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| Plaza de Armas |
PRESENTACION
“Caraz
fue creado por el libertador Simón Bolívar, siendo legitimado como tal el 29 de
diciembre de 1856 por el entonces presidente peruano Mariscal don ramón
Castilla fue designada como capital de provincia de Huaylas el 25 de julio de
1857.
Podemos
ubicar en Caraz importantes manifestaciones arqueológicas, las cuales no
están aún plenamente identificadas y
presumiblemente algunos monumentos arqueológicos que subsisten pertenecen a las
culturas Recuay, Wari o Inca.
En la época colonial no se
registraron acontecimientos de trascendencia, sin embargo, se sabe que ya
existía un pueblo desde aquella época,
en el actual asentamiento de la ciudad.
En la época de la Emancipación,
caraz sirvió, como los demás pueblos del Callejón de Huaylas, de cuartel
general para las fuerzas del
ejército del libertador Simón b
Bolívar , desde donde marcharon a
las batallas finales de Junín y Ayacucho.
Lo expresado ha sido el tema
motivador para la estructuración de la
presente plaqueta, cuya finalidad esencial es : entregar a la niñez y juventud
estudiosa una plaqueta motivadora para la investigación de las creaciones culturales y personalidades
que trazaron el sendero brillante de la intelectualidad, en el escenario de la
provincia de Huaylas, su capital Caraz.
Domingo
de Guzmán Huaman Sánchez
autor.
AL JARDÍN DE AMÉRICA
Hilvano mis versos de cristal y trinos domados
para cantar a la “Perla en el
Jardín de América”
al desgranar los años de su creación
política
y pincelar en lienzos de
nieve a Inés Huaylas,
forjadora del mestizaje en la nación de los incas.
HUELLAS PRE INCAS
Los destellos después de la penumbra
permiten el reencuentro con el pretérito
cuya urdimbre esta constituida por fibras
de muslos pigmentados por el trabajo:
En Caraz
Tumshucaico con sus laberintos de sueño
patrulla en sus cavidades relieves de piedra;
Inca Waín, morada del rey, es oratorio piramidal
incrustado en la médula misma de Yuracoto.
Pueblo viejo, ansiedad ajustada por paredes
Sensuales de las lagunas de Parón y Marcané,
testimonia el triunfo de la vida sobre la muerte
con las osamentas encrustadas
en sus chullpas.
Shanlla Qoto, colina de
aspiraciones estéticas,
nos muestra su arte vital en cerámica
ocre-blanco
que refleja con el sol el vuelo sosegado y vital
de los inquietos pichones del dios
Cóndor.
En Santa Cruz
Adheridas en las paredes de la historia estàn:
Katismá, ciudadela poblada por cabezas clavas;
Apra con edificación estratégica de protección;
Ramrash sanatorio de cirujanos
cósmicos
y Pariamarca, morada principesca de Rimash
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| Lagunma de Parón
que permitió
deshojar sus pétalos blancos
para lograr el
espejo ondulante
para su comarca
sedienta.
En Pueblo Libre:
La trilogía
estética de expresión lítica
en Pariacatac,
Huantar y Huarmi Rumi
es el museo
universal de arte pre inca
con esculturas
de fertilidad deificada.
En Huata:
Ciudadelas de
Kjantump, Katiamá y chonta
con sus estructuras líticas de doble dimensión
permiten captar
a través de sus ventanas
los horizontes
danzarines de la Rosa Náutica.
En Mato:
Mallman, Puka,
Huatipampa, Atun Rachinaq,
y Kjangua, son
vestimentas de piedra y barro
se alejan, muy
quedos, de la bahía del olvido
desafíando a la
tempestad fogosa de Cronos.
En Pamparomás:
Las chullpas de Pampac, Uchucuncayoc,
Apachamá,
Piascoto, Putscap, Càtac,
Pacha Urán,
Huitoc Coto, Mallma y Collca
abrigan en sus
galerías a hombres de forja
que dejaron
senderos claros para recorrer.
Los murales
mágicos de Inti Rumi y Hatún Jirca
y el Mortero
hierático de labio erizado de Huantallón
son muestras
plásticas de singular maestría
de la
concepción mágica de realismo social.
En Yuramarca:
Son
monumentales las pircas de Huarancayoq,
la ronda
universal petrificada de Huanta corral,
las
andenerías fértiles de Palillo, Torre,
Pueblo viejo,
Yancana y Canta Gallo
por sus
expresiones de solidaridad cósmica.
En Huaylas:
La ronda de construcciones
milenarias
de Chupa Coto, Pueblo Viejo, Wincush,
Rario y Chipta Jamanán con su solidez
rememoran al glorioso Tahuantinsuyo .
En Huallanca:
Dispersos en la dimensión paisajística
se perennizan Chacpa y Plaza
Pampa,
completando la creación
aborigen regional,
que compiten con el brillo de
las estrellas.
RASTREANDO EL INCANATO
Tupac Yupanqui hermano de Pachacutec
propulsor de la expansión territorial Inca
logró la unidad con los Hatún
Huaylinos
y al retirarse dejó funcionarios
de control.
La región de gente indomable y
libre,
fracturó el cetro de autoridades impuestas
y Huayna Cápac, con instinto de
Atoq,
para mantener el predominio del Sol
sedujo a la bellísima princesa
Quispe Sisa.
INVASIÓN Y DOMINACIÓN
En su divagar de Cajamarca a Pachacamac,
el Capitán Hernando de Pizarro bandeó el Santa,
con veinte jinetes en caballos de Santiago Apóstol,
por el puente impertérrito que desafía al vacío.
Atahualpa aferrado a la vida oferta a Pizarro:
¡Catay! a mi hermana que la quiero, tomadla;
entonces, Quispe Sisa fue bautizada como Inés
y procreó a los mestizos Francisca y
Gonzalo.
Don Santoyo Valverde, lacayo
del virrey Toledo,
con pócimas cristianas subyugó a los huaylinos
y quitándoles la
mascaypacha orlada de arco iris
los tornó rebaños en Mato, Huata y
Caraz.
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en aras de la
libertad con trigal y maíz
son los
ejemplos inmortales gravadas
en Guacra, Yanahuara y Canta Urán.
EMANCIPACION Y REPUBLICA
Al redoble de
los tambores patriotas
Bolivar trotó
desde Pativilca hasta Caraz
y su rastro
tuvo incidencia en la causa libertaria
orientada y
cimentada por el Santo de la Espada.
Tras los pasos
de Eduardo Lucar y Torre Polo
el presbítero
Benedicto Tejada García de Milla
tomó las armas
y peleó en Huamantanga
utilizando sus
garras y arrogancia de puma.
Mariano
Hermenegildo Lúcar Cisneros,
fulminó la
rebelión realista de Corongo
frustrando con
el resplandor de la cruz
el plan siniestro de mantener el cautiverio.
GUERRA CON CHILE
Contra la
estrategia conquistadora de chile
se irguió
Germán Ivanhoe Alva Jurado,
y combatió en Huamachuco, junto a Cáceres,
donde muró con
el bicolor pegado al corazón.
CARAZ INTELECTUAL
A veces en el
fragor de la lucha
y otras en plena democracia,
los juglares de
la voz enardecida
lanzaron su
saeta contra la ignorancia.
Alzaronse,
lentamente, uno tras otro,
y recorriendo
los caminos del Arco Iris:
detuvieron las luces y domesticaron los trinos
para abrir
trochas con luz propia y cantos de paz.
Domingo Alba Herrera, domó el
corcel poético
con riendas diamantinas del idioma quechua
y recorrió pueblos llevando la voz salvadora
reforzada por su acción ejemplar y mesiánica.
Arturo Alba Jurado, diputado y periodista,
propugnó la vía férrea de Chimbote a Recuay
y captar la fuerza energética
del río Santa
en la Central Hidroeléctrica del Cañón del Pato.
Carlos Philipps, mártir de la democracia,
se enmadejó en la bobina de su época
poniendo su fe en aras de una ideología
poetizada en las grafías expresivas del quechua:
“¿Kikin kushikicho kekarnin
pitaq naneta
yarpan,qotsukurnin,
tushukurnin, pitaq shonqo
tutapeta makunman?”
Acrecientan el caudal
cristalino y vivificante
de las corrientes literarias huaylinas:
Mercedes Arado, poetisa de amor y
ternura;
Domingo Ángeles Ramírez, vate retórico.
Lo festivo y locuaz surge con Carlos Donayre;
El modernismo con Sixto Alegre Aponte;
La floklorologìa con César Ángeles Caballero
Y la novela nativa con Oscar Colchado Lucio.
Junto a Teresa Espinoza, espejo de musa infantil,
continúan tejiendo sendas de luz tenue
Raúl Meneses, sembrador de fibra pedagógica
y Román Obregón, aeda y narrador ínclito.
Integran la trilogía del conocimiento caracino:
el ensayista y periodista de línea Rómulo Pajuelo;
Ángela Torres, dramaturga y poetiza lírica
y Augusto Soriano, arqueólogo de sangre andina.
Con Atlas Arrebataron al cielo sus relámpagos:
Celso Torres, satírico digitador y burlón.
Celso Suiberto Torres, periodista y cuentista
Víctor Milla, ceramista y pintor de raíces inca.
Con Jorge Bernuy, Maestro de
Carmen Rosa Jaramillo, cromatista indigenista;
El manjar blanco infusión de manos caseras
y la miel sustracción de colmenas vehementes
constituyen la esencia tradicional de mi pueblo
bautizado con acierto: CARAZ
DULZURA.
Los pichones de picaflor con vuelo rap rap rap.
habitan los jardines de tradición huaylina
donde succionan el almíbar de flores aromatizadas
regando los sensibles brotes de la cultura andina.
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