sábado, 10 de octubre de 2015

9 DE OCTUBRE



LUIS DE LA PUENTE




FOLIOS DE LA UTOPÍA


VIVE EN EL CORAZÓN DEL PUEBLO
                                                             Por Danilo Sánchez Lihón




1. MORIR COONTIGO
El día anterior a su muerte interceptaron a un enlace que había ido a la capital de la provincia a comprar y traer medicamentos urgentes para el ataque de asma y para la gastritis que él padecía y ahora lo tenía postrado.
Esas dos dolencias habían recrudecido en el campamento general de Mesa Pelada en el valle de La Convención del Departamento del Cuzco desde donde emitiera su proclama insurreccional para acabar con el orden establecido e inaugurar una patria socialista como lo habían tenido los Incas.
El Servicio de Inteligencia del Ejército quienes habían tenido cursos de preparación exhaustivos en la Escuela de la Américas para develar movimientos levantiscos en América Latina y conociendo que Luis de la Puente padecía de estos males había tendido una red de espionaje en las dos únicas farmacias existentes en el pueblo de Quillabamba.
Capturado este contacto y luego torturado dio informes sobre el emplazamiento de la guerrilla, el mismo que fue rodeado por una compañía que portaba armas pesadas como también helicópteros artillados.

2. NO LO DEJÓ SOLO
Entonces bombardearon los lugares en donde se tenían almacenes de armas y alimentos. Los insurgentes se parapetaron en un aserradero. A los hombres que estaban desperdigados en diferentes posiciones entonces les ordena:
– Escapen. Salgan, váyanse.
E igual hizo con su comando, al decirles:
– Es más importante para la revolución que ustedes vivan a que estén muertos. Así que todos, ¡dispérsense!
Quienes lo rodeaban y estaban con él se quedaron. Fue su respuesta escueta el permanecer a su lado. Al instarlos a marcharse fue su contestación:
– Hemos decidido morir contigo.
Y con el murieron entre otros Pablo Escobar, Rubén Tupayachi, Edmundo Cusquén.
También junto a él estaba, y no lo dejó solo, Carlos Valderrama, estudiante santiaguino que se inmoló a su lado.

3. VIVE EN LA BANDERA
Sin embargo, Luis de la Puente Uceda vive ahora de múltiples formas:
En Cuba hay muchos hospitales, plazas y centros educativos que llevan su nombre.
Vive en el corazón del pueblo que lo saluda, lo canta y guarda memoria imperecedera de él como si fuera un mesías. Lo que sí es, es un héroe popular.
Vive en los partidos políticos socialistas y de inspiración libertaria que se forjaron a partir de él.
Vive incluso en el APRA, que desde dentro, en la juventud de los militantes inconformes, entresacan su nombre en sus noches de vigilia para repensar los principios tan distorsionados y venidos a menos en esos vaivenes y avatares que ha dado esa agrupación política.
Vive en los trazos de justicia social que se alcanzaron después de su inmolación.
Vive en la casa y en la chacra del campesino que ahora es propietario, gracias a que él alzara e izara en lo más alto la bandera de la Reforma Agraria en el Perú.

4. SOPLO DE VIENTO
 Luis de la Puente Uceda es representante del mundo agrario, de la devoción por la Pacha Mama. La tierra fue su desvelo constante.
En nadie encontramos tan claro y tan prístino en su devoción por lo que fue la cultura andina y el Tahuantinsuyo.
En nadie encontraremos filiación más auténtica por lo que es Santiago de Chuco y su religiosidad, su folclore, su música y su comunidad.
Su desempeño no solo fue el de un guerrillero o el de un hombre de acción sino que es un hombre completo e íntegro.
Es un ideólogo con una claridad total en sus análisis, conceptos y doctrina de lo que había qué hacer.
Pero más aún, se trata de un organizador ceñido y preciso, de un intelectual cabal, de un orador de fuste, de un maestro, un pedagogo y un guía.
De allí que ahora sea un hombre de leyenda, un mito, con aureola incluso de un ser venerable.
El recuerdo de Luis de la Puente es un huracán, un soplo de viento que cada día no cesa y se expande.

5. MAZORCAS Y FLORES
 Ahora los campesinos del valle de la Convención identifican toda esta zona de bosques y cordilleras como Ucedachay, es decir Tierra Uceda, mencionándolo con su segundo apellido que lo encuentran más mágico y telúrico.
Y se le reza, se le recuerda para que caigan las lluvias y el agua, fructifique la tierra en espigas, en mazorcas y en flores para que haga buen tiempo.
Se lo considera como un maestro, un guía, un precursor y un ser bueno. Aquí es amado por su vida, por su identificación con el campesino.
Se hacen varias peregrinaciones anuales a su tumba simbólica que ellos han erigido y en su nombre se formulan las más caras promesas.
Y es que nacen pocos seres como él.  Y eso es un milagro. Héroe y revolucionario íntegro.
De conducta intachable, de gran fortaleza moral, generosidad y lucidez intelectual.
Paradigma de amigo, padre y esposo, con la conducta incólume de un hombre verdadero.

6. EJEMPLOY CONSIGNA
Pese a que actuó dentro de la legalidad y de acuerdo a las convenciones de Berna y Ginebra se perpetró con él una masacre y un asesinato.
De esta gesta miremos por un lado su pureza, su corrección y dignidad de combatiente, de soldado de la liberación de su pueblo de la injusticia y del ostracismo.
Y miremos también hacia el otro lado, al sistema contra el cual él se enfrenta con manos y conciencia límpidas.
Fue capturado, encostalado y luego ejecutado.
Al igual que a Túpac Amaru su cabeza fue cercenada, haciéndola rodar por la tierra y al igual que al cacique de Tungasuca se cercenaron sus miembros que fueron enterrados en distintos parajes.
¿No se siente aquí acaso la entraña malévola, salvaje y crapulosa del sistema? Pero su sangre derramada es generosa y de alborada.
Porque su vida, como la vida de nuestros héroes es un ejemplo y una consigna; como su muerte es para los otros una afrenta.

7. YA VA A VENIR EL DÍA
 Hay muertos que son invencibles, que los jóvenes los encuentran cualquier día por los caminos y en ellos vuelven a encarnarse.
Hay muertos que avisan a los combatientes cuál es la hora de levantarse y de echarse a los caminos.
Hay muertos que estarán vivos eternamente en las montañas y en el corazón del pueblo que los tiene presente cuando se trata de erigir la dignidad y la patria soñada.
Caben en homenaje a él estos versos de César Vallejo, a quien él amó, admiró y recitó en las noches de Santiago de Chuco y por todos los caminos por donde él anduvo y sique andando:
                                        Ya va a venir el día, ponte el alma...
                                        Ya va a venir el día, ponte el cuerpo.
                                        Ya va a venir el día;
                                        la mañana, la mar, el meteoro, van
                                        en pos de tu cansancio, con banderas...
                                        Ya va a venir el día, ponte el sol.
Por todo eso, ¡viva gloriosamente Luis de la Puente Uceda!, porque nos da razones, motivos, fuerza e inspiración acerca de por qué vivir y por qué luchar.




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