sábado, 25 de enero de 2020

GUALICHO-






GUALICHO

DOMINGO DE GUZMÁN HUAMÁN SÁNCHEZ

A fines de la primavera de la última década de mediatos del siglo XX, el sacristán don Gualberto Villarreal López, más conocido por su apelativo “Gualicho”, que siempre mostraba fortaleza asombrosa, de un momento a otro,  sintió  agotamiento y se postró en cama.
En mi condición de sobrino, asumí la responsabilidad de atender al anciano solitario, que  no podía moverse de su lecho, situación incómoda y difícil que gracias al apoyo de la señora Enriqueta Oropeza, capacitada para estos menesteres, se solucionó los problemas de cambio de postura, alternando las posiciones para estimular la circulación sanguínea y  prevenir las úlceras.
Durante un mes, abrió la compuerta del lago de la historia de su vida, transitada por los senderos ondulantes de los ecos del repique de campanas.
Empezó diciendo: “Querido sobrino Jerónimo Aliaga, cuando agucé  los sentidos al observar a nativos que eran azotados y exigidos a realizar trabajos  forzados, a cambio de migajas de alimentos y ropas usadas, me propuse, aun siendo  niño, convertirme en sacristán para interceder ante las autoridades eclesiásticas, solicitando trato humano para los nativos en la ejecución de cobranzas de impuestos, consistente en:
- Diezmo que era la entrega de la mejor producción agropecuaria a la Iglesia que lo disfrutaban, a manos llenas, los monjes y las monjas en los seminarios y conventos, mientras el pueblo tenía alimentos, apenas, para sobrevivir.
- Primicias que eran los impuestos eclesiásticos que imponía a la producción ganadera. Los encargados de las parroquias  se constituían a las punas y escogían los mejores animales y se los llevaban sin que una voz diga: ¡Alto!
- Derrama que era la contribución que daban los nativos a la corona, cuando España se encontraba en guerra con otros países.
- Tributo indígena: Los nativos de 18 a 50 años pagaban,
obligatoriamente, un impuesto en especie o en moneda. Con todo esto, el pueblo cada día se desnutría más y más. A mediados del siglo XX muchos comuneros de Cochapetí abandonaron la tierra de sus ancestros para buscar mejor destino en las ciudades costeñas y preferentemente en la
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Metrópoli; es por eso que en el cono Norte de Lima existen millares de cochapetinos, abocados a muchas tareas: docencia, milicia, salud, profesiones liberales diversas, comercio e industria.”
“!Sobrino Jerónimo Aliaga!, yo formé una familia cristiana y en  coordinación   con mis esposas he logrado desarrollar una producción intelectual y natural; más de un centenar de mis hijos son profesionales y residen en países extranjeros; mis animales, aparte de producir leche y carnes o sus derivados, generan excremento suficiente que combinado con lombrices, residuos de cosechas, desperdicios orgánicos domésticos y papel sirven de abono, permitiendo una agricultura rentable.”
“Siendo mozo, cada fin de semana, salía en busca de chamizas y bostas secas para que mi mamita prepare alimentos; y una mañana calurosa, estimulado por la sed, me aproximé a la fuente de “Paccha Urán”  e inclinando la cabeza llené con el cucharon de mis manos la botija sedienta de mi estómago y cuando levanté la frente, mis ojos se eclipsaron al contemplar una figura sumamente  extraordinaria de un adolescente con ojos de cielo y piel de rosa, apenas cubierto por una vestimenta zurcida pero limpia, complementado por un poncho de lana de vicuña.  Me dijo llamarse  “Jeshuco” y que vivía cerca”.
JESHUCO
Un día Lunes, con el Sol, me acerqué a la Casa de “Gualicho y durante el desayuno, me relató lo siguiente:
- Después de tantos encuentros con Jeshuco, que nos permitió  dialogar sobre nuestras inquietudes adolescentes, una vez, me condujo a un lugar, apenas perceptible por su ubicación en una hondonada, donde el sol no podía juguetear con las “wecllas” y sus “machitus” que servían de cubierta la entrada imperceptible de la cueva, ubicada a cierta distancia de “Paccha”.
Jeshuco juntando las palmas de las manos sobre su pecho y cerrando los ojos imploró a las nubes y, al compás de truenos y relámpagos, la cueva se transformó en una mansión  con todas sus comodidades y cuando salimos, imploró con las manos juntas y la mansión tomó su estructura original.
Desde aquel encuentro, cada fin de mes, nos reuníamos en su morada cuyo jardín tenía como bóveda un cielo transparente de belleza inimaginable y bajo ese manto fantástico  compartíamos momentos gratos, en las instalaciones donde las aves se solazaban libres y nosotros
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disfrutábamos los  juegos  agradables en columpios, ruedas  y nadábamos en la piscina rodeada por plantas ornamentales y poblada por patos, wachwas y cisnes de mirada vigilante.
Una tarde, mientras compartíamos vasos de gelatina con pasteles de maíz, me dijo que tenía el poder de conceder  juventud eterna, a quien le solicitaba, siempre en cuando era una criatura con vocación de servicio a la comunidad mal tratada. Desde aquel día, pasaron semanas y nuestra relación amical era cada vez más estrecha y yo tenía más capacidad de convocatoria para realizar diferentes actividades a través del mensaje de las campanas.
“Transcurrido años, cuando ya tenía esposa e hijos, recordé sobre el diálogo de la  eterna juventud y preguntado me respondió.
- Gualicho, hombres como tú necesitan vivir años y gustoso te voy a proporcionar la fuente de la eterna juventud.
-¿Dónde se encuentra la fuente Jeshuco?
- La tengo
- ¿Me puedes proporcionar la fuente?
- ¡Claro que sí! … te proporcionaré.
- ¿Y qué hago para tenerlo Jeshuco?
- ¡Un momento!.- diciendo, ingresó al urinario y después de un breve rato apareció con un frasco rectangular de vidrio, conteniendo un líquido ámbar, ¿orina? que depositó en mis manos”.
- ¡Toma!
- ¿Cómo lo utilizo?
- Guardas en un lugar muy seguro a donde solamente tú puedes ingresar y nadie más que tú, y solamente el primer día de cada año bisiesto beberás una gota.
- ¿Con infusión de alguna yerba?
- No, a la hora del Ángelus, con el Alba, viertes una gotita en la palma de tu mano y la bebes con ayuda de tu lengua.
-  ¡Muchas gracias Jeshuco!
- Si no cometes errores en su dosificación, serás eterno.
 En esos instantes, hizo su ingreso al comedor  la señora Enriqueta Oropeza, saludó cortésmente y solicitó a Gualicho que se  dirigiera su lecho para la medicación correspondiente, circunstancia que aproveché para retirarme.

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LOS DOMINICOS EN COCHAPETÍ
Don Gualicho a la hora de la cena, retomó su crónica apasionante:
- Jerónimo, desde la llegada de la Congregación de los dominicos a Cochapetí, hasta ahora,  he cumplido con la dosis cuyo frasco se me extravió, durante el huayco de la semana pasada que asoló las Vertientes del Pacífico, Justo un  día antes del inicio del año bisiesto. Siento cansancio y debilidad en todo el cuerpo. En mis sueños, Jeshuquito  me ha anunciado que ha llegado la hora de mi partida al más allá. 
Cuatrocientos años  me he  desempeñado como sacristán del templo Apóstol Santiago y en ese lapso he servido a Dios y a sus siervos, orientado por millar de sacerdotes procedentes de los obispados del  Perú y del mundo.
  Desde mi postración en el lecho de enfermo, todos los días, recibo visitas y apoyo de la comunidad. Cada aliento me deja palabras de consuelo
. Al mirar el crucifijo de plata, pegado a la pared, que está frente a mi lecho, digo: “ ¡Estamos solos ante el mundo! … ¡Yo en mi cama y tú en la cruz!”. En mi mente bullen las palabras que Dios Padre  pronunció  el día del bautismo de Jesús: "Este es mi Hijo amado"… Ese Hijo, está crucificado frente a mí, ¡míralo¡
En la comunidad de Cochapetí, la fe por el Apóstol Santiago es tan grande como el arco del Sol que sumada al deseo de hacer perdurar las costumbres y tradiciones, de la tierra que los viera nacer, hace que los devotos voluntariamente se inscriban para festejar su Día.
La señora Enriqueta Oropeza, se acerca con sonrisa a flor de labio, anudando el hilo de la crónica, y  cambia de posición a Gualicho, en la cama, para mantener la sangre circulando. Esto le ayuda a la piel a mantenerse saludable y prevenir escaras de decúbito… Gualicho continúa:
 - Cuando los dominicos llegaron a las Vertientes del Pacífico escogieron a la comunidad de Cochapetí para ser  la sede de una Encomienda. El templo se construyó  dentro de un amplio terreno cercado por muros de  piedras labradas, extraídas de las tumbas waris, ubicadas en los cerros de Nununcayoq, Llumacayán y Warancayoq, que mantiene su forma original  de característica rectangular”.
 “La presencia de un órgano barroco es impresionante y este instrumento musical fue obsequiado por el párroco de  Huarmey, procer de la Independencia del Perú, el Dr. Gabino Uribe Antunez, como muestra de gratitud por el triunfo obtenido, en “Huallé Urán”, por los
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patriotas de las vertientes del Pacífico en su mayoría cochapetinos, contra las tropas de Rodil que se dirigían hacia Huarás a reforzar el bastión realista en el año de 1820."
“El altar mayor se construyó bajo una bóveda convexa pintada de azul celeste decorado con estrellas. Las características arquitectónicas son de estilo barroco, pintados con colores diversos, predominando el  azul, rojo, amarillo y plateado; las hornacinas en forma de arco presentan  bordas pintadas en rojo y entre los espacios con pintura azul. Las hornacinas inferiores presentan a sus costados columnas salomónicas con alfeizar saliente sobre una consola de colores; además se observa adornos en alto relieve en distintas partes del altar“.
Paralelamente, la campaña de extirpación destinada a reprimir todo símbolo que fuera en contra del cristianismo se desarrolló como parte de la visita eclesiástica realizada por el arzobispo Loayza, en la región de Huaylas. El objetivo de ello era cristianizar tanto un imaginario como una materialidad del indígena, con el fin de incorporarlo en la dinámica colonial de control.” Después de dos días de ausencia, retorné al lecho de Gualicho, quien siguió destejiendo sus testimonios.

RESISTENCIA A LAS COSTUMBRES ESPAÑOLAS
 “La continuidad del culto andino y más aún, la presencia de movimientos mesiánicos como lo fue el Taki Onkoy, en el Perú, durante el periodo colonial puede interpretarse como una forma de resistencia a las costumbres españolas y una forma de preservar las tradiciones de cada ayllu o comunidad. Estas formas de resistencia tuvieron diferentes matices, ya que el culto ya no se restringía a las huacas, sino que su poder se extendió a trozos de los ídolos, los que se podían ocultar con facilidad. Así, una piedra sin ninguna forma extraña pasaba desapercibida para el doctrinero, sin embargo para los andinos una insignificante “Illa”, talismán que trae ventura y piedras alargadas poseía  atributos divinos como las wancas”. Otra forma de camuflar el culto andino fue a través de figuras religiosas como Jesús, la virgen María o apóstol Santiago. Esta fue la más ingeniosa forma de pervivencia del culto, pues los doctrineros no pudieron darse cuenta sino hasta muy entrado el siglo XVII.”
La extirpación de idolatrías atenuó en forma dramática el culto andino pero no lo exterminó por completo. Duró por muchos años,
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inclusive hoy en día es posible apreciar el culto a la Pacha Mama o las ofrendas en honor a los apus tutelares, ejemplos de una larga tradición religiosa andina.
“En Cochapetí se realizan aún ofrendas en honor a la Tierra o “Mama Pacha”, sacrificando venados para beber y derramar su sangre y la ofrenda de la coca, frutillas, quemish y feto de vizcacha para fertilizar la tierra y obtener cosecha abundante“.
“La Pacha Mama,  Qoyllur  y  Waman son las formas más antiguas de celebración en las Vertientes del Pacífico. Con la invasión de los españoles y la «extirpación de idolatrías», la  Pacha Mama, producto del sincretismo, comenzó también a ser representada a través de la Virgen María. “
“El ritual central de la Pacha Mama o fiesta de la Madre Tierra es el pago, que implica un acto de reciprocidad, sinónimo de  dar de comer y beber a la tierra“. Todo lo que existe es parte de ella. El pasado ha generado el presente, del mismo modo que el presente va formando el futuro. De esta manera, Pacha Mama unifica el pasado con el presente, al mismo tiempo que protege y cuida a los seres vivos. El universo contiene el sello vital de la Pacha Mama, en ella se concentra todo el espacio, todos los seres y todos los tiempos. La Pachamama es la deidad protectora del aire, del agua, de la luz, del fuego, de la vida vegetal, animal y humana, ya sea en las montañas, en los mares, en las pampas o en los montes. La Pachamama para la cultura Andina, es la Diosa Protectora de los bienes materiales y espirituales de este universo, es decir en la propia naturaleza. La tierra no pertenece al hombre; sino que el hombre pertenece a la tierra. Todo va enlazado. Todo lo que le ocurra a la tierra, les ocurrirá a los hijos del Kay Pacha, (de esta Tierra)”.
De repente, Gualicho se quedó profundamente dormido y cubriendo su pecho con la frazada de lana, me retiré y en el trayecto a mi casa me confesé: ¡Oh, Madre tierra eres la cuna de mis noches donde percibo tu alma indignada por el abuso del hombre; tu rostro humedecido sacudido por los vientos grises y la huida de las aves, dejando sus nidos, llevando la fuerza de la esperanza a otros horizontes. Madre tierra en tu vientre se concibe el hambre que significa la carencia  y enfermedad cotidiana del pueblo y la burla del privilegiado. Madre tierra son pocos los que te respetamos, pero te habitamos en agonía…


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ILUSIÓN DE NIÑO
Después del desayuno, Gualicho continúa: “Sonreí cuando recordé  mi primera ilusión de niño: Tocar alguna vez las dos campanas de las altas torres de la iglesia Apóstol Santiago de Cochapetí, bendecido por el Arzobispo de Lima Monseñor Toribio de Mogrovejo, en su segundo viaje al departamento de Huaylas, y con cierto arrepentimiento recordé cómo envidiaba al Sacristán del templo, un personaje delgado de cabellos canos y bigotes blancos, que con el “shillpi” (látigo) en mano corría a los chiquillos que jugaban canicas o pelotas en el atrio del templo y jamás caí a sus manos porque yo ya acolitaba.”
“Santo Toribio era el auténtico precursor de la liberación cristiana en  el Perú a la vez un respetuoso promotor de los valores culturales aborígenes. El me nombró Sacristán para  profundizar en las exigencias de la evangelización en las Vertientes del Pacífico.
Como devoto fiel de la Santísima Virgen, acompañé a los comuneros de nuestra tierra con generosa y sacrificada entrega a la joven Iglesia, que ha caminado hasta ahora bajo la acción del Espíritu Santo”.
“He cumplido mi función de sacristán, gracias a las orientaciones recibidas de los dominicos y mejorado con la recomendación de acuerdos de asamblea de comuneros y sacerdotes, cuya síntesis es la siguiente:

PARA CELEBRACIONES EN GENERAL:
- Dar las campanadas: la primera, media hora antes; la segunda, un cuarto de hora; y la última, a la hora de empezar.
- Acomodar las cosas necesarias en su lugar; Tener aseado el presbiterio y presentables el altar y el ambón; presentar el ambiente agradable con música, adorno, aseo, luz, ventilación de  acuerdo a las características de la fiesta y hacer genuflexión hasta tocar con la rodilla el suelo, al pasar frente al Santísimo
En la  Primera Comunión, además de lo necesario para la celebración eucarística se debe contar con Cirio Pascual encendido y reclinatorio.
Mi trabajo permanente se resumía en:
-Terminado el Evangelio me arrodillaba en el extremo de la primera grada, enseguida llevaba las vinajeras hacia la credencia y volvía para el "Lavabo" con la vinajera del agua en la mano derecha y el recipiente para
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el Lavabo en la mano izquierda; después del Lavabo  hacía una pequeña reverencia al cura.
- A la hora del "Sanctus" tocaba tres veces la campanilla y al momento del "Benedíctus"  me santiguaba al mismo tiempo que el sacerdote.
- Antes de la elevación, cuando el sacerdote extendía las manos sobre el Cáliz, tocaba una vez la campanilla e inmediatamente me levantaba y subía a la tarima para arrodillarme cerca del celebrante, a su lado, pero un poco más atrás.
- Durante la elevación de la Hostia como del Cáliz tocaba tres veces la campanilla, sosteniendo con la mano izquierda la punta de la casulla; también tocaba una vez la campanilla en las genuflexiones que el sacerdote hacía después de consagrar y de elevar la Hostia y el Cáliz.
- Terminada la elevación, hacía una genuflexión y volvía a arrodillarme; al "Agnus Dei"  golpeaba tres veces mi pecho junto  con el sacerdote. Al  "Dómine non sum dignus" tocaba una vez la campanilla al primero; dos veces al segundo; y tres veces al "Dómine non sum dignus".

Después de una noche más de caminata por la vida, sin alivio, con dolor, las campanas solas y el viento  del recuerdo anima a Gualicho seguir con su testimonio:

 “Trepado sobre las altas escaleras, de la torre, confeccionadas con tiras de  eucalipto, tocaba las campanas con tal unción y devoción que parecía fundirme con ellas y la torre, en una sola trilogía.  Cada tono de la campana era un pájaro que volaba con alas inversas  que moría entre las tejas, donde había caído la primera canción; al fondo de la tarde,  en cada hoja temblaba el corazón y una estrella se encendía a cada paso. “
“Una de esas tardes me quedé mirando las altas torres, sentado sobre la redonda pileta de granito, donde el señor cura bendecía agua en gran cantidad, en el mes de los difuntos, y no me daba cuenta que la noche ya cerraba su gigantesca puerta de tranquilidad, sólo reaccioné al ver acercarse hacia mí  la figura angelical de la señorita Rosalvina Sánchez, respetada figura, que con voz melodiosa me dijo:
- Oye chiquillo del cuerno ¿Tú no tienes casa? Te veo día y noche junto al campanario, ¿Ah?
- No señorita – contesté tímido.
- ¿Qué?-  preguntó angelicalmente.

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- Nada señorita.
Me dirigí a la única pileta del pueblo para lavarme las manos y asistir a la cena, cuando escuché una voz desconocida que salía del barranco.
- ¡Ey, niñooo! …Acércate y siéntate frente a mí.- Se encontraba bajo una quenua frondosa, cerquita a la pileta.
Encendió un cigarrillo con naturalidad, y fumó hasta la mitad y mirándome, empezó a descifrar.
- Jovencito, este borde blanco, significa amores correspondidos, felicidad matrimonial, buena salud, larga vida. Tú estás enamorado y llegarás a casarte con ella.- Quedé absorto y seguí escuchando.
- Este punto negro grande, significa que asistirás a miles de entierros en tu  vida.- Quedé absorto y me preguntaba ¿miles?... !Está loco!…- Continuó.
- Estas cenizas blancas, hacia arriba, anuncian que tendrás muchos hijos, cientos de nietos y miles de biznietos que recorrerán el universo y gozarán de buena salud como tú lo gozarás. Este punto blanco grande, anuncia que lograrás ser campanero y te casarás con una casta doncella.Tendrás bienes y salud.- Salté  y salí corriendo hacia la pileta de un solo caño, me lavé y me dirigí muy contento a la pensión.
 “Durante la cena, se dimensionó  en mi mente la dulzura del ángelus  que licuaban las dos campanas verdes de bronce del templo Apóstol Santiago de Cochapetí, en un aire inocente a fuerza de rosales, de plegaria, de ensueño de quena y trino de ruiseñor. Se repetía tres veces por día, opuesto al rudo destino de quien no cree en Dios. El Ángelus se rezaba en recuerdo de la Anunciación y Encarnación del Verbo, al redoble de las campanas.

PUMA SHONQO
Una tarde que lloviznaba, Gualicho deshilvanó el siguiente pasaje: “En las laderas rocosas e inaccesibles del paraje de Escalón, zona templada de la comunidad, vivía un personaje extraordinario con pelo en pecho y todo el cuerpo poblado de vellos que utilizaba la sagacidad para capturar animales salvajes y domésticos que los devoraba con voracidad asombrosa, en medio de los matorrales de bosques tupidos.
 Los comuneros que sufrían por la desaparición de sus reses y ovejas, decidieron cazar al animal y ultimarlo.  Abrieron brechas en los breñales tupidos con piedras  resbaladizas; luego, escalaron penosamente
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 hasta la cumbre de guijarros puntiagudos y bajaron por  laderas espinosas, cubiertas de “tutus” y y “kuri cashakuna” que desgarraban los muslos tensos y arrancaban los nervios. Salvaron barrancos.
Un día, al despuntar el alba, el ambiente se pobló de rugidos aterradores; la bestia salvaje, al fin, había caído a la trampa tendida por los comuneros del grupo de trabajo de Warakayoq, fue atacado a pedradas y muerto a consecuencia de sendos golpes ocasionados por palos, machetes, puntas y cuchillos; su carne fue distribuida a los perros, partícipes de la cacería; sus vísceras fueron potaje sabroso de los gatos monteses y su piel disecada se convirtió en un trofeo codiciado de Warakayoq, jefe del grupo.
Después de la faena larga, cuando los comuneros descansaban, bajo las ramas frondosas de los lloques,  comíendo sus fiambres consistentes en charqui y cancha, percibieron chillidos débiles de angustia. Los hombres se dispersaron, como si fuera una explosión y se dirigieron, en forma envolvente, al lugar de donde procedía el sonido extraño. Allí estaba el pequeñín pegado a la pared rocosa, en el interior de la guarida del difunto Yanash, temblaba de miedo y sus ojitos derramaban lágrimas y sus gestos humanos conquistaron al grupo. El animalito, transformación increíble de una gota de sangre de Yanash que había salpicado en el interior de la cueva espaciosa, fue cogido y entregado a Warakayoq que con su esposa lo  adoptaron y le pusieron por nombre Puma Shonqo, (Corazón de Puma) .
A medida que crecía y crecía, su contextura y manifestaciones eran  las de un ser humano de musculatura dinámica y observaba buenos modales, afectuoso con sus padres adoptivos y comunicativo con sus vecinos. Un día lluvioso, a medio día, una mujer extraña apareció y se acercó a Puma Shonqo que se encontraba sentado  en el atrio del templo Apóstol Santiago; luego de responder con mucha afabilidad el saludo, se acercó y con palabras profundas y dulces le dijo:
- Joven Puma Shonqo, tu padre Yanash, muerto por los comuneros de este pueblo, fue un cacique de lejanas tierras.
- Señora. ¿Qué dice Ud.? – interrogó.
- Una bella y perversa mujer, con poderes brujeriles, lo convirtió en un oso gigante de color negro y con frente blanca.- le respondió.
- ¿Por qué le causó daño semejante, la maldita mujer?
- Tu padre era muy apuesto, por eso, una bruja de dotes físicos y espirituales raros, se enamoró perdidamente y logró seducirlo y  entregarse en
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cuerpo y alma; muerto ella en un accidente, tu padre alocó y huyó al bosque donde fue muerto por el grupo de tu pñadrer adoptivo Warakayoq y en su memoria la laja que sirve de tranquera al portón del templo se llama “Piedra  del Yanash”
“Siendo adolescente quedé perdidamente  enamorado de su figura angelical. Nos veíamos muy ligeramente en la pensión que administraba su señora madre.”
“Me ruborizaba  y suspiraba al contemplarla ingresar al templo con ramos de flores  para el patrón del pueblo y cuando me alcanzaba los ramos, alusinaba que sus  manos y las mías se unían y mis ojos cerrados y  mi gran pálpitar, descubrían su cuerpo divino frente a mí”.
Mantuvimos en secreto nuestro romance platónico, nadie debería saber que la hija de la tesorera del templo era la novia de un aprendiz de sacristán”.
“En las noches, mi cabeza no encontraba reposo en la almohada, después de muchas vueltas me quedaba dormido para soñar. Me encontraba cerca a ella y la amaba en la cuja del silencio y la besaba sin que ella sienta  y escuchaba los latidos de mi corazón convertidos en silencio. Estaba junto a ella sin que ella sepa y cuando se retiraba no escuchaba sus pasos de retirada. Tenía deseos que regresara como si fuera parte del ocaso,  para vivir solos entre los juegos, los cuentos y los niños.”
“En el corto tiempo que duraron mis deseos de ser sacristán, a la par estudiar en la Escuela Parroquial, conocí el sacrificio de ganarse el pan nuestro de cada día y lo difícil que es ganársela. Es símbolo de unidad de muchos granos y lo misterioso de convertirse en Hostia que Consagrada es Cristo mismo. Así,  el vino  es signo de alegría y vitalidad y consagrado es la sangre de Cristo, es Cristo mismo.”
“Aprendí ayudando, en sus quehaceres, a la tesorera del templo dona Clariza y llegué a conocer muchas de las funciones de sacristán. Mi deber era el de cuidar los vasos, ornamentos y luces sagrados. Hoy en día el sacristán puede ser elegido o designado directamente por las autoridades comunales con el visto bueno de los párrocos”.
“Al sacristán don Moshi, a quien le sucedí, le encantaba comerse el pan destinado para el Tayta cura y éste paraba furioso porque el   flaco y calvo

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sacristán también se comía las frutas de la ofrenda del cura Lizandro Maguiña y del cantor “Don Luís”, a quien le decían “Castrado”.
“Me contaron que cuando don Luis era un niño, para conservar su voz aguda de soprano,  le destruyeron  el tejido testicular sin llegar a cortarle el pene. Recibió este tratamiento porque demostró dotes excepcionales que lo mantuvo de adulto, una tesitura aguda capaz de interpretar voces femeninas. Desde su inclusión al templo se dio cuenta que, la música cristiana fue una oración cantada, que se realizaba no de manera puramente material, sino con devoción o, como decía el  Tayta cura: «Cantando a Dios en vuestro corazón».
El texto que interpretaba  era pues la razón de ser del canto gregoriano, cuyo principio se resumía en el siguiente pensamiento: “El que canta bien, ora dos veces». Por lo tanto, al interpretarlo, los cantores deben haber entendido muy bien el sentido del texto. En consecuencia, debían evitar cualquier  impostación de voz de lucimiento del intérprete”.
“El cantor don “Luis Castrado“ era acompañado, en misa, por un organista y el mismo ejecutaba su violín Stradivarius. Después, ingresaba a la cocina, se ubicaba en un ángulo, se sentaba sobre un banco de “Queshqui” y tomaba caldo de gallina de corral, un cuy íntegro y un jarrón de chicha”.

EXPULSIÓN DEL SACRISTAN CHAVINILLO
La enfermedad de  Gualicho corría a ritmo acelerado de las tormentas del Ande, inundando con su estruendo la playa de la tristeza. Acudía al Señor Crucificado que se encontraba a su frente. Le hablaba y le respondía con rotundo silencio que le desgarraba la ilusión de sanarse. Se olvidó de sí, para seguir narrando sus vivencias.
- “El párroco de la jurisdicción, al inicio de cada año, programaba la realización de una actividad económica gigante y con las utilidades se realizaban campañas solidarias para ayudar a los comuneros más necesitados en distintos momentos del año y preferentemente a los adultos mayores con servicios de salud, alimentos y vestidos, preferentemente a los que vivían en completo abandono por la ausencia de sus hijos que vivían en las grandes urbes. El creciente desarrollo poblacional y proliferación de vehículos en las grandes urbes, hacía inadecuada transitarla y residirla y los ancianos con deterioros físicos y/o mentales de nuestro pueblos andinos no querían permanecer”.
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“Toda la programación, de bienestar social, marchaba a la perfección, hasta  que un grupo de delincuentes, procedentes de la costa, saquearon el altar de la iglesia Santiago Apóstol,  tras ingresar al templo, durante la madrugada. El Presidente de la Junta de Fábrica, Isaac Milla, confirmó el robo de joyas y ornamentos como el cáliz de plata y corona de oro de la Virgen Perpetuo Socorro  y diversos ornamentos de oro y plata del apóstol Santiago, el Señor de la Resurrección y el Señor de Nazaret, que más allá del valor económico, los objetos robados tenían un valor religioso incalculable, por lo que el jefe de la Región Policial de Huaraz, dispuso la investigación y recuperaron los objetos.
La junta comunal procedió con la expulsión del “Sacristán Chavinillo” que ayudó en la sustracción a los delincuentes inescrupulosos y hasta ahora nada se sabe de él. ¿Seguirá viviendo en la cárcel de su pensamiento, castigado a una vida de postergación? “
“Le entregué una biblia, antes que partiera a la prisión, y le recordé que nos esforzamos por practicar el cristianismo que Jesús enseñó y que los apóstoles siguieron. Dios es el padre de Jesús y creador del universo y de todas las cosas que existen y su mensaje lo encontramos en la Biblia, compuesto por el Antiguo y el Nuevo Testamento y lo simbólico que hay en ella no todos los entendemos. Las profecías de la Biblia indican que vivimos en “los últimos días” y gracias al sacrificio de Jesús, las personas podemos liberarnos del pecado y de la muerte y para beneficiarnos de ese sacrificio, pusimos fe en Cristo  bautizándonos.   Dios estableció que el matrimonio es la unión entre un hombre y una mujer y la única razón válida para divorciarse es la infidelidad sexual. ¡Que pecado tan feo es robar! Y él, impulsado por el demonio encarnado en sus amigos, robó. Le dije:- Arrepientete y no vuelvas a robar jamas.
“Los consejos de la Biblia son muy sabios y ayudan a las familias a ser felices y su desconocimiento nos lleva a faltar los mandamientos de Dios. En el trasfondo de toda esta actividad festera patronal pretextando fe al apóstol Santiago, al Niño Jesús y la virgen de Natividad, por un lado hay derroche de dinero, solamente por el placer de bailar y la satisfacción de la juventud y los fanáticos de los dirigentes; sin embargo las instancias comerciales disfrutan de estas actividades y de movimiento social, ganando ingentes cantidades de ingresos económicos  con la venta de cientos de cajas de cervezas,pisco, cognac, vino, champagne y wiski y se hace vigente el argot criollo:  “En río  
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revuelto ganancia de pescadores”.
Antes de salir de mi casa, leí una tarjeta de invitación de matrimonio de un sobrino que residía en Lima y caminé, rumbo a la casa de Gualicho, motivado a preguntarle sobre este sacramento.- Me interrogaba y respondía: Matrimonio es establecer una entusiasmo de dos entusiasmos, establecer un noble catre de dos catres, concentrar en un sueño dos sueños, confeccionar un techo de dos techos, admitir un pecho de dos pechos, juntar un solo estanque dos manantiales de llantos,  incendiar un solo canto de  dos llamaradas de canciones; esto es el matrimonio y lo restante es cuento.
La unión o matrimonio comunal en Cochapetí, teniendo como marco un paisaje espacial que abarcaba desde las crepitantes olas marinas hasta las cumbres nevadas del Huascarán; y, del Rurin Pacha hasta el Hawa pachas, era  ceremonioso y con presencia, en reducida plataforma, de mantas multicolores ponchos habanos teñidos con Nogal, pachamanca  con  cuatro carnes de venado, gallina, cerdo y res; coca, cigarro y cal; incienso, entre otros.
El sacristán Gualberto Villarreal López  y la señorita  Rosalvina Sánchez* se unieron en el mes  mayo, en una celebración comunal, en la planicie de “Warankayoq”, durante la       cosecha de papas y en la Fiestas patronal contrajeron el matrimonio religioso. Sobre ese acontecimiento Gualicho dijo:
“La preparación del acontecimiento  comenzó teniendo en cuenta los rituales con los elementos del universo: agua, fuego y aire para, a través de éstos, establecer una relación estrecha con la “Pacha mama”, madre tierra. La comunidad se reunió al ritmo de músicos, integrado por cajas y flautas.
En Quellkama, cementerio Wari pre inca, un grupo de campesinos se ocupó de cavar un hueco; mientras el cantor Don Luís “Castrado”, ofrecía oraciones y libaciones de chicha de jora a la “Mama Pacha.”
Todo inició con el lavado de mis pies y la de mi pareja, a cargo de dos ancianos, con agua de manantial para la purificación; y paralelo a esta ceremonia, un grupo de personas especializadas repartió  la  watia o pachamanca para que sean ingeridas con  rocotos molidos en platillos de cerámica. Luego, los contrayentes descalzos nos paramos sobre una manta negra, símbolo de espacio vacío, nuevo y fértil como un vientre materno. El momento culminante de la ceremonia fue la ofrenda de la mesa, en el que se evocaron a las illas y los apus - espíritus milenarios- mirando y elevando la
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mesa hacia el cerro, Ishke Cruz, Toqpa Iglesia y Nunukayoq.”
“El matrimonio en la comunidad de Cochapetí era muy sonado  porque fomentaba la unión y sobre todo el compromiso de la nueva familia de la comunidad, cuyos parientes, amigos e invitados de los novios  entregaban regalos al son de la música. El Presidente de la comunidad hizo entrega de fanegadas de terreno agrícola para el sustento de la naciente familia. Al día siguiente, procedimos al recuento de los regalos que los registramos en un libro de actas con la presencia de nuestros padrinos, y los familiares y amigos más cercanos para establecer si la más generosa fue mi familia o la de mi Rosalvina Sánchez Espíndola. Yo era el sacristán comunal,  ése que barre, encera, el que abre y cierra el templo, el que toca las campanas convocando a misas de festividad patronal, la Navidad  con los Negritos que dura hasta diez días con misas diarias; Semana Santa desde Domingo Ramos con aporque de papas, hasta el día Sábao de Resurrección, entierro de difuntos y Bajada de Reyes. Soy un cristiano seglar que he ganado  desayuno, almuerzo y comida durante las fiestas y misas diversas y nada más.

FIESTA PATRONAL DE COCHAPETI
La Fiesta patronal está compuesta por confesiones, comuniones, misas, bautizos, matrimonios, bendiciones, rezos y plegarias. Su poder de convocatoria organiza la vida socio religiosa de Cochapetí. El Apóstol Santiago es el Patrón  de la fiesta, el símbolo del pueblo, el protector oficial en las dificultades, decisiones personales o del grupo y la ocasión de participar en una serie de reciprocidades.
La Virgen, Jehova, Cristo, la Cruz, los santos, los ángeles o arcángeles son  el nudo de relaciones sociales. Durante la fiesta patronal se aprovecha la llegada del sacerdote para realizar los bautismos y los matrimonios. Los responsables son los mayordomos, alféreces, priostes, capitanes, devotos, comisiones, cofradías y hermandades. Éstos juegan un papel importante para la cohesión familiar y la solidaridad comunal. Todos estos cargos tienen la responsabilidad de mantener vivo el culto de la imagen, mediante novenarios, verbena popular, fuegos artificiales, albas, salvas, desfiles, festivales musicales y folclóricos, corrida de toros, pelea de gallos, carrera de cintas, ferias y Jincanas.
Sin embargo, en las fiestas patronales, el primer contrato a respetar es la obligación con la Iglesia: el párroco celebra una secuencia de misas que
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van desde la víspera al día central y a las misas de despedida de peregrinos e igualmente acompaña a una secuencia de procesiones, momentos en que los comuneros participan y se expresan más que en las ceremonias dentro de las iglesias, donde se limitan a ser simples espectadores. Es la ocasión igualmente esperada para cumplir con los sacramentos. Es la época del año en que los párrocos desarrollan un trabajo ritual intenso, dada la enorme demanda de los pueblos y la escasez de sacerdotes.
La fiesta patronal, la Semana Santa, Carnavales, Navidad van acompañadas de una feria en la que se respeta la economía de mercado, pues es visitado por comerciantes o mercachifles y los mismos habitantes ofrecen sus productos, que son adquiridos casi de manera obligatoria. Durante la fiesta patronal, el intercambio religioso con el santo patrón es acompañado de intercambios económicos, con preferencia limosnas y ofrendas de vestimentas, alfombras, altares.
 En nuestro distrito de Cochapetí existen algunas costumbres y tradiciones que con el transcurso de los años y  generaciones perduran como:
 El Warqa Ruti o Quitañaque consistente en cortar el pelo del niño o niña por mechones y después de finalizar cada baile las parejas se acercan para dejar cierta cantidad voluntaria de dinero, en un recipiente preparado especialmente para la ocasión, por supuesto, los padrinos son los primeros en bailar e iniciar la ronda de depósitos y anotación, en libro especial, la donación de terrenos, reses, ovejas, casas, vehículos, etc; luego los familiares y finalmente los invitados. Los padrinos cada vez que salían a bailar eran motivo de comentarios porque murmuraban que “ellos ponen a la par con Londres”; recordemos que en aquella época existía en circulación el billete de diez soles oro el cual era de color rojo-llamada libra peruana-cuya cotización tenía equilibrio con la libra esterlina de Inglaterra.
Esa noche los padrinos y los invitados  bailan y el niño permanece despierto hasta que termina completamente rapado. A cada uno de los padrinos  le servían en lavatorios y baldes: Puchero con piernas de carnero, picante de cuy entero, mote y pelado, chicha, panes y cuayes de harina norte y una botella de ron; a los familiares é invitados les servían porción individual, sin descuidar el huashcu.


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TODO ESTÁ CUMPLIDO

“Hasta la primera semana del mes, he sido diestro en repicar y doblar las campanas, hembra y macho, para llamar a los oficios, anunciar defunciones, acontecimientos religiosos y seculares o para la hora del Ángelus y conmemorar eventos importantes. Nuestra comunidad ha contado, siempre, con dos campanas virreinales de los años 1594 y 1702 y un campanero desde 1592 a la fecha.
Cuento con más de cuatrocientos años de edad, he tenido siete esposas y con cada una de ellas procree no menos de doce hijos y a cada uno los bendije diciéndoles: – “Creced y multiplicaos, llenad la tierra y sometedla; dominad sobre los peces del mar, las aves del cielo y todos los animales que se mueven por la tierra".
  Y como de muchos acontecimientos pagano-religiosos, voy a terminar mi crónica con la Festividad de los Negritos de Cochapetí que es una cantera costumbrista que permite  extraer la veta del pasado histórico relacionado con la estructura económica y la  supra estructura ideológica pre hispánica, que se encuentra latente en cada manifestación, dentro del marco cultural de las comunidades campesinas.
Con la invasión de los españoles surgieron los latifundios y consecuentemente la explotación del hombre por el hombre. Se produjo el mestizaje, desapareciendo algunas manifestaciones incas y trascendiendo otras, que son expresadas durante las fiestas patronales, la Semana Santa y la navidad del Niño Jesús. Es la  hora del Ángelus, don Gualicho en su lecho tibio, rodeado por una multitud  de ancianos, jóvenes y niños con las almas bañadas con lágrimas de  dolor, deshilvana sus  últimas palabras:
“- Hermanos comuneros: ¡Todo está cumplido! Tengo la conciencia  de haber servido hasta el final con la obra para la que fui enviado a esta linda tierra de Cochapetí. Nótese que no es tanto la conciencia de haber realizado mis proyectos y cumplido con mis deberes y obligaciones con  la iglesia católica, sino  como padre ejemplar haber educado y forjado a mis hijos, dispersos en el universo  cumpliendo funciones sociales de bienestar como profesionales”.
Don Gualberto Villarreal López, se despide como modelo de lo que debería ser la muerte de todo hombre, ejecutor de la obra asignada. Moría el claro día tras las ondas juguetonas de los mares y los comuneros repletos en
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los corredores con floridos jardines, chacchaban y compartían el calientito y café de cebada.
¿Quién se resiste a escuchar y lanzar un suspiro que desgarra el alma  cuando la melodía de las  campanas nos traslada a otras constelaciones?   Ningún hombre es un continente; cada hombre es un fragmento del continente, una partícula del todo. Si las olas engullen una porción de tierra, el continente queda disminuido, como si fuera un collado. La muerte de cualquier ser humano nos afecta, porque somos partículas de toda la humanidad; por eso, nunca preguntemos por quién doblan las campanas; doblan por nosotros.
La fragante y delicada tierna rosa cerraba su cáliz perfumado y sus espinas se erguían para despedirse de “Gualicho”, Sacristán que transformado en nube gris se fue elevando, dando vueltas y vueltas con la fuerza del  ventarrón; mientras las campanas del campanario cansado, seguían desarmando esqueletos de almas arrepentidas con el martillar de su: ¡dannn dinnn!... ¡dannn dinnn!...! dannn dinnn!      






















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