9 DE OCTUBRE
LUIS DE LA PUENTE
Por Danilo Sánchez LihónFOLIOS DE LA UTOPÍA
VIVE EN EL CORAZÓN DEL PUEBLO
1. MORIR COONTIGO
El día anterior a su muerte
interceptaron a un enlace que había ido a la capital de la provincia a comprar
y traer medicamentos urgentes para el ataque de asma y para la gastritis que él
padecía y ahora lo tenía postrado.
Esas dos dolencias habían
recrudecido en el campamento general de Mesa Pelada en el valle de La
Convención del Departamento del Cuzco desde donde emitiera su proclama
insurreccional para acabar con el orden establecido e inaugurar una patria
socialista como lo habían tenido los Incas.
El Servicio de Inteligencia
del Ejército quienes habían tenido cursos de preparación exhaustivos en la
Escuela de la Américas para develar movimientos levantiscos en América Latina y
conociendo que Luis de la Puente padecía de estos males había tendido una red
de espionaje en las dos únicas farmacias existentes en el pueblo de
Quillabamba.
Capturado este contacto y
luego torturado dio informes sobre el emplazamiento de la guerrilla, el mismo
que fue rodeado por una compañía que portaba armas pesadas como también
helicópteros artillados.
2. NO LO DEJÓ SOLO
Entonces bombardearon los
lugares en donde se tenían almacenes de armas y alimentos. Los insurgentes se
parapetaron en un aserradero. A los hombres que estaban desperdigados en
diferentes posiciones entonces les ordena:
– Escapen. Salgan, váyanse.
E igual hizo con su comando,
al decirles:
– Es más importante para la
revolución que ustedes vivan a que estén muertos. Así que todos, ¡dispérsense!
Quienes lo rodeaban y
estaban con él se quedaron. Fue su respuesta escueta el permanecer a su lado.
Al instarlos a marcharse fue su contestación:
– Hemos decidido morir
contigo.
Y con el murieron entre
otros Pablo Escobar, Rubén Tupayachi, Edmundo Cusquén.
También junto a él estaba, y
no lo dejó solo, Carlos Valderrama, estudiante santiaguino que se inmoló a su
lado.
3. VIVE EN LA BANDERA
Sin embargo, Luis de la
Puente Uceda vive ahora de múltiples formas:
En Cuba hay muchos
hospitales, plazas y centros educativos que llevan su nombre.
Vive en el corazón del
pueblo que lo saluda, lo canta y guarda memoria imperecedera de él como si
fuera un mesías. Lo que sí es, es un héroe popular.
Vive en los partidos
políticos socialistas y de inspiración libertaria que se forjaron a partir de
él.
Vive incluso en el APRA, que
desde dentro, en la juventud de los militantes inconformes, entresacan su
nombre en sus noches de vigilia para repensar los principios tan distorsionados
y venidos a menos en esos vaivenes y avatares que ha dado esa agrupación política.
Vive en los trazos de
justicia social que se alcanzaron después de su inmolación.
Vive en la casa y en la
chacra del campesino que ahora es propietario, gracias a que él alzara e izara
en lo más alto la bandera de la Reforma Agraria en el Perú.
4. SOPLO DE VIENTO
Luis de la Puente Uceda es
representante del mundo agrario, de la devoción por la Pacha Mama. La tierra
fue su desvelo constante.
En nadie encontramos tan
claro y tan prístino en su devoción por lo que fue la cultura andina y el Tahuantinsuyo.
En nadie encontraremos
filiación más auténtica por lo que es Santiago de Chuco y su religiosidad, su
folclore, su música y su comunidad.
Su desempeño no solo fue el
de un guerrillero o el de un hombre de acción sino que es un hombre completo e
íntegro.
Es un ideólogo con una
claridad total en sus análisis, conceptos y doctrina de lo que había qué hacer.
Pero más aún, se trata de un
organizador ceñido y preciso, de un intelectual cabal, de un orador de fuste,
de un maestro, un pedagogo y un guía.
De allí que ahora sea un
hombre de leyenda, un mito, con aureola incluso de un ser venerable.
El recuerdo de Luis de la
Puente es un huracán, un soplo de viento que cada día no cesa y se expande.
5. MAZORCAS Y FLORES
Ahora los campesinos del
valle de la Convención identifican toda esta zona de bosques y cordilleras como
Ucedachay, es decir Tierra Uceda, mencionándolo con su segundo apellido que lo
encuentran más mágico y telúrico.
Y se le reza, se le recuerda
para que caigan las lluvias y el agua, fructifique la tierra en espigas, en
mazorcas y en flores para que haga buen tiempo.
Se lo considera como un
maestro, un guía, un precursor y un ser bueno. Aquí es amado por su vida, por
su identificación con el campesino.
Se hacen varias
peregrinaciones anuales a su tumba simbólica que ellos han erigido y en su
nombre se formulan las más caras promesas.
Y es que nacen pocos seres
como él. Y eso es un milagro. Héroe y revolucionario íntegro.
De conducta intachable, de
gran fortaleza moral, generosidad y lucidez intelectual.
Paradigma de amigo, padre y
esposo, con la conducta incólume de un hombre verdadero.
6. EJEMPLOY CONSIGNA
Pese a que actuó dentro de la legalidad y de acuerdo
a las convenciones de Berna y Ginebra se perpetró con él una masacre y un
asesinato.
De esta gesta miremos por un
lado su pureza, su corrección y dignidad de combatiente, de soldado de la
liberación de su pueblo de la injusticia y del ostracismo.
Y miremos también hacia el
otro lado, al sistema contra el cual él se enfrenta con manos y conciencia
límpidas.
Fue capturado, encostalado y
luego ejecutado.
Al igual que a Túpac Amaru
su cabeza fue cercenada, haciéndola rodar por la tierra y al igual que al
cacique de Tungasuca se cercenaron sus miembros que fueron enterrados en
distintos parajes.
¿No se siente aquí acaso la
entraña malévola, salvaje y crapulosa del sistema? Pero su sangre derramada es
generosa y de alborada.
Porque su vida, como la vida
de nuestros héroes es un ejemplo y una consigna; como su muerte es para los
otros una afrenta.
7. YA VA A VENIR EL DÍA
Hay muertos que son
invencibles, que los jóvenes los encuentran cualquier día por los caminos y en
ellos vuelven a encarnarse.
Hay muertos que avisan a los
combatientes cuál es la hora de levantarse y de echarse a los caminos.
Hay muertos que estarán
vivos eternamente en las montañas y en el corazón del pueblo que los tiene
presente cuando se trata de erigir la dignidad y la patria soñada.
Caben en homenaje a él estos
versos de César Vallejo, a quien él amó, admiró y recitó en las noches de
Santiago de Chuco y por todos los caminos por donde él anduvo y sique andando:
Ya va a venir el día, ponte
el alma...
Ya va a venir el día, ponte
el cuerpo.
Ya va a venir el día;
la mañana, la mar, el
meteoro, van
en pos de tu cansancio, con
banderas...
Ya va a venir el día, ponte
el sol.
Por todo eso, ¡viva
gloriosamente Luis de la Puente Uceda!, porque nos da razones, motivos, fuerza
e inspiración acerca de por qué vivir y por qué luchar.
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