domingo, 6 de septiembre de 2015

HUARI DANZA
Domingo de Guzmán Huamán Sánchez

Origen

La Huari danza, llamada también “Los Caballeros de Huari” o “Huari taki” es una danza clásica, cuya antigüedad se remonta  a más de cuatro siglos, época incaica. Al respecto el cronista Cristóbal de Molina, manifiesta que es una “danza recibida del mismo hacedor Wirakocha por Manco Cápac, quien bailó y trasmitió, en persona, en la Fiesta de Kapak Raymi.

Esta danza se ejecuta en las fiestas patronales  de la provincia de Huari y con mucha pompa en la Fiesta de la Cruces, en el mes de setiembre.

Se baila bajo la melodía del pinkullo y el ritmo de la caja, ejecutados por los eximios maestros de las comunidades campesinas de Acopalca, Yacya y Ampas, destacando, a través del tiempo, los cajeros Mañu Tello y Nicasio, ambos de Acopalca.

 Coreografía:

La ejecución es dinámica y emotiva, porque los danzantes se movilizan  con donaire en espacios amplios, destacando los pasos cortos que dan elegancia y sentido señorial a los danzantes, durante el Rompe Calle o GASHAY que es la parte preambular de la fiesta; durante el acompañamiento de la procesión de las cruces y de la Mama Huarina; finalizan con los pasos de la WAPIA, despedida, que se caracteriza por  bailar con los pañuelos que ondean a los vientos, levantados por el brazo derecho de los danzantes.

Vestimenta:

El Huari danza  se caracteriza por la pulcritud y elegancia de la vestimenta y el garbo varonil de su ejecución, al son de un par de pincullos y cajas.

La vestimenta que lucen  consiste en un terno fino elegante, camisa blanca almidonada, corbata y zapatos de becerro; llevan en la espalda un pañolón de seda de calidad fina e impactante por sus flequillos preciosos; sobre la cabeza, el danzante, lleva un sombrero de paja de color blanco con guirnaldas de flores, adornada con espejos, uno al frente y otro en la parte posterior; de la parte central posterior del sombrero cuelgan  cintas anchas  y largas de colores.

A la altura de la rodilla llevan cascabeles de bronce pesados que producen un sonido característico, impresionante y contagiante; estos cascabeles son cubiertos por botas de  tela y rodilleras de pana bordadas con hilos de oro y plata. Las manos las tienen protegidas por guantes  que aumentan la elegancia del danzante. La mano derecha sostiene el “chicotillo”, bastón trenzado de cuero de res con cabezal de plata que representa  la cabeza de un perro.

El Huari danza para destacar su personalidad  cubre su rostro con  una máscara elegante que crea una personalidad  distinguida, delicada e imponente, producto del mestizaje  español y 


1 comentario:

  1. La Huaridanza es parte de la identidad huarina. Siempre admiramos su ejecución. Especialmente en las grandes fiestas patronales.

    ResponderEliminar