CASCADA DE USGOR
En su mansión tachonada con estrellas,
antes de consumar los abrazos fraternos
por CXIII Aniversario de Bolognesi,
decidimos visitar al encantado “Usgor” .
Al final de mil ochocientos segundos ,
desde Quiwillán,
se aureola la meta.
La cascada abre sus albas compuertas
para convidar el sabor de Mata-Racra..
Sus lágrimas brotan de filtraciones
de la esbelta
redondez de Yarpún,
y se deslizan con saltos ondulantes
de manejable sensualidad pagana:
Primer impulso de veintiún medidas
y el segundo de veintitrés brazadas
sobre el espejo líquido de la luna
con laterales para lances de sudor.
Después de purificar las pasiones
sus ondulaciones con wamanripas
se deslizan por el badén de Picush
para ahogarse en las ondas de Aynín.
En sus penachos grises se observan
arrugas rocosas para escaladas,
bordeadas por eucaliptos y alisos,
ichu y muña, hierba santa y pasión.
Usgor, gota derretida de las nieves,
bajo el imperio de pichichancakuna,
es frescor que calma la sed adolescente
y amortigua toda llamarada aromada.
Y los capullos de cantus y wekllas
que se abren al borde del barranco
se mecen abrazados con mi corazón
derritiendo los cantos de sirenas.
No hay retorno placentero sin adiós
ni recuerdos velados que aguijonean.
Usgor, posesionada de mente tranquila
exige retornar a ella. ¡ Volveréeee.
Chiquián , 2º de junio de 20l6
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