DOMINGO DE GUZMÁN HUAMÁN
SÁNCHEZ
Nacido
en Cochapetí: “Resplandor de Halcones en Vuelo”, en 1938, toda su vida se
dedicó a la docencia y a la promoción cultural, dicen de él, tres
personalidades que conocen de su quehacer literario:
Lic. Santiago
Matos Colchado, en el prólogo de la historia del Colegio de La
Libertad, manifiesta:“Considero un ineludible deber destacar el meritorio
esfuerzo asumido por el Profesor Domingo
de Guzmán Huamán Sánchez, (…) ilustre educador, escritor y
poeta, artista cuajado, ex funcionario,
Presidente de la Casa del Poeta Peruano y miembro del Consejo Directivo de la
AEPA de Ancash. Cochapetino asentado en la “Ciudad del Lucero”, bajo cuya
dirección se ha plasmado, estoy seguro, uno de los más anhelados objetivos de
los libertanos – “Promoción Bodas de Oro” -, la de contar con un libro que recoja el historial de su querido “Colegio de La Libertad”.
El Dr.
Roberto Rosario Vidal al
exponer su ponencia en el XVIII Encuentro de Escritores de
Ancash, realizado en Huari, en mayo
2009, con participación de intelectuales invitados de
los departamentos de Ucayali y Huánuco y la presencia de uno de los escritores más distinguidos de nuestro
departamento Dr. Carlos Eduardo Zavaleta, manifestó: ".Domingo Guzmán Huamán Sánchez, reconocido por su
labor como profesor de folklore, dramatización, títeres, educación artística y
expresiones grafico plásticas, incursionó en la Literatura infantil con “Poesía
infantil” (1994) y Teatro (1995). Ha obtenido diversos galardones regionales,
nacionales e internacionales por su labor creadora: Carnaval / Ya llegó
el carnaval/ bailemos todos contentos;/ ya llegó el carnaval juguemos todos
alegres. / Con serpentinas y talco/ wachiwallito, wachiwalón, con concertina y
flauta, / wachiwallito,”wachiwalón
El Dr. Jaime
Loli Romero, agrega: “Huamán
Sánchez, así, a duros golpes de cincel, remando a veces contracorriente,
invivito e indoblegable, vencedor del
viento y la nostalgia ha arribado a la estancia feliz de la madurez poética, porque para llegar a
la belleza de la imagen y la grafía quien escribe debe transformarse en un
verdadero Fidias de la palabra”.
Dr. Jesús
Cabel, concluye: “Domingo de Guzmán es conocido por su
labor artística y expresiones gráfico plásticas. Ha incursionado en la
Literatura Infantil juvenil: “Poesía infantil” que reúne poemas escritos por
estudiantes de la Especialidad de Educación Inicial del IST “Antonio Raimondi”
de Huarás. Es integrante del Grupo
Literario “Qarwanchi” y de una ajustada muestra de poemas de la Región, también
ha realizado con éxito Teatro Escolar.
SIEMPRE JUNTOS en a.e.p.a
Por Domingo de Guzmán Huamán Sánchez.
El poeta, narrador y editor Ricardo
Ayllón afirma que “La dimensión narrativa de Ancash no es apreciable solamente
por tan significativos aportes (de las tentativas narrativas de finales del S.
XIX y primera mitad del S. XX), sino además (…) por el valiosísimo legado y
presencia de la tradición oral, que actúa como legítimo sedimento de la
realización de una cuentística con rasgos de autenticidad”.
Cada una de las provincias del
departamento de Ancash se precia de ser cuna de artistas y con mucha razón,
porque cuenta con poetas, narradores, músicos, teatristas y pintores de valía
que le han dado prestigio internacional. En Pintura: Julio León Gómez (Yungay
1952); Leovegildo Cristóbal Valverde (Pomabamba); Julio
Quispe Virhuez, “Quispejo”
(Marca); Kawide (Aija); Humberto Chávez Bayona, (Huarás); Alfredo Alcalde (Chimbote).
En Escultura: Godofredo Zegarra Ángeles (Huarás); Genovevo
Obregón Cerda y César Solís López (Asunción). En Música: Juan Carlos Córdova Palacios (1973 – Huallanca - Bolognesi); Víctor Depaz Fernández y Siles Sánchez
Tolentino (huarasinos). Teatro: Áureo Sotelo Huerta (Aija), Domingo de Guzmán
Huamán Sánchez (Aija) y Verónica
Solórzano (Huarás).
Presento una breve radiografía de ochenta
y siete poetas y narradores, con quienes he tenido la satisfacción de
compartir, en diferentes eventos organizados por A.E.P.A. en sus 28 años de
vigencia, muchos de ellos profesionales probos y mis dilectos alumnos con
quienes activamos talleres de creación literaria como “Qareanchi”. El presente
trabajo testimonial está dividido en dos partes:
A.- La AEPA,
desde su fundación el 20 enero de 1985, ha realizado hasta la fecha veinte encuentros
regionales, un en mega evento de Huánuco, Ucayali y Ancash y dos encuentros de
Integración: Aucallama y Huacho, tropezando en su trajinar sabores y sin
sabores, comprensiones e incomprensiones; pero, al final han empezado
abrirse las puertas del corazón de
nuestras autoridades que han entendido que la poesía, la narrativa y las
expresiones artísticas, en general, son parte de la canasta familiar:
I -
Encuentro AEPA en Carhuaz: "Octavio Hinostroza Figueroa" se llevó a cabo los días 18
-19-20 de enero de 1985, presidido por
el poeta Abdon Dextre Henostroza.
La Antología “Hatun Mayu” estuvo a cargo del Prof. Macedonio Villafán
Boncano. Los fundadores de la AEPA fueron: Carlos
Toledo, Abdón Dextre, Yehudi Collas Berrú, Macedonio Villafán y Segundo Castro.
II -
Encuentro de AEPA :"Miguel Rodríguez Paz", en Chimbote del 21 al 25.06. 1986,
presidida por el poeta Pietro Luna Coraquillo,
con el apoyo de Iván Vásquez Salazar, Víctor Unyén Velezmoro e Irene Arias
Romero.
III -
Encuentro de AEPA: "Ladislao F. Meza", en Huaraz del 28 al 30.08.1987, presidida
por el poeta Abdón Dextre Henostroza.
IV. -
Encuentro de AEPA: "Víctor Izaguirre Flores", en Corongo, 1 988.
V.- Encuentro de AEPA: "Celso V.
Torres", en Caraz del 6 al 08.09.1991.
La Filial de Caraz editó la Revista Literaria
"Río", hasta el N° 3, con la dirección
del poeta Román Obregón Figueroa.
VI- Encuentro de AEPA: Max Abdón Pajuela”, en
Aija 1992; con la presencia de declamadoresón, teatro, danza, música,
exposición pictórica, presentación de libros. Apoyaron Rey Tamariz Q. Alcalde y
Rosmery Rodríguez Dir.UGEL de Aija.
VII- Encuentro de AEPA "Juan Eduardo
Vergara Alva" en Yungay 1993.
VIII-
Encuentro de AEPA: Monseñor "Alfonso Ponte Gonzales" en Pomabamba, 24 – 26 de Junio 1994; y "Víctor Rodríguez
Blanco" Piscobamba 27 - 28 de Junio 1 994.
IX- Encuentro de AEPA en Sihuas, 1996;
X.- Encuentro de AEPA en Huari:
"Monseñor Santiago Márquez Zorrilla"
del 02 al 05.10.1 997. Presidió la mesa directiva Efraín Rosales
Alvarado, 1997.
XI.- Encuentro de AEPA: “Ernesto Reyna Zegarra” en
Huarmey, de 22 al 24 – 9 - 2000. Presidieron la mesa Oscar Colchado Lucio y
Domingo de Guzmán Huamán. El Primer Salón de Pintura "Milner
Cajaguaringa" y Exposición Fotográfica "Unidad Histórica de la Sub
Región Pacífico" lo dirigioó el pintor, poeta y narrador Teófilo
Villacorta Cahuide.
XII
Encuentro AEPA: "Jaime López Raygada - Marcial Apéstegui
Malpartida" se realizó en Casma del 19 al 21.10.2001.
XIII.-
Durante los años 2002-2003-2004 se nota laxitud preocupante.
XIV-
"Teófilo Maguiña Cueva y Manuel Lora Camones". Huari. 26 al 30.08.
2005. Con motivo del XX Aniversario de la AEPA. Poca concurrencia.
XV.-
Encuentro de AEPA en Recuay, 2002. Después de este encuentro, durante ocho años se nota desorganización en la
dirigencia de AEPA. Algunos socios residentes en Lima y Huarás, después de
varias reuniones en el auditórium del INC de Ancash toman la decisión de
reactivarla y finalmente logran su personería jurídica y realizan encuentros
sucesivos en tres líneas.
XVI. -
Encuentro AEPA: "Julio César Pozo Cueva" en Marca (Recuay) 26 al 28.09. 2008, con
antología publicada. Se eligió la nueva junta directiva, con la presencia del
poeta Efraín Alvarado Rosales, quien también fue candidato a la presidencia.
Fue elegido Presidente Luís Huerta Lomotte y como miembros Rodrigo Solorzano,
Yeudy Collas, Domingo de Guzmán.
XVII Encuentro de AEPA:” Alberto Carrillo
Ramírez” - Centenario de la Muerte de Luis Pardo Novoa" en Chiquián
(Bolognesi) 03 al 05.01.2009.
XVIII.-
Encuentro AEPA en Huari: "Santiago Antúnez de Mayolo.- Eleazar Guzmán Barrón" y I Encuentro de Integración Regional Ancash
- Huánuco y Ucayali. 15 al 17. 05. 2010.
XIX.- Encuentro de AEPA: "Centenario
del Nacimiento de Jaime López Raygada" – 2011, en la ciudad del Eterno Sol – Casma. Fue elegido
Presidente Rodrigo Solórzano y miembros, Domingo de Guzmán, Yehudi Collas,
Anatolia Aldave, Américo Portella E, Sixtilio.
XX.- Encuentro de AEPA: “Carlos
Eduardo Zavaleta” días 20 y 30 de
noviembre y 01 de diciembre del 2013, con el auspicio de la Municipalidad
provincial de Huaylas, siendo su alcalde:
Dr. Broncano Vásquez Fidel Mario.
Los encuentros de AEPA
no han dejado de aparecer y reaparecer. En este vaivén de encuentros se
revelan los distintos cauces que toma la literatura ancashina. Las puertas
están abiertas a la creación y también lo están a la profundización en estudios
literarios y socio críticos que revelen
el futuro de nuestra literatura. Percibiremos lo que sucederá con las
generaciones ancashinas de poesía y narrativa venidera.
B.-
CINCO ENCUENTROS DE AEPA REGIONAL
EN CINCO AÑOS
B.1.- XVI
ENCUENTRO DE AEPA “JULIO CÉSAR POZO CUEVA” EN MARCA
La conferencia
inaugural “Registros preliminares de la Etnocosmología del Distrito de Marca”
estuvo a cargo del intelectual y compositor Mag. Próspero Gamarra, autor del
libro “Cantares de Marca.”Participaron 37 ponentes.
B. 2.- XVII
ENCUENTRO DE AEPA -“CENTENARIO DE LA MUERTE DE LUÍS PARDO”
Las actividades se centraron en ponencias, charlas,
conferencias, presentación de libros, mesas redondas, exposición pinturas, obras de teatro y una feria del
libro, durante la realización del encuentro.
La delegación de residentes en
lima se presentó con 52 ponentes.
La delegación del Callejón de Huaylas se
presentó con nueve ponentes. La delegaciòn de Ucayali estuvo conformada por: nueve representantes.
B.4.-XIX ENCUENTRO DE ESCRITORES Y POETAS DE ANCASH "CENTENARIO DEL NACIMIENTO DE DON
JAIME LÓPEZ RAYGADA" DÍAS: 13, 14 Y 15 DE AGOSTO DE 2010 EN CASMA:
B.5.- XX
ENCUENTRO “Carlos Eduardo Zavaleta”
II ENCUENTRO
DE INTEGRACIÓN CULTURAL ANCASH, HUÁNUCO Y UCAYALI “DANIEL ALOMÍA ROBLES” DÍAS
29 - 30 DE NOVIEMBRE Y 01 DE DICIEMBRE DEL 2013 EN LA CIUDAD DE “CARAZ
DULZURA”.
Entre los temas principales que se expondrán
figuran: El maestro Carlos Eduardo Zavaleta en la dimensión de los tiempos; y
El amauta Daniel Alomía Robles, vida y obra, música e identidad
En la clausura del XX Encuentro AEPA, que
contó con la asistencia del Alcalde Provincial de Huaylas, Dr. Fidel Broncano
Vásquez; el Dr. Elías Mejía Mejía, Decano de la Facultad de Educación y
Director de la Escuela de Post Grado de la UNMSM y otras autoridades; el
Presidente de AEPA Rodrigo S. Solórzano Espinoza manifestó que se ha logrado la
consolidación y unidad de la Asociación.
Durante el acto de clausura fueron premiados
con un plato recordatorio: Domingo de Guzmán Huamán Sánchez, Violeta Ardiles
Poma, Arnando Alvarado Balarezo (NALO y el Dr. Elías Mejía Mejía.
C.- ENCUENTROS DE INTEGRACIÓN AEPA LIMA:
I.- ENCUENTRO DE
INTEGRACIÓN CULTURAL AUCALLAMA Y AEPA – FILIAL LIMA: ”PORFIRIO VÁSQUEZ - CARLOS
EDUARDO ZAVALETA”: Aucallama, Viernes 25 - 26 y 27 de noviembre de
2011
II.- ENCUENTRO DE INTEGRACIÓN CULTURAL
"FLOR DE MARÍA DRAGO PERSIVALE" Y "GUIDO VIDAL RODRÍGUEZ" Días: 16-17
y 18 de noviembre del 2012.
TRES CUENTOS BREVES:
UN PERRO RABIOSO
Por:
Domingo de Guzmán Huamán Sánchez
Las estaciones, en el Callejón de Huaylas, son los periodos del año en los
que las condiciones del clima se
mantienen, dentro de un cierto nivel. Estos espacios duran aproximadamente tres
meses y se denominan primavera, verano, otoño e invierno aunque en otras
regiones de la tierra, cercanas al ecuador, las estaciones son dos: la seca y
la lluviosa con variación de lluvias, pero no así la temperatura.
Una estación de otra se diferencia por las siguientes características:
En otoño los días son más cortos, las temperaturas bajan y llueve
exagerado. Algunos animales emigran; las plantas pierden sus hojas.
En invierno los días son cortos y las noches muy largas; las temperaturas
muy frías y nieva. Los animales y las plantas son inactivos.
En primavera los días comienzan a ser más largos y las temperaturas se
suavizan; hay lluvias abundantes; los animales comienzan a prepararse para la
procreación; las aves que habían emigrado en otoño, regresan a sus nidos, y las
plantas echan sus primeras hojas, flores y frutos.
En Verano los días son muy largos y las noches cortas; las precipitaciones
son abundantes y las temperaturas son
elevadas. Los animales atienden a sus crías y las plantas están llenas de
hojas, flores y frutos.
Mi abuelo Manuel HUamán, una
noche que me quedé en su fundo de “Qarwanchi”, después de la cena, me narró lo
que le había ocurrido a un ciudadano muy
solicitado por los crianderos de la comunidad.
Un viernes por la noche, Don
Belisario Huerta, el veterinario de la comunidad de Cochapetí, hombre fornido
que con sus brazos hercúleos solía tumbar novillos para vacunarlos, recibe la visita de “Chavinillo”, el peón de
“Pachas Claver”, apelativo que le pusieron a un emigrante casado con una
terrateniente, por ser un hombre pequeño, calvo y barrigón. Este le pide
que vaya al día siguiente al fundo de “Lliuyaq” a ver a “Corta viento”, caballo
de paso muy apreciado por su patrón, que
había empezado a enflaquecer.
El sanitario vivía en el pueblo con su esposa
y su hija. Ellas habían planificado ir el fin de semana a Huarás a visitar a su
hermana que se encontraba delicada de salud, entrevista que realizaban cada
dos.
Ese sábado Don Belisario llevó
a su mujer y a su hija hasta el paradero, y los embarcó en una combi de
Transportes Milla que circulaba, cada fin de semana, de Huarás – Cochapetí - Huaras y luego cabalgando su caballo “Rayo”
se dirigió hacia Lliuyaq, estancia ubicada tres kilómetros de distancia.
La mañana era esplendorosa y
los rayos del sol que irradiaban desde la punta del cerro “Ishque Cruz”,
presagiaban un día caluroso. Belisario pensaba estar en Lliuyaq antes del medio
día y ya se imaginaba saboreando chicha fresca elaborada con jora de maíz, que
seguramente lo convidaría el “Pachas Claver” como anticipo a una pachamaca de
tres carnes como era costumbre.
A medio kilometro de su destino
se topó con una tranquera, se bajó de su acémila, la abrió y luego de cruzarla la cerró para evitar el ingreso
de animales dañinos que cerca pululaban, atraídos por las sementera de cebada y
los pajonales de las laderas o sembradas.
Al llegar al patio amplio en cuyo centro se
elevaba un floripondio cuya sombra contrastaba con las de los corredores
amplios de la casona, se dispuso a bajar de su caballo, cuando un perro
descomunal de color negro se abalanzó ladrando enloquecido, mientras levantaba
sus patas y se colocaba en el cuello de la acémila intentando morderlo. El caballo giró y ,
levantó las piernas traseras, coceó con tanta fuerza que el perro se estrelló
en el muro; transcurrido fracción de segundos se levantó y volvió a atacar.
Él le dirigió palabras suaves,
tratando calmar la ira del animal, pero el perro estaba endemoniado. Ladraba y
jadeaba sin cesar. Echaba espuma por la boca, los ojos parecían desviarse y los
pelos del lomo erizados le hicieron notar que estaba ante un perro rabioso. La rabia enfermedad siempre mortal podría
trasmitirle a través de una mordedura. Don
Belisario llamó, repetidas veces:!Don Claverrrr!, pero nadie se asomó. Intentó
galopar con su caballo y salir del patio acorralado, pero esta vez la bestia no
le respondió.
El calor se hacía sentir y el
jinete se encontraba preso de un perro rabioso que no le dejaba apearse de su
alazán y el silencio sepulcral que hacía presagiar que la mansión estaba
deshabitada. Pero ¿Por qué? Sabían de su visita y del trabajo que iba a
realizar con “Corta Viento”.
Era la primera vez que se
encontraba en una situación de este tipo y no estaba preparado. No llevaba
consigo arma blanca ni de fuego, no tenía y tampoco sabía usarlas.
El calor y los nervios le
hacían transpirar más de lo común. El caballo, que se había replegado al
corredor amplio de la casona estaba bajo la sombra y con el correr de las horas
quedó expuesto a los rayos del sol que parecían concentrarse sobre el jinete
que tenía sed y que temía desmayarse en cualquier momento y entregarse a las
fauces del perro rabioso.
Belisario trató de apearse,
pero de tanto en tanto el perro se abalanzaba sobre sus piernas echando espuma
por la boca. Le preocupaba la ausencia de Don Claver ¿Y si la bestia rabiosa
los habría destrozado y comido?
En el pueblo nadie lo echaría
de menos, si no aparecía, pensarían que había ido a algún caserío cercano, de
los ochenta que existían en la comunidad,
a curar animales enfermos o a controlarlos. Así que tenía que resistir
hasta el momento que llegaría el dueño del fundo o algún pariente. No tenía
otra opción: Resistir sentado sobre el caballo.
Deseó que lloviera a torrentes
para que el perro salvaje se fuera. Él, que siempre pensó que Dios era para las
cucufatas y los niños, que todavía inocentes podían depositar su Fe en la
Sagrada Familia, se vio de repente tratando de recordar el Padre nuestro. Si,
Belisario se acordó de Dios y con las manos cruzadas empezó a rezar: “Padre
nuestro que estás en los cielos... Hizo
promesas y se santiguó: “Si me salvo de ésta, iré a Misa todos los
domingos”, “Si salgo vivo, entro como mayordomo a la fiesta de los Negritos para pasar el año entrante en compañía de
todos mis familiares, con quienes comeré, beberé, bailaré y me divertiré a lo
grande.
Muchas cosas pasaron por la
mente de Belisario. En especial lo triste que sería morir de esa manera tan
absurda: de sed, preso de un perro rabioso. Justo a él, un veterinario de
prestigio que lo único que deseaba era que los animales vivan felices.
La bestia continuó girando
enceguecida, cuando una gallina se acercó cacareando Cro cro cro y la fiera la
descuartizó con sus dientes y se la tragó; luego arrancó la alforja de la
montura y la hizo trizas y se comió los fiambres consistente en carne de cuy y
charqui. La locura del monstruo crecía con las horas a medida que aumentaba la
temperatura.
Se hizo de noche y los
arreboles multicolores que se iban tornando violáceos, rojizos, grises y negros
desaparecieron en la oscuridad de la noche. La bestia, con el estómago lleno
con los fiambres sustraídos de la alforja del veterinario, se retiró a los
patios interiores a dormir.
El domingo, al amanecer no
había rastros del animal rabioso ni señal de presencia de los dueños o
servidumbre. El veterinario se dirigió al tejado para divisar su caballo que
pensaba estaría en el segundo patio para ensillarlo y partir; pero no estaba.
No tardó en desmayarse. Así lo
encontró el repuntero Chavinillo al llegar el lunes por la mañana. Todos dicen
que fue un milagro que haya resistido tantas horas sin agua con temperaturas
tan altas.
Ingresaron al tercer patio de
la casa, poblado de flores y árboles frutales, ahí Don Claver Moreno y su
esposa Pascuala se encontraban destrozados por los colmillos de la bestia negra
y muy cerca “Corta viento” también yacía.
Cruzó volando el ambiente una
ave malagüera:!Paca paca paca...!
LA MALDICIÓN MALDITA
Por:
Domingo de Guzmán Huamán Sánchez
Teníamos referencias de las
riquezas históricas y culturales del mundo andino, a través de los estudios
realizados en la asignatura de Ciencias Sociales, en el colegio de “La
Libertad” de Huarás.
Llegamos al pueblito de
Cochapetí, ubicado en la zona de la Vertientes del Pacífico, después de haber
recorrido pampas inmensas de la puna y fuimos recibidos por mi mamita Primitiva
Magna Sánchez quien nos condujo a la cocina y después de entregarnos unas
mantas para abrigarnos, nos sirvió pocillos de café humeante con empanadas de
chicharrón, elaboradas en la panadería del hogar familiar.
Los primeros días de la semana
salimos al campo, en compañía de mi padre,a constatar la presencia de manada de
reses que estaban al cuidado del repuntero Roberto y su esposa Marcelina
encargados de la vaquería, cuyos productos, quincenalmente, lo llevábamos al pueblito de Huarmey, para su venta.
Durante los meses de enero y
febrero recorrimos los parajes de la
comunidad campesina de Cochapetí, escavando tumbas pre incas y coleccionando
ceramios, alhajas e instrumentos musicales de la cultura Wari y Chavín, en los parajes de Quellcama, Utcush y Siete
Ventanas. Esta última joya arquitectónica admirable.
En Huarmey capital de la
provincia del mismo nombre, donde efectuábamos la venta de quesos, mantequillas
y comprábamos fideos, azúcar y arroz, aprovechamos la oportunidad para
contactamos con los compradores clandestinos más poderosos a quienes vendíamos
colecciones importantes de arqueología.
Nos encargaron realizar los
trabajos más arriesgados, con tal de tener en sus colecciones privadas, los más
afamados tesoros, sin importar el costo. Con mi primo hice un pacto de trabajar
juntos y nunca pelear por un solo centavo, es así que todo lo compartíamos por
iguales.
En la Cevichería “El Chino”,
donde cada mesa era atendida por una mesera que prestaba servició completo, nos
contactamos con un grupo de huaqueros serios con quienes planificamos salidas
para huaquear. Así, llegamos a visitar los restos arqueológicos de “El
Castillo” localizado a 1 Km. del distrito de Huarmey.
El complejo arqueológico
actualmente se encuentra rodeado por terrenos de cultivo y por la apertura de
una trocha carrozable que cortó al sitio en sus extremos Sur y Este. El sitio
está compuesto por tres sectores muy bien definidos:
-
Plataforma de
adobes: Sobre la cima de
la plataforma existen una serie de muros que corresponden a
cuartos que presentan una disposición irregular y la mayoría de estos no
presentan vanos de acceso que permitan el libre tránsito de un cuarto a otro.
-
Centro urbano y cementerio: Recibimos
noticias de que allí existía un palacio pre inca, cuyo perímetro estaba
amurallado como previsión al huaqueo generalizado.
Comentaban los huaqueros que en
el lugar denominado “Castillo”, cerro cubierto por arenal y basuras, estaba
enterrado un palacio perteneciente a un ser supremo de la cultura Wari, que
llegó al valle de Huarmey para reinar allí; el referido emperador, para
proteger su rostro usaba una máscara dorada, trabajada con altos y bajos
relieves, sus ojos eran dos grandes turquesas y sus orejas estaban adornadas
con los más finos rubíes; para proteger su cuerpo del contacto con los
mortales, lo cubría una tela fina de algodón bordado con hilos de oro y plata,
sus uñeras estaban hechas de conchas de nácar.
Con los rayos de luna, los
huaqueros, que conocían perfectamente la zona, nos guiaron con dirección al
templo pre inca; subimos a pie un monte lleno de zarzas, arboles, fangos y
animales salvajes, el viaje duró aproximadamente dos días y medio, al promediar
la media noche, motivado por la creencia que señalaba que aquel dios descansaba
a partir de la 12 de la media noche hasta los primeros rayos de la aurora.
Permanecía despierto, para poder velar su reino y la única manera de entrar al
lugar, seria llegando a la hora señalada, de otro modo los huaqueros no
aceptarían acompañarnos.
En el camino, comentamos, de
todo lo que encontraríamos en el lugar, lo tomaríamos como siempre, sin ninguna
importancia; por la oscuridad en la ruta solo
podíamos distinguir lo que estuviera a un metro de nuestros ojos, el
fuego y las luces estaban prohibidas de llevar, porque estas despertarían al
referido dios, pues el fuego era su fuente de energía.
Luego de haber ascendido por una montaña,
escuchamos a un guía murmurar, "es aquí" y pidió que nos arrodillemos
y coger un vaso de chicha de jora de maíz, llevado ex profesamente y derramado
sobre el campo, pidiendo permiso a los espíritus para que nos permitieran
ingresar al lugar, sin sufrir consecuencias. Uno de los profanadores de tumbas,
muy molesto dijo: !Echenlo ya y vámonos de una vez! Yo le pedí calma, era mejor tenerlo de
aliado, que de enemigo
Luego de arrojar la bebida y
caminar unos pocos metros a ras de tierra, como lo habían pedido los huaqueros,
pudimos distinguir una potentísima luz, casi comparada con la del sol, su
brillo se debía a que todo el lugar, estaba decorado con estatuas de oro de
guerreros que cuidaban el lugar y había una sola puerta de ingreso; casi
atónitos, caminamos mirando lo que nunca
habíamos visto, luego de abrir paso a través
de un cúmulo
de rellenos de arena y basuras formadas por hojas y ramas de los árboles conseguido, lo más difícil, llegar al
lugar sin contratiempos.
Una maldición advertía, no
profanar, aquel lugar, los que ingresaran, sin el debido respeto sufrirían
muerte segura y peor aún, a quien se atreviese a ver directamente el rostro de
la momia del dios supremo.
Luego de recorrer largos
pasillos, llegamos a la sala principal, donde encontramos momias de personas
arrodilladas y con la mirada hacia el piso y de espaldas al dios principal y un
gran aviso escrito en el techo, que decía !Quien
se atreva a mirar al rostro del gran dios, sufrirá de toda su ira! Al
instante, con mi primo, nos abrimos paso entre las momias, nuestros
acompañantes nos miraban asustados, pues pensaban que solo saquearíamos lo que
el templo contenía, pero de ninguna manera, tocaríamos la vestimenta y mascara
dorada del dios,. Al ver que nos
detuvimos al llegar a nuestro objetivo, empezaron a correr hacia la salida,
pero sabiendo que esto podía suceder, los saqueadores, contrataron a dos
mercenarios que les obligaron a volver, para cargar las cajas llenas de
tesoros.
Con mi primo, decidimos desprender la máscara
y vestimenta de aquel dios, lo hicimos suavemente, el cuerpo era similar al de
cualquier humano, pero al levantar la máscara, solo por una decima de
segundo, pudimos apreciar un rostro
distinto a
todos, era, al mismo tiempo, hombre y mujer con ojos grandes y penetrantes;
pero al segundo, su cuerpo se desvaneció como una exhalación.
Con
la máscara y la armadura en manos, decidimos partir del lugar y llegamos al
pueblo de Huarmey, ahí embalamos ceramios y alhajas y lo vendimos a los
saqueadores que partieron en una lancha.
Ya
de retorno al hotel “Esperanza”, abrimos los bultos restantes para contar y
dividir el tesoro que quedaba. Destapamos una botella de Ron Cartavio y bebimos
mezclado con Coca Cola y limón. A la media noche, estábamos muy borrachos y nos
aprestábamos a dormir, cuando un ser extraño ingresó y le entregó un sobre a mi
primo. Lo abrió y leyó en voz alta.
Decía: "Gracias amigo, por compartir conmigo el tesoro. La máscara y el
traje ya son míos y cuando termines de leer esta carta, el veneno de tu copa,
estará ardiendo dentro de ti y de tu primo hermano”.
EN EL TÓPICO
Cuento
De la Sala de Emergencia del Hospital Nivel
II de Es Salud de Huarás, por orden del Dr. Wlfredo Cosme Olaya, fui derivado
al Tópico de inyectables y cirugía menor, donde realizan
curaciones, suturas, inmovilizaciones, inyectables endovenosos e
intramusculares, con la máxima asepsia y antisepsia requerida y oportuna a los
pacientes asegurados y personal en general.
Las paredes del interior de la sala
de espera me causaron impresión desagradable porque estaban pintadas con
colores, azul, verde, rojo, blanco; tenía dos bancas donde cabían, apenas,
diez personas; “sin duda que el exterior es parte de nuestra belleza y es un
reflejo del interior” y si se modificara para agradar a los pacientes
perdería su autenticidad. Sofocaba por el techo de eternit.
Una practicante iminuta, con acento
carhuasino y ojos pequeños como de tórtola, doblaba y cortaba papeles bond
tamaño A4; otras se movían con sonrisa a flor de labio de uno a otro lado
contrastando con una enfermera que, sentada detrás del pupitre, reflejaba a
través de su serenidad el principio:”Sí debo respetar a todo ser humano,
también debo respetarme a mí mismo como tal“.
|
Los pacientes ingresaban, respetando su turno, al interior por
un pasadizo corto que desembocaba en dos ambientes de curaciones e inyectables,
desde donde provenían ruidos que reanimaban esperanzas, sonidos mecánicos de
cosas punzantes que giraban y se clavaban en las heridas. Me senté frente al
escritorio. Di mis datos a quien me señaló el asiento de turno.
Una auxiliar con guantes blancos y mascarilla salió del interior con caminar cimbreante de mariposa en vuelo y
dijo:
- El siguiente paciente para la curación, ¡pase!
Ingresé cojeando, detrás de ella, porque días antes me había
ampollado el empeine del pie izquierdo y tenía curaciones profesionales
especializados y de buen trato, pero no sentía mejoría.
La joven delgada, con cabellos lacios y largos, que me recordaba
a la Venus de Boticcelli, y con sonrisa de Gioconda, que me dijo
llamarse Yoselinda Olinda Cabrejos
y que realizaba su Internado, me sonrió con afecto y poniéndome la mano
suave de algodón sobre mi hombro izquierdo, sonriente me ordenó.
- ¡Siéntese en la camilla!, quítese la sandalia.- Como niño
asustado, del primer día de clases, hice todo lo que me ordenó. Era un
autómata.
- No se preocupe, en pocos días estará Ud. con las heridas
curadas y podrá retornar sus actividades
cotidianas.
Cogió un lavatorio donde puse mi pie izquierdo. Remojó la herida
con agua sulfatada y cogiendo porciones de gasa lo secó y empezó a desprender
partículas de carne muerta que cubría una de
las tres heridas. Transpiraba frío. Noté
que tenía una destreza admirable. La
pinza se clavaba en mi carne, cada vez más profundo, hasta llegar a los huesos
del Pulgar que refractaban
las formas de la falange y el metatarso.
No era la primera vez que iba al tópico, pero nunca sentí las
ansias de curarme y sanarme porque los días se aproximaban como avalanchas de
un huayco. Tenía un encuentro de poetas y escritores en la ciudad de “Caraz
dulzura”, y como uno de los organizadores del XX Encuentro de AEPA, tenía
funciones específicas que cumplir. Faltaban ocho días.
- La callosidad en tus heridas no
permite regenerarse la piel, trataré extirpar
algunas partículas y no se preocupe,
para su compromiso estará ya muy bien.
- Gracias por su
aliento humano.- dije, muy reanimado.
Concluida la curación, atravesé el
callejoncito estrecho de cuatro metros de largo y me dirigí a la puerta
principal de salida. Subí al colectivo y muy aliviado retorné a mi hogar.
- ¿Qué…?
Fue en ese momento que los dedos de Yoselinda Olinda Cabrejos, largos y afilados
como navajas, se apoderaron de mi pie izquierdo y lo cercenó, diciendo:
- Esto es un
estorbo, ya no le sirve para nada.- Tenía los ojos rojos y echaba espuma verde
por la boca. Una lengua bífida y larga salió de su boca y lamió mi herida y
luego la secó con gaza. Mi esposa ingresó al ambiente de curaciones al escuchar
mi grito, y la bandeja de metal que soportaba mi pie cayó al suelo, produciendo
un ruido ensordecedor.
- Señora, por favor, coloque la bandeja sobre la mesita
y salga.
Mi cónyuge cumplió con el pedido y
salió, sin presagiar lo que me sucedería...
Me volví hacia Yoselinda Olinda. Ahora, la dulce,
comprensiva y consoladora interna, tenía
su propia máscara, hecha de sangre oscura y tibia. La lengua le colgaba como la
de una pérfida, hasta la mitad de su pecho;
extendió su mano derecha, sosteniendo un puñal filudo y brillante,
que lo dirigió a mi cuello y su boca se abrió con un crujido,
diciendo:
- ¡Voy a degollarte como a cerdo!
- ¿Por qué me va a degollar?
- ¡Por irresponsable!. Siendo diabético no se cuida.
Tienes hijos y nietos que Mi mente se nubló, y sentí mi
transformación en un marrano gordo.
Fui cogido por manos aceradas que me
introdujo un puñal brilloso por la
garganta... Sentí que la punta filuda desgarraba mi corazón que hasta ese
instante palpitaba con emoción de años mozos y dije: “Mi sacrificio no será en vano, degustarán mi carne
convertida en chicharrón acompañado de mote y un poco de salsa picante en mesa
familiar. Mi sacrificio tendrá su lado festivo y de celebración, además del
económico”.
Cuando
desperté, me asomé a la ventana de mi dormitorio ubicado en el tercer piso de
mi casa y contemplé una larga calle entre
grises edificios y algunos maceteros donde florecen plantas. Niños, jóvenes,
perros y palomas mojados por las gotas del rocío. Su figura angelical con el sol se dibujó y mis labios
deshilvanaron los siguientes versos: Siento que
tus labios son míos / y tú no lo sabes.
/ Sépalo: Soy / tu sol eterno / y tu
hundimiento de mina de oro.
El tiempo que duró mi curación he
notado amplia experiencia del personal del tópico y la dedicación ejemplar de
los practicantes e internados y los aportes considerados de mayor relevancia en
la práctica médica actual, en referencia al manejo de heridas y el proceso
biológico de la curación de tejidos que es una de las áreas de estudio más
extensas de la medicina moderna, que a su vez reúne abundancia de situaciones
clínicas diversas, investigación de alta complejidad y tecnología precisa.
- ¡Cuánto tarda! – escuché que dijo el
paciente Jorge en la sala de espera, que
apuró mi curación y salida pronta al exterior.
Los otros que no dijeron nada, se sentían nerviosos. Del otro
lado de la puerta les llegaban sonidos de succión, de chapoteos y llanto de
niño.
Desde el interior del consultorio, Salió una voz encantadora:
- ¡El siguiente!
Jorge Manrique, un diabético como yo, dejó a un lado el
periódico que estaba leyendo, se incorporó de la silla y dijo a nadie en
particular:
- ¡Mi turno! - Ensayando una sonrisa vacilante, tomó una
profunda inhalación de aire e ingresó.
Me dijo que tenía cinco
dedos amputados y una herida resistente a la curación. Los pasos se perdieron
en el sendero de la incertidumbre y la
desesperación humanas, mientras hilvanaba mis pasos hacia el exterior con
ansías de servirme un vaso de quinua con tamales, en la fonda del frente...
TRES POEMAS PARA NIÑOS
ABUELITA
Por: Domingo de Guzmán Huamán Sánchez
La mamá de mi mamá
es mi abuelita querida,
la viejita consentida
que sus caricias me da.
El papá de mi papá
es mi abuelito querido,
el viejito consentido
que sus consejos me da.
Dos papás y dos mamás
de mis santos padres tengo
Y nunca los contravengo
por no perderlos jamás.
CORAZÓN
Por: Domingo de Guzmán Huamán
Sánchez
MI corazón es blando
porongo
que conserva cuatro
cavidades:
irrigadores y receptores
de sangre con que me mantengo.
Late de día y late de
noche
y su tic tac eterno señala
que la vida con su dura pala
nos lleva a la tumba en
negro coche.
Su latido es dulce
vibración
que convoca a una vida
mejor
porque procura ansiado calor
al entrar en permanente acción.
El corazón y su mondonguito
cocinado en un ollón gigante,
adornado con ají picante,
es para degustar con traguito.
LA COSECHA DE VALORES
Por: Domingo de Guzmán Huamán Sánchez
La joven madre a su hija se
acercaba
y sus labios sobre la frente
posaba
y con siempre vivas de su
jardín florido
su tierno
corazón perfumaba.
La niña rebosante de alegría
sonrisas a la luna regalaba,
alegrando a su santa madre
que con paciencia la
modelaba.
Lonchera y besos en la frente
en su niñez Jamás le
faltaron;
cuerdas, balones y vivas
en recreo jamás escasearon.
!Hasta luego mamita!
!Hasta luego papito!
Partía, como gacela, a su
colegio;
dejando detrás estelas de
esperanza.
En la ceremonia de
graduación,
sus ojos y la de sus padres
brillaron.
Al recibir el grado con
emoción
exclamó: ¡Gracias padres
míos!
Allí estaban sus raíces benditas
destilando de
sus orbitales
rocíos tibios
que resbalaban
alegrando al ser
que dieron vida.
Transcurrido las
sendas del tiempo
llegaron los
inquietos nietos;
los padres ya
son abuelos
y la hija es madre ejemplar.
El airecillo de
la felicidad refresca,
nadie reniega,
sufre ni padece;
en la fronda
familiar el eco repercute:
¡El que siembra
valores cosecha valores!...
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