en el interior de las mayorías
desengañadas y ofendidas brotará, con violencia, una fuerza voraz, cambiante y
elemental, que podría arrasar todo a su
paso. Servirían de pauta las acciones heroicas
de Luego dijo:“Vamos a crear un programa nacional de Reactivación Nacional con empleo
preferencial para la juventud”,
El candidato
presidencial del APRA, Alan García Pérez, se comprometió a eliminar la Oficina
de Normalización Provisional
(ONP), por considerarla, “una especie de
GESTAPO, una policía política contra los jubilados”.
Recordó que cuando los jubilados pasaron de otros regímenes a la 20530, la ONP
exigió que los trasladaran a otro sistema y que devolvieran las pensiones que
habían cobrado.
“ Hay que
terminar con los juicios que inició la
ONP y que afectará a unos 30 mil
jubilados, porque es un crimen que pretendan que se devuelva el dinero cuando las autoridades les han
robado lo que les pertenecía “.
El candidato
aprista consideró que debería
restituirse y fortalecerse el
Instituto Peruano de Seguridad Social , para que cumpla el papel de antes y que ahora hace ONP.
Planteó derogar la ley que pone tope a las
pensiones de los jubilados de la 20530
y, por el contrario, nivelarlas haciendo
que las bonificaciones sean pensionables
Sostuvo que la eliminación del Impuesto
Extraordinario de Solidaridad (IES) significa crear de inmediato un futuro
hueco en la caja fiscal de 300 millones
de dólares. Fue al referirse a la propuesta del postulante de Perú Posible,
Alejandro Toledo, quien
señaló que en un eventual gobierno suyo reduciría el
Impuesto General a la Ventas y eliminaría el IES.
En la noche del 3 de marzo, el candidato a la
presidencia del Perú, Dr. Alan García Pérez dijo, ante miles de simpatizantes que colmaron la
plaza 28 de julio de la ciudad de
Iquitos: “Las
La
política anti partidos que impuso el
régimen dictatorial de Fujimori llevó a todos los partidos políticos a su peor
crisis, a tal punto que el APRA en las elecciones de: 1995, la candidata del
APRA, Mercedes Cabanillas obtuvo sólo el
4 % del electorado.
- En
el 2000, Abel Salinas apenas consiguió el 1.4 % del electorado de los votos.
Con
todo, el APRA es el único partido que ha
logrado sobrevivir 71 años como no lo han podido hacer otros.
Cabe recalcar que, desde 1871 hasta hoy,
aparecieron y desaparecieron casi 90
agrupaciones políticas, tales como:
- Partido
Civil de Manuel Pardo.
- Partido
Nacional de Nicolás de Piérola
- Partido
Socialista del Perú de José Carlos Mariátegui.
- Unión
Revolucionaria de Sánchez Cerro.
- Vanguardia
Revolucionaria de Ricardo Napurí Napurí.
- Izquierda
Unida de Alfonso Barrantes.
- Movimiento
Libertad de Mario Vargas Llosa.
Y
debido a que la mitad de la población peruana está compuesta por jóvenes y que
la modernización política ha llevado a que todo lo simbólico sea utilizado con
una visión de mercadeo, el APRA podría quizás analizar la conveniencia de
cambiar de símbolo o mantener su tradicional Estrella.
Con
Erick Fromm digo que la lectura de este libro defraudará a quien espere
fáciles datos en la política. Por el contrario, la finalidad del libro es
demostrar que la política no es un sentimiento fácil para nadie, sea cual fuere
el grado de madurez alcanzado. Su finalidad es convencer al lector de que todos
sus intentos de engañar están condenados al fracaso, a menos que procure, del
modo más activo, desarrollar su personalidad total, en forma de alcanzar una
orientación productiva. En una cultura en la cual esas cualidades son raras,
también ha de ser rara la capacidad de elegir. Quien no lo crea, que se
pregunte a sí mismo a cuántas personas verdaderamente capaces de votar ha
conocido.
A
fin de evitar complicaciones innecesarias he procurado tratar el problema, en
la mayor medida posible, en un lenguaje sencillo. Por la misma razón he hecho
la menor cantidad de referencias a la literatura sobre política.
Domingo de Guzmán Huamán
Sánchez
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