martes, 27 de noviembre de 2018

XXIV ENCUENTRO DE AEPA


A E P A

                      REVISTA cULTURAL  DE  Ancash

                                                   año  24             -            Enero 2018 

  

 

              PRESENTACIÓN

La Sala “Héroes de la Democracia” del Congreso de la República, fue el marco del “Lanzamiento del XXIV Encuentro de Escritores y Poetas de Áncash” que se desarrollaó del 24 al 26 de agosto 2018. El evento organizado por la Municipalidad de Cátac, los residentes Cataquinos en Lima, la congresista María Melgarejo, laAEPA – Áncash,  contó con el acompañamiento de Antamina.
 José Maguiña, alcalde del distrito dijo que esta actividad es el resultado del trabajo conjunto entre personalidades, instituciones, organizaciones y la iniciativa privada. Para Cátac es muy importante ser sede de este encuentro porque es una tierra de poetas, artistas y gente pujante y coloca a Cátac como un ejemplo a seguir”. A su vez Carlos Flores, representante de Antamina, citó que “al acompañar esta actividad, continuamos en nuestra alianza multiactor con las autoridades y organizaciones de Cátac, e incentivamos la revaloración del arte y la cultura de Áncash”.
 El evento contó con la presencia del congresista de la República, Horacio Pacori, en representación de la parlamentaria María Melgarejo, cataquinos residentes en Lima, autoridades y líderes de Cátac, una delegación de más de 50 ciudadanos, Carlos Flores, Jefe de la UGT Huallanca y otros funcionarios de Antamina, así como poetas y artistas de Ancash.
Se dio inicio al XXIV Encuentro de AEPA en el frontis de la Municipalidad Distrital de Catac  con la entonación de nuestro Himno patrio
El Alcalde distrital, Lic. José Luis Maguiña Ortiz dio la bienvenida a los visitantes en nombre de los pobladores del “Pórtico del Callejón de Huaylas y Conchucos” haciendo votos al Señor de La Agonía para que los aportes de los escritores y poetas encaminen a los estudiantes hacia la superación y profesionalización ansiada.
Finalizó invocando participar, durante tres días de jornada intelectual,  bebiendo de las fuentes salvadores de la experiencia de los visitantes asi como de los rapishinos.
        El Encuentro se inició en la Sala de conferencias de la Comunidad Campesina de Catac con la moción del escritor Domingo Guzmán Huamán Sánchez con el tema: Rapish Pampa.
El artista plástco de Marca,“Julio Quispe Virhuez:” Quispejo” expuso sus cuadros pictóricos en un ambiente del Colegio de Alto Rendimiento (COAR).
El resto de las actividades se llevaron a cabo en el ambiente de la Sala de sesiones de la Municipalidad Distrital de Catac.
La pragmatización del Encuentro es la presente revista, que contiene las ponencias, presentación de libros, exposiciones, propuestas y sugerencias que permitirá la realización de actividades en bendeficio de las comunidades que apoyan a la realización de eventos socio culturales  en beneficio de las generaciones futuras, actores del desarrollo socio.cultural de nuestros pueblos.

Domingo Guzmán Huamán Sánchez



























XXIV ENCUENTRO NACIONAL  DE ESCRITORES Y POETAS DE ANCASH

HOMENAJE
ROSA CERNA GUARDIA:
Rosas para una Rosa
María Del Pilar Cárdenas Márquez
Rosas para una Rosa
Eternamente bella
En el firmamento de la literatura infantil...

Son 24 Encuentros en nuestro seno institucional de AEPA, realizados en diferentes parajes ancashinos, donde se había ausentado el homenaje merecido a una Rosa, nacida en el esplendor de la capital del departamento de Ancash (Huaraz-1926).
Pero, nunca es tarde, pues el corazón de Cátac, comenzó a latir con amor y de manera especial para recibir con regocijante homenaje a quien nos enternece en Imágenes del Agua,  Figuras en el Tiempo, El Mar y las Montañas..., con tules de romanticismo en  Una flor de cuentos para llevar en el corazón: “La Puyacha”, toda  una ofrenda dedicada a la vida con valores, con  ronda de niños a su alrededor.
La elegancia del caballero andino Hugo Ramírez Gamarra, manifiesta en Ancash Vida y Pasión, que  Rosa Cerna Guardia es como “La Gabriela Mistral Ancashina”, por la ternura de sus versos y la clara transparencia de sus sentimientos.
La Feria Internacional del Libro, en la ciudad de Lima, días antes de este generoso y fraternal Encuentro de Escritores y Poetas Ancashinos, le brindó la oportunidad a nuestro reconocido miembro de AEPA, Víctor Hugo Alvítez Moncada, de escuchar en auditorio lleno, los pasajes más hermosos de la trascendencia de nuestra homenajeada, a través de quien cultivara una bella amistad con ella, amistad por cierto, privilegiada.
Gracias a Alessandra Canessa Uccelli, es que, a continuación podemos compartir con cada uno de ustedes, el contenido de su presentación titulada ROSA CERNA EN MI MEMORIA, acompañada de la imagen angelical, sonriente y serena de Rosita, así como el texto que leyó el Dr. Ricardo Gonzáles Vigil “La Puyacha”, que pertenece al libro Una flor de cuentos para llevar en el corazón, teniendo el honor en mi calidad de presidente-AEPA, de haber leído cada una de estas emotivas líneas con cariño y regocijo, en el Auditorio de la Municipalidad distrital de Cátac, la tarde del 24 de agosto de 2018.







ROSA CERNA EN MI MEMORIA
  Alessandra Canessa Uccelli

FIL LIMA, 5 DE AGOSTO 2018.
AUDITORIO CLORINDA MATTO.
Buenas tarde amigas y amigos.
Deseo saludar a la Cámara del Libro por invitarme a participar en este homenaje a Rosa Cerna, y ustedes por acompañarnos.
Primero, les quiero contar algo que siempre me inquieta. Hace tiempo fui a una reunión donde casualmente me senté junto a una colega, va que conozco desde hace algunos años, pero por primera vez conversaba con ella fuera de los “buenos días” y “buenas noches” de cortesía, y conforme avanzaba nuestra tertulia, profundizamos un poco sobre lo que cada una hacía. Yo le conté que me especializaba en edición de literatura infantil y que participaría en esta mesa en homenaje a Rosita Cerna, junto a mi profesor y amigo, el académico Ricardo Gonzáles Vigil. Entonces fue cuando mi colega mencionó algo que, para los tiempos que corren, ya no esperaba escuchar... me dijo que ella no sabía que Rosa Cerna escribía para niños... que la conocía solo como poeta.
Luego, pocos días atrás, otro colega, en otro lugar, me confesó que no tenía idea de quién era Rosa Cerna. Él no tenía hijos. Me provocó contarle todo, que la mayoría de sus obras son joyas de lectura, que ha recibido tantos premios por su creatividad y cuidada prosa, que ha sido declarada patrimonio cultural de Áncash, su tierra natal, y que ha recibido las palmas magisteriales en dos ocasiones... Pero solo le recomendé que leyera Los días de carbón.
Eso me trajo al recuerdo algo en común en Perú. La mayoría de adultos no lee libros de ficción, pocos de ellos leen literatura para niños, y son aún menos los que conocen los nombres de los autores nacionales del género infantil juvenil, aún los más prestigiosos.
Les cuento que antes de especializarme en edición de literatura infantil y juvenil, yo con las justas había leído algunos cuentos de Rosa en las antologías de lectura de mis hijos. Entre ellos recuerdo la extraordinaria historia “Los zapatos al revés”, sobre un niño que se pone los zapatos del abuelo y todo le sucede al contrario. Fuera de eso, imaginaba a la autora como una escritora con muchos hijos, casada con un señor “Guardia”, pues a veces aparecía como Rosa Cerna de Guardia... O sea, yo tampoco tenía ni idea de cómo era o quién era, hasta que la conocí una tarde en la editorial donde yo trabajaba. Ella entró en mi oficina despacito, presentándose, y sin preaviso, como solía hacer. Rosita era menudita, estaba siempre alegre, era juguetona, graciosa, coqueta, reservada, tenía voz finita, era cortés y amable con sus visitas.
Desde que la conocí, fui descubriéndola a través de sus escritos: en su hermosa novela Los días de carbón (1968), llena de reminiscencias de su niñez; en La niña de las trenzas azules (1973) su deseo de inspirar a sus estudiantes; en Una flor de cuentos (1993) sus temas preferidos como el azul del cielo, el mar, las montañas, los campos de flores, el circo, el mito andino y más que nada, los niños... Hasta esta época, todas sus obras habían sido impresas en ediciones de bajo costo, como se estilaba, pues para entonces la producción infantil no pasaba de ser la cenicienta de las literaturas.
El hecho es que la mayoría de las obras de Rosa Cerna han sido premiadas a través de los años, desde mediados el siglo pasado.  ¿Por qué no sabíamos eso entonces? Y por qué, aún ahora, ¿solo la conocen los niños de colegio? Y eso, si es que les toca leerla en el plan lector.
Por ejemplo, Los niños del Perú y sus poetas (1976), una antología de la Rosita siempre hablaba, fue premiada y seleccionada como lectura en España. Y acá pocos la ha escuchado mencionar.
Yo conocí a Rosita recién en este milenio, ella no era casada, aunque sí estuvo enamorada, como me confesó alguna vez, pero ella era discreta... Y yo no soy curiosa.
A Rosita, una enamorada de los cielos azules de la sierra y el amplio mar, le encantaba viajar. Ella recorrió los caminos del Perú con un amigo fotógrafo en su Volskwagen, tomando miles de fotos, cuyos contactos guardaba celosamente.
También logró su sueño de viajar a Europa.
Rosita tenía un gran sentido del humor, era creativa y traviesa, y eso se vislumbraba en sus escritos. Era educadora y periodista, dedicó su vida a los niños, a la educación y a la escritura, su pasión. Ella decía que Dios la había hecho pequeñita para estar a la altura de los niños, y que por eso era educadora de inicial.
Sensaciones
Leer las obras de Rosa Cerna es siempre una experiencia agradable y gratificante. Sus cuentos, novelas y poesías transmiten sensaciones cargadas de una magia  de otros tiempos, de cuando la narración oral era la norma en los hogares, y todo sucedía en vivo y en directo. A ella le tocó nacer cuando con las justas había radio en la sierra, y eso, si había luz.
Las historias de Rosita no tienen príncipes ni princesas, no hay hadas ni ogros, tampoco castillos encantados. Es conocida por sus cuentos de niños entre los niños, y como poeta, por algunos grandes, como la colega que mencioné. Pero, en general, es una autora internacionalmente desconocida, cuando debería ser una autora de bandera, una representante de los peruanos en el mundo, de nuestra literatura clásica infantil juvenil.
Al leer las historias y poemas de Rosita se siente el olor de valles floridos, lluvia, tierra mojada serrana y aromas de mar y garúa de la costa. Sus narraciones tienen sabor amable como ella, son cálidas y transmiten un sentimiento como el de música andina, triste y dulce, que te toca el corazón. Sus cuentos son de filigrana tejida, alegres como las fiestas de otros tiempos con helados artesanales, barquillos y manzanas acarameladas al son de una vitrola.
En las creaciones de Rosita, la fantasía se confunde con la realidad en un realismo mágico de raíces andinas. Sus paisajes se iluminan con el brillante sol del increíble cielo azul de Ancash, su tierra natal; o se tiñen del gris limeño, acariciado por las olas de su mar barranquino.
Rosita tenía una necesidad incontrolable de contar, ella escribía siempre y constantemente de contar, ella escribía siempre y constantemente, le era muy fácil hacerlo. Y no se detenía mucho a corregir, no le interesaba. Le interesaba narrar. Lo hacía de niña, lo hacía de profesora, lo hacía cuando uno tenía interés de escucharla, lo que sucedía la mayoría de veces, pues siempre tenía historias y anécdotas que contar.
Eso lo sé, porque solíamos ir a tomar helados juntas, aun en invierno. Me encantaba verla tomar su helado, esos momentos eran como parte de un rito., como si regresara en el tiempo, saboreando su niñez a la vez que revivía momentos familiares. Yo podía pasar horas escuchándola.
Sus historias estaban impregnadas de amor y alegría de vivir, de devoción divina, sus pintorescos personajes, de los paisajes y la naturaleza en cada palabra de nieve, tierra o arena, de Huaraz y de Barranco. El tiempo se pasaba volando cuando la escuchabas narrar.
Ella siempre estaba pendiente y se acordaba de nosotros, sus amigos y alumnos, aunque no fui a sus clases, me enseñó mucho a través de los libros que edité con ella. Además de nuestras charlas interminables al teléfono, que nunca duraban menos de una hora. Al final, siempre pedía disculpas por hablar tanto, pero se justificaba diciendo que yo necesitaba que alguien me entretenga, lo cierto es que me hacía sentir feliz. Ella nunca quitaba tiempo, sus llamadas eran como agua fresca, no telefoneaba para quejarse, solo para conversar. Era una linda persona. No quiero seguir hablando de lo que pienso o siento, lo que quiero es que Rosa Cerna hable a través de mi voz, leyendo partes de alguno de sus libros, pues creo, como el italiano Edmundo D´Amicis, que el libro es “ese objeto mudo, lleno de pensamientos, que habla silenciosamente a cada ser que lo interrogue”.
Es en los libros de Rosa Cerna donde encontramos el alma de esa extraordinaria autora, una pequeña mujer que fue y seguirá siendo una gigante de la literatura infantil y de la poesía peruana, aún si la mayoría de su creación poética y literaria permanece en cantidades de hojas escritas a máquina, porque ella tenía la necesidad de crear y escribía cada día en su máquina de escribir Olivetti lettera, antes de dejarnos en diciembre del 2012.
Lecturas
Quiero comenzar con Los días de Carbón, el primer libro de Rosita que tuve el placer de editar para Alfaguara (2004). Ahí la escuchamos hablar sobre su infancia a través de Maruja, la protagonista, que le cuenta la historia a Carbón, su perrito negro.
(Lectura: En cada cumpleaños páginas 42-43)
Y, ahora díganme ai aún con frío, no tiene ganas de un heladito....
Pero también y, sobre todo, debo hablar del sueño de Rosita, aquel de inspirar a sus alumnos como me contó orgullosa tantas veces. Este tema está en La niña de las trenzas azules”, del libro de Dos cuentos azules y uno de paja, Alfaguara (2003): He aquí un resumen, precedido de un epígrafe que dice: Cada uno de nosotros puede ser el punto de apoyo que ayude a mover el mundo de los demás.
Aquí la historia.
De un viejo baúl de antigüedades saqué unas trenzas azules, que fueron a parar a la cabeza de una niña que hacía de pajarera en una pieza de teatro infantil.
Como consejo final, ya saliendo a escena la muchachita, alcancé a decirle:
─Ahora, Margarita, solo falta que te enciendas, que irradies, que pongas tu alma.
¿Comprendes?
La niña salió cantando y bailando con un pajarito de lata en una mano y en la otra una jaula vacía.
El pájaro de lata parecía haberse despertado. Daba la sensación de que realmente cantaba para que su amita no lo destinara al encierro de esa jaula.
¡Qué bien estaba Margarita!
Cuando terminó el acto, le dijo:
─Margarita, ¡cómo quisiera verte así toda la vida, con tus trenzas azules y tus ojos castaños en un maravillosos complejo de belleza!
...Pasaron los días, diré mejor los años... Me la encontré un día en el parque trepada en una escalerilla. Vendía pájaros. Dije:
─ ¿Y dónde están tus pájaros y tus jaulas?
─ Aquí ─dijo─, señalándose el pecho.
─ Pero, entonces, ¿qué es lo que vendes? ¿Canciones?
─ ¿Pájaros! ─ contestó entusiasmada─, pájaros, pero sin jaulas...
Me dio la sensación de que la muchachita había enloquecido.
No tenía nada que vender. Solo una canasta llena de papeles de colores cortados en cuadrados y rectángulos.
...Pensé, entonces, que el plegado de papel aprendido con cariño en la escuela fascinaba a los niños, y le había señalado a Margarita su destino.
...Más animada le dije:
─ Bueno, de algo se vive. Es un trabajo honrado.
...Mientras hablábamos, dos niñas se acercaron a comprar canarios.
─ Un rojo y otro azul ─dijeron, y se pusieron a jugar mientras esperaban sus canarios de papel.
Claro, siendo de papel no interesaba el color. En el tiempo en el que estuve como distante, la pajarera había terminado sus aves, y en realidad eran canarios vivos. Lo supe por el canto limpio y musical con que premiaron la exclamación de las niñas:
─ ¡Qué lindos!
...─ ¿No estaré soñando? ─dije─. Me pellizqué.
Después, una viejecita llegó pidiendo un tordo...
...Margarita envolvió un papel de lustre negro, hizo unos cuantos malabares con los dedos y luego, otra vez, el ave trepó al hombro de la anciana, que a pasito menudo se perdió por la ancha y soleada avenida.
Luego fue un viajero que quería llevarse de recuerdo una santarrosita....
La vendedora trenzó dos trozos de papel, uno negro para la espaldita del ave y una franja blanca para matizar el pecho y las alitas; y ya está, se lo entregó al feliz viajero...
Al final, casi huyendo de mí misma, dije:
─ Adiós, Margarita, me gusta tanto tu trabajo que, si no fuera porque tengo algo igual o parecido al tuyo,... vendría a ayudarte.
.La pajarera buscó en el fondo de su canasta el pájaro de lata de aquella vez en que salió cantando y me dijo:
─ ¿Se acuerda? Él hizo nacer en mí el deseo de ser lo que ahora soy. Lléveselo.
Me alistaba a recibir el pajarillo de lata, cuando terminándolo de limpiar con un breve plumerito dijo:
─ Ahora, pajarito, solo falta que te enciendas, que te irradies, que pongas tu alma.
¿Comprendes?
Y el lindo ruiseñor empezó a cantar.
Entonces, mi pajarera de las trenzas azules se quedó tan contenta.
Y así termina la historia.
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La relación de Rosita con sus alumnos fue siempre de amistad, lo vemos en “Legado de familia” del libro Una flor de cuentos de Alfaguara (2007), en una poesía casi escondida de la p. 104. Como ella me dijo. Ahí leímos:
Tú y yo somos amigos de verdad,
unidos como la luz y el aire,
como el sonido y la palabra
en un mismo corazón.
Si la vida nos llevara
por caminos diferentes
siempre sabremos encontrarnos
alegres y sonrientes.
Como ven, la cercanía con sus alumnos también se nota en el cuento de la niña de las trenzas azules.
Para terminar con unas palabras de la autora, les comento que, en setiembre del 2005, cuando la Cámara Peruana del Libro le rindió homenaje por sus 50 años de actividad literaria. Rosita declaró: “Me parece un poco apresurado que me den un homenaje cuando aún tengo tanto por escribir “. En ese entonces ella tenía 79 años. Y, claro, siguió escribiendo.
Solo me queda decirla a nuestra querida Rosita, donde esté, gracias por dejarnos conocerte a través de tus ojos enamorados de campo y de cielo; gracias por haberte atormentado con tu manía de escribir, como lo llamabas; gracias por tu vocación; y especialmente gracias por crear para nosotros, tus alumnos eternos tan lisndas guirnaldas tejidas de palabras. Extraño tus llamadas mientras trabajo, extraño nuestros lonches con helado, extraño tus cuentos. Gracias, Rosita, Maestra de Maestras.
Ahora querido público, de parte de Rosita Cerna les digo:
Solo falta que te enciendas, que irradies, que pongas tu alma.
─ ¿Comprendes?...
Gracias por su grata compañía.




LA PUYACHA
Rosa Cerna Guardia
            Había una vez una muchacha andina de extraordinaria belleza: ojos grandes y profundos, cara alegre y sonriente, largas y lustrosas trenzas y cuerpo cimbreante como una caña de maíz.
Mientras pastaba su rebaño hilaba en el campo cantando, dando al paisaje una nota de grato encanto.
Un día llegó hasta ella Tuñay Toco, un joven arriero de llamas que trasladaba minerales de un lugar a otro atravesando la cordillera andina, cerca del Callejón de Huaylas.
Siempre se encontraban en el mismo lugar y se saludaban. Y como ambos eran jóvenes fue creciendo en ellos un amor puro, bueno, generoso y verdadero. Tuñay Toco le había dicho a la Puyacha, que así se llamaba la niña, que pasado el mal tiempo él levantaría la casa y apenas la terminase se casarían.
Puyacha estaba feliz. Se convirtió en una muchacha llena de cualidades: trabajadora, sencilla, alegre, generosa y útil.
Dicen que fue publicando a todos su alegría, hablando de esta manera:
─ Me quiere Tuñay Toco y yo también. Me ha dicho que llegado el buen tiempo nos casaremos, cuando pasen las lluvias y esté sereno el aire para poder techar la casa y levantar la cerca para que los animales estén vigilados. Para entonces yo ya sabré tejer, preparar los alimentos, sabré lavar, escarbar la tierra, sembrar despancar el maíz y podré cuidar a mis hijos lo mismo que cuido a mis cabras, llamas y tarucas. Estoy dispuesta a ayudarlo en todo, desde la siembra hasta cosecha, desde el alba hasta la noche. Cuando él regrese cansado del trabajo estaré para velar su sueño y descanso. Esa es mi alegría. Esa, es mi felicidad. No quiero que sea un secreto para nadie porque mi amor es verdadero y no tengo por qué ocultarlo. Mi contento y mi alegría es para comunicarlo a todos.
Dicen que la oyó el padre Inti.
Que la escuchó la mama Quilla.
Que las cordilleras andinas y las estrellas también escucharon sus palabras.
El viento pudo oír que cantaba y todos los pajarillos del monte, hasta los animales salvajes, la entendieron.
No hubo piedra ni río ni hierba que no supiera de su gozo, incluyendo el arco iris, el trueno, el rayo y la lluvia.
Así nimbada por el aura de su luz personal iba contagiando toda la naturaleza su alegría.
Entonces, todos los seres le prepararon algo especial para la boda. La adornaron. La vistieron de la manera más original porque era la niña que todos amaban y querían verla feliz.
La Mama Pacha le tejió una túnica verde con miriña que adornada de hojas largas y paradas terminadas en un ganchillo de alfileres, como si fueran palmeras de abanico.
El padre Inti mandó sus mejores rayos para resaltar su hermosura; y la Mama Quilla se esmeró en bordarle un manto de diez mil flores blancas menuditas y lindas, que parecían colgar del cielo en un hilo misterioso.
El agua, madre de la vida, le colocó en el corpiño seis millones de semillas como signo de fecundidad; finalmente las estrellas se prendieron en sus cabellos; y por ahí dicen que el viento le regaló un discreto perfume de novia; y que en los nudos apretados de sus trenzas perdió su luz el arco iris.
Ataviada así, cuando la vieron tan bonita, otros muchachos atraídos por su encanto quisieron casarse con ella; y al verse desdeñados, chicotearon con furia el cerro de nieves perpetuas resquebrajando el cristal blanco de sus nevados, produciendo cataclismos y terremotos.
Puyacha no tuvo miedo y no les hizo caso.
Dicen que cuando Tuñay Toco venía arreando sus llamas, feliz y contento de haber terminado  su trabajo, antes de llegar a la Punta de Callán pudo ver a su novia vestida esperándolo, pero la Cordillera Negra se hundió a su paso, muriendo él y su rebaño de llamas; que nadie se salvó.
Avisada por el eco, la Puyacha corrió con su dolor inconsolable a lo largo de la cordillera en busca del amado, desde Pachacoto a Cátac, pasando por Recuay y Chiquián hasta Bolivia en un solo ¡ay! Doloroso, a ver si llegaba a encontrarlo, a ver si llegaba a consolarse.
Algunos dicen que cargándola la hicieron regresar y que encontró a Tuñay Toco en la punta del camino esperándole, que se salvó de morir ayudado por el río y que recibió como regalo de bodas el hacerse invisible ante la mirada envidiosa de sus rivales. Y que estando presentes todos sus invitados se casaron y viven felices a más de cuatro mil metros sobre el nivel del mar.
Otros dicen que la Puyacha sigue esperando todavía la llegada del amado, que felizmente el tiempo que hace olvidar sus penas y que sus lágrimas las ha convertido en resinas; por eso vive el largo día de su boda esperando al amado vestida en toda su belleza, adornada de miles de flores, con un tocado de doce metros de alto, como un cono de flores de fantástica hermosura.
Algunos pastores la queman, porque dicen que en sus púas se enreda el vellón de sus corderos y es difícil rescatarlos. No es que Puyacha tome venganza de los que le hicieron daño. Lo que sí es cierto es que cuando la queman chisporrotea al arder como si sus lágrimas se hubieran convertido en resinas, pidiendo que no la quemen.

 

















UN PARAGUAS INVISIBLE PARA
ROSA CERNA GUARDIA
Armando Arteaga
La poeta Rosa Cerna Guardia era una mujer difícil de encasillar en un paisaje discreto, pues, sus escenarios poéticos directos que fue recreando en sus poemas eran “descripciones” lejanas y ajenas de la propia realidad que recreaba desde su tranquila vida barranquina.  Una vida reposada, bucólica, aislada del ruido mundano: una vida simple, la que ella vivía en su mundo de escritora cuando la conocí.  Escribía una literatura infantil ejemplar en sus narraciones, y tenía una obra poética de singular nivel, para deleitar a niños y adultos con imaginación (decía). 
Sabia –también- admirar la obra poética de otros poetas de diversas generaciones, por lo que reunió sus textos en una antología ejemplar “Los niños del Perú y sus poetas”.  En este bello libro realizado con una minuciosidad extrema de maestra, recopilo poemas de Xavier Abril, Esther Allison, Abraham Arias Larreta, Amparo Baluarte, Carmen Luz Bejarano, Graciela Briceño, Cecilia Bustamante, José Luis Bustamante y Rivero, Jesús Cabel, Carlota Carvallo de Núñez, Rosa Cerna Guardia, Luis Benjamín Cisneros, Arturo Corcuera, Carmen Cornejo Emilio Champion, José Santos Chocano, Juan Daniel del Águila   Velásquez, Washington Delgado, José Maria Eguren, Alicia Ferrarone Obenhausen, Mario Florián, Nelly Fonseca Recavarren, José Gálvez, Julio Garrido Malaver, Manuel Gonzales Prada, Sarina Helfgott, Javier Heraud, José Hidalgo, Matilde Indacochea, Francisco Izquierdo Rios, Arturo Jiménez Borja,   César Levano, Teresa Maria Llona, Mariano Melgar, Reynaldo Naranjo, Carlos Oquendo de Amat, Jorge Ortiz Dueñas, Julio Ortega, Winston Orrillo, Juan Parra del Riego, Ricardo Peña, Enrique Peña Barrenechea, Antonio Pinilla S. C. , Magda Portal, Demetrio Quiroz Malca, Catalina Recavarren de Zizold, Rosa Maria Rojas Guerrero, Alejandro Romualdo, José Gonzalo Rose, Carlos Augusto Salaverry, Javier Sologuren, Alberto Ureta, Luis Valle Goicochea, Abraham Valdelomar, César Vallejo, Manuel Velásquez Rojas, Luis Fabio Xammar, Omar Zilbert y Maria Wiesse.  Todo un abanico de creaciones poéticas regionales de autores peruanos. Allí en su mensaje a los niños dice algunas cosas maravillosas: “Un libro es un amigo.  Este que ahora ponemos en tus manos es un tesoro.  Sus páginas llevan la voz de nuestros poetas.  Recíbelo con devoción y cariño. El poeta es un creador.  Crea con sus palabras un mundo de belleza que ennoblece nuestras almas, sublima nuestros sentimientos y nos hace ver las cosas de manera diferente”. 
Rosa Cerna Guardia,   poeta, maestra, escritora de literatura infantil, perteneció a la generación del 50.  Nació en Huaraz, en 1926,  y falleció el 10 de diciembre de 2012.    Desde 1953 residió en el distrito sureño de Barranco en Lima, inspirada en Barranco compuso gran parte de su obra poética. Publicó varios poemarios y cuentos, realizo en su mayoría literatura del género literatura infantil. Como periodista, colaboró en el diario La Crónica en la década de 1950, y entre 1956 y 1962 parte de su producción poética se publicó en la Revista de Educación. A pesar de la importancia de sus libros publicados, de su obra poética mantuvo siempre un perfil insular.   Su obra literaria es extensa. 

En poemarios: “Imágenes en el agua” (1949); “Figuras del tiempo” (1958); “El mar y las montañas” (1959); “Desde el alba” (1966); “Mis palabras al viento” (1968) Segundo Premio de Poesía Nisei del Perú (1968); y “Escrito en barranco” (1987).  En narrativa:  “Los días de carbón” (1968),  Primer lugar Premio Juan Volatín (1968), Segundo Lugar Premio Lazarillo en España, Mención Honrosa Premio Nacional Fomento a la Cultura José María Eguren;  “El hombre de paja” (1973);  “Flor de cuentos” (1993) Ganadora del Premio Horacio (1993),  Mención Honrosa del Premio Internacional de Literatura José Martí en San José de Costa Rica, (1995); “Dos cuentos azules y uno de paja” (2003);  y “Cuentos de Tierraviva” (2010).  Otras publicaciones: “Presencia del diablo en la tradición Ancashina” (1990). La obra literaria de Rosa Cerna Guardia todavía está esperando su respectivo estudio crítico para su valoración literaria y su ubicación en el contexto de la literatura peruana y ancashina.  

Tantearemos una rápida explicación sobre su obra poética.  En sus primeros libros mantiene un soporte con la tradición ancashina, no por algo, en el poema “El verso no nacido”, este poema está dedicado “A la memoria del poeta que ha sido Teófilo Méndez R) en donde recuerda el trance huaracino de sus pasos:

El poeta de los versos azules
que sabía el secreto de la estrofa cautiva
el que hacia lisonjera la queja
quebradiza la angustia y la pena
¿No está?
Y si el poeta no está
¿Qué importa la vida, qué las palabras y el silencio
qué importan los pájaros o los niños
qué importan sus versos, su imagen o su nombre
si el mismo no está?
Si lo vieron huir por los montes de cardos
seguido por la dama de negro implacable
que nunca voltea;
¿Entonces qué más da, crezca el día, se dilate la noche
¿Haga sol o las nubes desciendan?
¿Qué importa el tiempo qué el espacio?

Todavía se siente en este discurso poético una visión provinciana, modernista, una creencia decisiva en el porvenir de la poesía y la acción de sus efectos éticos y estéticos.  El homenaje a Méndez es válido porque persiste la fe en el desarrollo de la palabra y la presencia del silencio como argumento ontológico. 

La poesía de Rosa Cerna Guardia va a dar un salto cualitativo desde sus comienzos en un libro de gran nivel “Imágenes en el agua” y va a tener un equilibrio de nivel poético hasta sus meditaciones en la niebla invernal barranquina, más tarde, recordemos en el poema “Paisajes” algunos aciertos pictóricos:

Tengo el alma abierta como los trigales
cuando ha llovido.
No me acuerdo del sembrío
ni del molino que astillará en su rueda
mi caída.
Miro lo que sale de mí tras las bandadas de aves,
y, amo todo lo que regresa con el aire.
El aire tiene el don de dejarme en el pecho la música que rinde al ave
cuando está herida.

En este poema Rosa Cerna Guardia todavía permanece en los destellos de esa poesía purista que desarrollaron otros escritores de su generación como Blanca Varela, Javier Sologueren, y el mismo Washington Delgado.  Es de gran nivel poético su trabajo con las palabras y las imágenes.  Enamorada de Barranco, el mar, sus calles, el balneario, los tranvías, la neblina, es que va a perfilarse como una poeta de mayor riesgo y seguridad literaria.  Su palabra se vuelve sobria, sabia, por momentos taciturna, como en este poema “La bajada del mar”:

Es sólo camino tirado a cordel
del acantilado al mar;
pero es como si tuviera
cauces y orillas diferentes
de subida y de bajada.

Si te vas corriendo
el corazón te avisa que estas llegando
al mar;
si te vas lento entre paradas y esperando,
recogiendo tus huellas,
estas acercándote al pueblo.
¡Es sólo una Bajada al Mar!

El viento sube y baja apostando
con los muchachos
quien llega primero.

¡Viento loco, mataperro, salido del mar
cómo no has de ser ganador!
Travieso, inquieto, juguetón,
si tus pies son invisibles
y tiene alas ¿cómo no has de ser el vencedor?

Pero a veces te dejan rezagado
porque también te gustan las muchachas,
mueres por ellas,
entonces corres, juegas, bailas,
las envuelves en tu manto,
las besas enamorado
y las dejas extenuadas en las playas,
con los cabellos revueltos
y el alma loca,
mientras te dedicas a ellas,
los muchachos te ganan la partida. 

La poesía de Rosa Cerna Guardia tiene muchos espacios diferentes donde la imagen de Barranco siempre arriba al juego de la nostalgia, donde la vida vuelve a posesionarse.  Podemos decir también que una de las preocupaciones de nuestra poeta es el tema de la escritura.  Escribir como acto importante.  El poeta escribe el poema, hay aquí una manera de vivir, de expandir la frontera de su palabra, veamos en este poema “Hilos de escritura”, pero hay además una proyección severa de mujer, una visión propia:

Junto con la lectura y escritura
aprendí a tejer
dulce melodía en los dedos laboriosos
de mi madre.
He tejido tanto de día y de noche
como si tocara el arpa silenciosamente.
Yo debo haber llegado a la luna
de ida y vuelta
con hilares de esta mi otra poesía.
Voy arropando también
nuestro planeta,
para que no se muera de frio,
aunque algunos se esfuerzan
por ir soltando los puntos
dejando abierta la herida. 

Así no conseguiremos nunca
que sólo llueva en los lugares
donde se le espera.
Se necesitan más poetas
que lleven el hilo de su escritura
a lugares diferentes
por los renglones torcidos
donde Dios escribe su palabra.
Se necesita de estos constructores
tipo araña, que tejan y cuelgan
sus hilos y sus telas de colores
en las alturas.
Hay que recurrir a ellos.
aunque no lo crean,
sólo los poetas nos harán buenos.
Escribir en poesía
es la escritura verdadera.

Rosa Cerna Guardia reclama para la poesía el cetro máximo de la sabiduría.  El poeta como tejedor de sueños, como un constructor, la poesía como una esperanza.  El trabajo del escritor, tan simple como el trabajo de un artesano.  Se trata de buscar el triunfo del bien sobre el mal.  Se trata de construir sobre los renglones torcidos las nuevas verdades. 

Rosa Cerna Guardia escribió también con el seudónimo de “Diana”. Diana, la diosa de la caza, de los animales y de las tierras salvajes. Diosa de la luna, suplantando a Luna, emblema de la castidad.  Alabada en la poesía griega por su fuerza, su gracia atlética, su belleza y su habilidad para cazar.  Por ultimo recordare que ella en su libro “Los días de carbón” empieza el libro de la siguiente manera: “Poseo, como nadie, la imagen del ave que un día murió en mis manos. Me ha quedado para toda la vida su ultimo temblor y su suspiro.  Es como una huella que llevo; por ella todos podrán reconocerme como la mujer que tiene en su mano una cicatriz embellecida por la semilla del trigo que, teniéndola en el pico no alcanzó a tragar”. 

Tuve la suerte de conocer a esta bella e inteligente mujer, poeta, escritora y maestra, que fue Rosa Cerna Guardia.  Hoy me ha tocado recordar algunos escenarios de su poesía.  Recordar algo de Barranco en su poesía, algo de Huaraz en su poesía, algo de mi madre en su poesía.  Su alma siempre vivirá en los cielos y nos hará sentir la frescura del aire que rozó sus alas, ella era un ave sagrada, y en ese gesto de su amistad, todos nos sentiremos más felices al aproximarnos a su poesía. 















RAPISH PAMPA
Domingo de Guzmán Huamán Sánchez 

RAPISAH Pampa es una cultura DEL Intermedio temprano, se desarrolló a márgenes del río Santa del actual departamento de Ancash, entre los 200 años  a. C. hasta los 600 d. C. Corresponde a la etapa llamada Desarrollos Regionales, se le ha denominado como cultura Huaylas o Santa.

1.- ORIGEN PRE INCA
Al igual que las otras culturas del Intermedio Temprano, se conoce poco sobre esta cultura. La posición más aceptada es que fue una prolongación de la cultura Chavín, luego de la influencia del estilo “Blanco sobre Rojo” en la región.
En cuanto al aspecto político de los rapishinos, existe una hipótesis que cuestiona su autonomía y sostiene que Rapish Pampma sería parte de una de las tantas unidades políticas que conformaban el estado moche.
El estilo Rapish Pampa, caracterizado por su cerámica y su litoescultura, fue descrito inicialmente por Eduard Seler en 1893, sobre la base de ejemplares de cerámica llevados al Museo Etnográfico de Berlín por Mariano M. Macedo, quien compró la colección de ceramios que tenía el Sr. Ludovico Cáceres, en su  colección pprivada.
Eduartd Seler denominó Recuay a ese estilo de cerámica, basándose en el informe de que dichas piezas habían sido halladas en el poblado de Recuay y no menciona a Rapish Pampa que era caserío de Ticapampa.
Cabe una pequeña aclaración: “Ticapampa por la  ley Nº 561 aprobada por el Congreso Regional de Norte, celebrado en Piura, se convierte en distrito, el 4 de julio de 1921, siendo presidente del citado congreso Dn. Víctor A. Maurtua. El proyecto de Ley, fue presentado por el diputado de Ancash Dn. Daniel Villaysan.
El distrito, nació a la vida política, con los caseríos: Cayac, Rapish Pampa, Chuyán y Cómpina.
El distrito de Recuay fue creado como integrante de la Provincia de Huaraz, mediante Ley del
para esta cultura.
En 1919 Julio C. Tello exploró la zona y recuperó esculturas líticas y cerámica tipo Rapish Pampa.
En los años 1960 Rafael Larco Hoyle propuso cambiar las denominaciones de Recuay y Copa por la de Santa, sosteniendo que el estilo Recuay se había originado en las regiones 25 de julio de 1857, en el gobierno del Presidente Ramón Castilla.
Mediante el Decreto Ley N° 11171 del 30 de septiembre de 1949, en el gobierno del Manuel A. Odría, se crea la provincia de Recuay, con su capital homónima, integrada por siete distritos: Recuay, Ticapampa, Cotaparaco, Huayllapampa, Pararín, Marca, Pampas Chico y Tapacocha de la provincia de Huaraz. Posteriormente se crearon dos distritos más, el de Llacllín y Catac.
Estudios posteriores demostraron que esa cerámica característica no era originaria de Recuay sino de Copa, por lo que se propuso el cambio de nombre por la de este poblado. Eventualmente se usó el nombre de Huaylas costeñas del valle del Santa. Sin embargo, ha persistido la denominación equivocada de Recuay que debe ser Coquirecuay (Recuay, Rapish pampa y Waras).
Su cronología es también muy discutible. Se polemiza el tiempo de su origen entre el 0 al 200 a. C. y su fin o colapso se fija comúnmente hacía el 600 d. C. causado probablemente por la irrupción de los conquistadores Waris.
Abarcó todo el callejón de Huaylas, un estrecho valle alimentado por el río Santa y encerrado entre dos cordilleras, la Blanca hacia el occidente y la Negra hacia oriente. Su influencia se extendió por el este hasta la cuenca del río Marañón y por el oeste, hasta las partes altas de los valles de Santa, Casma y Huarmey. Por el norte llegó hasta la localidad de Pashash, en la provincia de Pallasca.
La zona de Copadistrito de Marcaprovincia de Recuaydepartamento de Ancash parece haber sido el centro o principal núcleo de cohesión de esta cultura. Se justificaría entonces el nombre de la cultura, derivado de la provincia del mismo nombre. Otros asentamientos importantes fueron los de Wiilcahuaín (cerca de la actual ciudad de Ancash), Catac, Araucay, Tambo, Jancu, Upayacu y Pashash (cerca de la actual ciudad de Cabana).

INFLUENCIA:
La cultura Rapish Pampa se vio influenciada notablemente por la cultura Chavín, lo cual se entiende perfectamente si tenemos en cuenta que ocupó el territorio originario de la misma.
Tal influencia se vislumbra en su arquitectura (uso de galerías subterráneas) y en su escultura (representación de cabezas clavas y relieves en dinteles y estelas). En cuanto a la cerámica, fue influenciada por la cultura Cajamarca y por la cultura Moche, de la que tomó el uso del asa-estribo.
Por otra parte, la relación entre el estado Choque Ricay y el estado Moche (situado al norte) debió ser muy complicada pues eran limítrofes y competidores de las mismas fuentes de agua, por lo que debieron ser inevitables los conflictos. Por lo demás, hay constancia del carácter guerrero de la sociedad Choque Rikay, reflejada en sus construcciones fortificadas y en su iconografía.

ORGANIZACIÓN POLÍTICA
No existe información precisa sobre la organización política del Estado Rapish Pampa, pero la presencia de fortalezas en diversos puntos de las Vertientes del Pacífico (Pila Punta, Shullkan, Marka Hirka, Toqpa Iglesia) certifica la idea de una organización dirigida por una casta militar, la que a la vez estaría relacionada con el culto. Sería pues, una teocracia, ya que no existía un líder político real, sino más bien un sumo sacerdote-guerrero, con sus sacerdotes menores, quienes juntos “interpretaban” a los dioses, y eran ellos los conductores de los Recuay. El culto a los ancestros sería el eje central de la vida política y de la vida religiosa, esta última organizada dentro del complejo calendario ceremonial.
En otras palabras, este grupo de guerreros-sacerdotes gobernaban en Rapish Pampa porque supuestamente ellos eran portavoces del mandato de los dioses y que por eso las personas debían obedecerles. Esta forma de gobierno es una de las más antiguas, si es que no es la primera) forma de gobierno surgida en la antigüedad.


ORGANIZACIÓN SOCIAL
Las fuentes iconográficas y los contextos arquitectónicos y funerarios llevan a conclusiones coincidentes. Se vislumbra la imagen de una sociedad organizada en comunidades territoriales, eventualmente comparables con algunas formas de ayllu andino. Las comunidades estaban gobernadas por élites guerreras.
Todo indica que los rapish pampinos y fueron una sociedad con un alto grado de militarización y que vivieron en permanente conflicto con sus vecinos por la disputa de tierras de cultivo y fuentes de agua, sobre todo en las vertientes del pacífico. Es posible que pusieran una barrera infranqueable a la expansión de los moches que trataban de avanzar hacia la cordillera negra, lo que explicaría la razón por la que estos no pudieron llegar jamás a las alturas andinas.

ECONOMÍA
La economía se basaba en la agricultura pero igualmente en la ganadería de camélidos sudamericanos (llamas y alpacas) de los cuales extraían carne y cuero. Se ha detectado incluso que las viejas edificaciones de los chavín, tiempo ya abandonadas, sirvieron a los rapishinos como corrales para guardar dicho ganado. Asimismo, debía haber manadas de vicuñas que pastaban en las zonas altas de sus dominios.
ARTE: Su principal forma de expresión artista era por medio del trabajo en piedra (tallado y mampostería), herencia de su antecesora, la cultura Chavín. Además, realizaron esculturas en bultos que representan guerreros con escudos o cabezas-trofeos, con las que ornamentaron sus complejas construcciones arquitectónicas. Asimismo, elaboraron una cerámica de arcilla blanca de muy variadas formas y una textilería que reprodujo los diseños de la alfarería.

MONOLITO RAPISH PAMPA.
Los rapishinos son reconocidos por sus trabajos escultóricos realizados en piedra (lito escultura). Estas esculturas consisten en lajas de piedra labrada, en forma de prisma o estatuaria, que se tallaba en alto o bajo relieve o por incisión. Representaron a guerreros, felinos y serpientes, cabezas humanas, caras y cabezas trofeo, maquetas y copas con pedestal, etc.
De otro lado destacan los célebres monolitos y bloques de piedra de forma casi cilíndrica, esculpidos aparentemente para representar a guerreros de rango elevado. Estos tienen la expresión rígida, en posición sentada con las piernas cruzadas y portando una maza, un escudo o una cabeza-trofeo. Otros monolitos representan mujeres con trenzas largas y vestidas con capuchas o mantos. Tuvieron una función arquitectónica ornamental, sirviendo como dinteles o empotrados en los paramentos. Numerosos ejemplos de esta lito escultura fueron recogidas por el padre Augusto Soriano Infante y resguardados en el Museo Regional de Ancash (Huaraz).
Otra muestra de la escultura rapish pampa son las cabezas-clavas que representan a hombres y felinos y que nos recuerdan a los de la cultura Chavín, aunque con el sello propio de los rapishinos.

TEXTILERÍA

Las pocas telas conservadas muestran complejos motivos decorativos fuertemente vinculados con los que aparecen en las vasijas de cerámica. Los tejedores, como los alfareros, hacían contrastar los espacios monocromáticos del fondo que poseen tonalidades cremas, marrones y rojas con los diseños figurativos y geométricos.

CERÁMICA
Para elaborar su cerámica utilizaban la arcilla llamada caolín  que es de las más finas y complejas de trabajar, la cual adquiere un color blanco después de su cocción. En términos generales se distingue por las siguientes características:
Una variedad notable de formas y expresiones escultóricas, pero sin alcanzar el nivel de la cerámica moche. Usaron el asa-puente y el asa-estribo.
La técnica del "negativo" en la decoración, usando los colores rojo, blanco y negro. Esta técnica consiste en cubrir con arcilla las partes a decorar y pintar luego alrededor; más tarde se quitan los trozos de arcilla quedando una zona sin pintar. La presencia de numerosos recipientes llamados pacchas, cántaros ceremoniales que tienen la particularidad de ostentar un caño por donde era vertido el líquido del recipiente.
Los motivos decorativos de esta cerámica aparecen expresados tanto de manera pictórica como escultórica.
- Motivos pictóricos. Consiste en felinos, serpientes y seres antropomorfos dibujados en forma realista, así como seres mitológicos estilizados tales como el “felino emplumado” de perfil y las cabezas trofeos. También con figuras geométricas lineales, exornando la vestimenta de los personajes, de carácter simbólico.
- Motivos escultóricos. Personajes míticos varios, algunos en actitud de cercenar la cabeza; guerreros o sacerdotes míticos, que muestran variantes en el tocado; personajes similares a los anteriores conduciendo una llama; un sacerdote rodeado por una pareja o por un grupo de mujeres; escenas varias de felinos atrapando personas.

ARQUITECTURA

La arquitectura rapishina está representada por diversos tipos de edificaciones, entre viviendas, fortificaciones y templos.
Una característica notable es el uso de las galerías subterráneas, de claro origen chavín, tanto para los templos como para las casas. Las paredes se construyeron con grandes piedras alargadas clavadas en el suelo; las grietas se rellenaron con piedras pequeñas usualmente planas (pachillas) e imponentes bloques cuadrados ayudaron a formar las esquinas. Ejemplos principales de la arquitectura rapishpampina son los restos de Willkawaín y Pashash.
La función defensiva de estas construcciones era totalmente compatible con los fines ceremoniales.

-  Edificaciones civiles. Las viviendas de los rapish fueron erigidas con piedras parcialmente labradas y con relleno de tierra; se distribuían de uno a cuatro cuartos interconectados, alrededor de un patio. También hubo casas subterráneas, compuestas de un patio y un ambiente central multiusos, es decir, que funcionaba como cocina, sala y dormitorio a la vez. Ejemplo de viviendas subterráneas han sido encontradas en Cátac, Copa y Tambo.
-  Edificaciones militares. Los sitios fortificados son de planta irregular, algunas de las cuales muestran muros perimetrales, parapetos y fosos. En algunos sitios de este tipo se hallaron diversas armas como hondas, hachas, porras y puntas de proyectil. Todo ello nos hace pensar en un pueblo enteramente guerrero, que se corrobora aún más por las representaciones guerreras en sus monolitos y ceramios.
-   Edificaciones funerarias. Según el investigador Duccio Bonavia, las estructuras funerarias de los rapishinos son la más elaboradas del área andina. Esta sociedad construyó imponentes mausoleos de piedra, como los encontrados en Molleurco, Catayoc, Pashash y Anchis toqo.

-       Otras tumbas, como las de Willkawaín, construyeron como galerías subterráneas, cuyo largo varía entre 7 y 20 m, con una altura aproximada de un metro. Dichas estructuras fueron individuales y colectivas, de acuerdo a la clase o rango del difunto. En los entierros han sido encontrados cadáveres flexionados o sentados con ofrendas alrededor.
-       Edificaciones religiosas. Los templos se construían con piedra labrada, con un gran patio abierto en el exterior, donde se encuentran los subterráneos utilizados como cámaras funerarias.

SITIOS ARQUEOLÓGICOS
-       Los asentamientos de Rapish pampa son relativamente pequeños, dispersos, preferentemente localizados en colinas y lomas. Una plataforma de probable carácter ceremonial se eleva por lo general en el centro del asentamiento, mientras que las cámaras funerarias se ubican en el área circundante. Solo algunos sitios pueden ser considerados centros locales, a juzgar por la monumentalidad de sus muros de contención o recintos.
-       La característica de esta cultura son los sitios fortificados con un perfecto control visual sobre los campos de cultivo y las rutas de acceso, como Pashah.
-       COPA
-       Es un sitio arqueológico cercano a Carhuaz, sobre la margen derecha del rio Santa, al pie de la cordillera Blanca, que parece haber sido el centro de la cultura Choquericay (Recuay. Rapish Pampa y Hwara).
-       PASHAS
-       Es un sitio arqueológico ubicado estratégicamente cerca de la ciudad de Cabana. En él destaca un grueso muro que rodea toda la edificación, probablemente para evitar la entrada de enemigos.

 Durante la dominación cusqueña, la zona pasó a ser un eslabón vital del Tahuantinsuyo. Los conchucos vivieron con la esperanza de librarse del dominio Inca y mantuvieron escondido a su dios Katekilla, al cual adoraban clandestinamente. Ese odio determinó el apoyo inicial de este grupo hacia los conquistadores españoles, de quienes se desengañaron pronto. Luego vendría un período determinado por las sublevaciones, que se extendió a zonas más alejadas como Guanuco Viejo, en donde Gonzalo Pizarro fue cercado. De nada sirvió el apoyo de Gonzalo de Alvarado y su contingente formado por cien jinetes y refuerzos de indios amigos. Pizarro envió otro refuerzo al mando del capitán Francisco de Chávez (1540), quien junto con el encomendero de Trujillo, Miguel de La Serna, se dirigieron a castigar a los rebeldes y a acabar con su dios Katekilla.La represión fue draconiana y cruel. Las tierras conquistadas se repartieron y las propiedades de los españoles surgirían sobre las cenizas de los pueblos habitados por los conchucos. De acuerdo con la versión de Hildeberto Matienzo, en su obra Ancash histórico, cuando los españoles invadieron el lugar hallaron numerosas vetas de oro, plata y cobre. Aparecen nombres como la mina Aracabo, Huamayara, El Ingenio y La Majada. Así empezó la explotación indígena en el lugar, hecho que determinó la huida de los pobladores, ante lo cual los españoles empezaron una cacería de indios. En una de aquellas incursiones capturaron a un indio llamado Canchis, a quien bautizaron con el apelativo “Pillao”, por la forma como lo apresaron. Este personaje empezó a servir a sus amos con sumisión y fidelidad, y a cambio recibió afecto y hasta algunas tierras. Así, Canchis Pillao se convirtió en el cacique fundador de Cabana.

WILLKAWAIN
Es el sitio más importante de la cultura Shoquiricay. Este es un conjunto de edificios, cerca de la ciudad de Huaraz. Su construcción más importante es un edificio de 3 pisos que alcanzó la altura de 9 metros. Al parecer, este edificio fue parte de un complejo urbano, cuya extensión se desconoce.
Tras la conquista Wari, sufrió ocupación militar y es probable que haya sido el centro Wari de dominación del Callejón de Huaylas.

 

HONCOPAMPA

El complejo arqueológico de Honcopampa, se desarrolló durante el período de expansión Wari (1000 d.C.). Está ubicado a una altitud de 3500 msnm, en un lugar de clima frío y seco.

Este complejo posee varios sectores, siendo el más destacable el sector denominado “Llama Corral“, ubicado en la quebrada Honda, el cual presenta estructuras de diversa funcionalidad, como viviendas, patios y “chullpas” (estructuras funerarias), todas ubicadas en diferentes áreas, apreciándose una distribución espacial.
Honcopampa, se extiende a lo largo de una planicie, ubicada en la zona de amortiguamiento del Parque Nacional Huascarán, en la Cordillera Blanca (entre las quebradas Honda e Ishinca).
Tambien cabe indicar que a 2 km de Honcopampa, se encuentran las cataratas de Yurac Yacu en la garganta de Aquilpo, cuyas aguas discurren por el medio de la planicie.
La cultura mochica ha sido estudiada por diversos arqueólogos e historiadores. Entre estos destacan Max Uhle, un estudioso alemán a quien se le atribuye el descubrimiento de esta civilización. 
Otro estudioso es Rafael Larco Hoyle, arqueólogo peruano especialista en esta cultura que han dividido la historia mochica en tres etapas: el comienzo, la expansión y el ocaso.

El período del ocaso se desarrolló entre los años 650 y 800 d.C. En esta época la civilización mochica experimentó la decadencia que los habría guiado a su caída.

Entre los aspectos que marcaron el fin de esta cultura destacan una serie de cambios climatológicos generados por el fenómeno El Niño que causaron la pérdida de cultivos, hambruna, destrucción de las ciudades, entre otros desastres.
Las invasiones del pueblo wari fueron la estocada final, y con esto desapareció el pueblo mochica

LOS RAPISHINOS EN LAS VERTIENTES DEL PACÍFICO:

SITIOS ARQUEOLÓGICOS DE COCHAPETÍ
Pese a su importancia, la preservación de sitios arqueológicos en la comunidad de Cochapetí, distrito de Cochapetí, provincia de Huarmey, Ancash es muy complejo que ha avanzado un poco con la declaratoria de Patrimonio Cultural del Templo Apóstol Santiago de Cochapetí (1592) y su restauración, después de diez años de gestión, durante la alcaldía de Paulino Lázaro Tuya; Máximo Rodríguez Vásquez y Pretell Sánchez Vásquez.
Desde hace un año, como Presidente de la Asociación Cultural de Arte Integral del Perú y del Mundo, vengo gestionando insistentemente ante la Dirección  Desconcentrada de Cultura de Ancash, la visita de un cuerpo técnico especializado al distrito de Cochapetí para el estudio e inventario de las riquezas arqueológicas que posee y la declaratoria de Patrimonio Cultural de los petroglifos y el Mausoleo de cuatro pisos, en pared rocosa, el único en el Perú antiguo, conocido como “Qanchis Toqo” (Siete Ventanas) de Majaq.
Siempre debemos  tener en cuenta que si la arqueología es una ciencia que reconstruye el pasado a partir de la interpretación de contextos, la restauración también los necesita, y una vez excavados difícilmente se pueda obtener información no recabada antes. Nadie puede decidir por su propia cuenta si la obtención de información arqueológica es de mayor o menor importancia que la preservación del sitio en sí mismo.                                
Urge la visita a Cochapetí de profesionales de la Dirección Desconcentrada de Cultura de Ancash, para que puedan tomar decisiones  sobre un trabajo específico, de tal forma que no afecte acciones futuras, desviando los objetivos de investigación.
Finalmente, por la naturaleza específica de los restos arqueológicos y culturales de grupos socialmente distintos al que ocupan Cochapetí, es factible que se les interprete en términos diacrónicos. Urge estudios para la determinación de trabajos futuros, siempre con apoyo de las autoridades locales y  nacionales.
Es posible que Marca haya formado parte de las culturas más antiguas de América como Caral y Chavín, debió haberse originado en el II Pachacutec, hace unos 4,000 años. De acuerdo al principio ordenador del mundo andino, la división del espacio marquino se dio en función de la imagen de la constelación de la Cruz del Sur; Pircaymarca y Jacamarca representan al brazo mayor de la cruz; Chaupismarca y Páracmarca a su brazo menor. En el Intermedio Tardío, 1,200 a 1,400 años después de Cristo, Marca tuvo una estrecha relación con el templo ceremonial de Paramonga y estaba unido por el Capac Ñan (Camino Real) que además vinculaba a Pachacamac y Cajamarca.

PILA PUNTA EN PARARIN
El paisaje que presenta Pararín y el complejo arqueológico próximo de Pilapunta, muestra un ambiente accidentado repleto de cerros elevados, terrenos de fuerte declive y quebradas profundas que discurren al río Fortaleza y a las playas del Océano Pacífico. Sin embargo, fue por estos lugares donde se asentaron poblaciones de origen prehispánico que desafiaron sin tregua la agreste geografía de su entorno e hicieron posible el desarrollo de la vida humana aplicando estrategias apropiadas al medio en el cual se desenvolvieron por miles de años. Los restos legados por esas poblaciones yacen aún semi-destruidos y en escombros pero todavía son susceptibles de ser estudiados con los métodos y las técnicas proporcionadas por la arqueología para desentrañar las diversas facetas y las realizaciones culturales que ellas lograron. Los vestigios más relevantes son los cementerios y las cuevas con restos de expresiones rupestres. Uno de los más notables yacimientos arqueológicos del distrito de Pararín es la explanada denominada Pilapunta,  donde se aprecian tres sectores diferenciados en razón a la naturaleza del patrón funerario allí existente. Un primer sector es aquel ubicado en la propia explanada donde se distribuyen varias edificaciones de chullpas. Otro sector, el segundo, aparece en un espacio próximo excavado bajo la superficie donde se construyeron varias tumbas soterradas. El tercer sector contiene abrigos rocosos con sepulcros de piedra asociados a pinturas rupestres, situados cerca de profundos abismos que caen hacia el pueblo cercano de Llacllín. Se advierte una fuerte destrucción y depredación de las tumbas lo cual no ha permitido obtener datos arqueológicos que apoyen en dilucidar su correspondencia al grupo social que habitó por dichos lugares, como tampoco precisar su cronología exacta. La falta de excavaciones arqueológicas fue otro factor que impidió realizar estas precisiones.
Solo algunos asentamientos arqueológicos de la parte baja del río Fortaleza, muy cerca de su desembocadura en el Océano Pacífico, han recibido atención científica. Entre ellos figuran autores como Ernesto Tabío, Antonio Núñez Jiménez, Jorge Silva en la Playa de Bermejo, Jonathan Haas en Huaricanga y Caballete así como Rafael Vega Centeno en el sitio de Lampay, todos cerca de la desembocadura del río en el Océano Pacífico.- (1) Fuente: Arturo Ruiz Estrada. Instituto de Investigaciones Histórico Sociales de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. aruizestrada@yahoo.com
Alvaro Ruiz Rubio. Universidad de Piura
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RESTOS ARQUEOLÓGICOS DE COTAPARACO
Por los restos arqueológicos enconrtrados en el distrito de Cotaparaco, se deduce que recibierón la influencia de Chavín, y Rapish Pampa y Chavín. Loa centros arqueológicos son:: Cunyas, Macchcu, Jarca Jirca,, cuyos estudios fueron realizados por el R.P. Augusto Soriano Infante, quien llevó para el Museo de Ancash,  un Mortero de piedra y varios ceramios.

LOS INCAS EN RAPISH PAMPA

El ejército inca, llega al imperio Choquiricay, al mando del general Cápac Yupanqui al mando de cincuenta mil hombres de guerra. Entre 1460 y 1470. Garcilaso dice: “ Un día como hoy, los Pincu, habitantes de la zona de Chavín y Huari, aceptaron dócilmente el yugo imperial, cosa que no hicieron Huaras (Choquiricay), Piscobambas y Conchucos, quienes por el contrario se amotinaron y convocaron para acudir a la defensa común. La guerra fue cruelísima y duró seis meses, sin que haya un claro vencedor. Ante esta situación los Incas acudieron a otras tácticas: los acosaron por el hambre  y las privaciones. Cuando la mortandad fue grande entre mujeres, niños y ancianos, recién los valientes ancashinos aceptaron su derrota. [2), Inca Garecilazo de la Vega
Los Incas impusieron sus costumbres. La principal fue la obligación de venerar al Taita Inti por sobre las deidades locales. Otra costumbre que impusieron fue realizar anualmente las peregrinaciones al Cusco, portando a los ídolos venerados en el lugar. Al norte del Callejón de Huaylas se veneraba a Katequill, que ocupaba el tercer lugar en el templo del sol, sólo tras éste y Pachacamac
En el llamado Caserón de Pashash se veneraba al ídolo Katequill
Los Incas adoptaron el idioma del Tahuantinsuyo por disposición expresa de Pachacútec.
La arquitectura inca, con vanos piramidales y el uso de piedra pulida se implantó en la región. Kanapún, sitio arqueológico sobre el que se levanta el colegio Antonio Raimondi, en Huarás, tiene unas bellísimas paredes incas. Otra construcción inca de esa época es Pueblo viejo en Recuay (Choquiricay) que fue remodelado completamente para ser utilizado como centro administrativo. En Pueblo Viejo, Recuay, se hallan vestigios de la presencia Inca, porque sólo 60 o 70 años gobernaron los Incas en el Callejón de Huaylas.
Gran resentimiento causó entre los vencidos la forma como los Incas conquistaron su tierra y los levantamientos no se hicieron esperar. Entonces los invasores emplearon otra de sus tácticas de conquista: establecieron los lazos de sangre como una forma de ganarse la confianza y la alianza de los vencidos. Así, el nieto de Pachacútec, el inca Huayna Cápac toma como esposas a Contarhuacho y Anas Colque, ambas hijas de Pomapacha. Las consecuencias de estas alianzas se verían tiempo después, en tiempos de la presencia española.
Durante la guerra civil entre Huáscar y Atahuallpa, la gente del Callejón de Huaylas apoyó al bando de Atahuallpa. Por ello ante la presencia de los españoles, siguieron la suerte del último inca.
Contarhuacho fue madre de Quispe Sisa (Flor de Diamante), quien después se casaría con Francisco Pizarro, en un desesperado intento de Atahuallpa por salvar su vida estableciendo lazos de sangre con el invasor, hábil jugada política que jamás entendió el bárbaro español.
En cambio, Anas Colque fue madre de Paullo, que por ser varón, fue llevado al Cusco a ser educado a la usanza inca. Los acontecimientos posteriores pusieron a Paullo en la línea de sucesión imperial. Por ello se enfrentó a su medio hermano, Manco Inca. Paullo, natural de Choquiricay, llegó a ser coronado Inca en 1537, y ha sido el único Inca que no nació en el Cusco. (3)Inca Garcilazo de la Vega. (1554) Comentarios Reales de los Incas. Libro VI. Capítulo XII.
  Los lingüistas coinciden en que el quechua es originario de las costas de Ancash y Lima y luego subió a la sierra. Los Incas que hablaban Pukina, lengua aymara, notaron la versatilidad del quechua del Chinchaysuyo y lo adoptaron como lengua oficial del Tahuantinsuyo.
 Waldemar Espinoza analiza a profundidad la poliginia incaica en el caso de estas dos señoras huaylinas en su trabajo Dos casos de señorialismo feudal en el imperio Inca. Resalta el hecho de que Anas Colque, nacida en Huarás, fue llevada al Cusco con su hijo varón quien llegaría a ser Inca Paullo, mientras que Contarhuacho, natural de Huaylas, se quedó en su tierra por haber dado una hija mujer, Quispe Sisa, a Huayna Cápac. En este caso se nota claramente que llevando a educarse al Cusco a los hijos varones, los Incas aseguraban el dominio de las naciones a las que pertenecían. (4) Waldemar Espinoza analiza a profundidad la poliginia incaica en el caso de estas dos señoras huaylinas en su trabajo Dos casos de señorialismo feudal en el Imperio Inca.

MARCA EN EL INCANATO;
En la época incaica, Marca formó parte del Chinchaysuyu. El Inca Pachacútec, que gobernó entre 1452 y 1448 inició la conquista del Chinchaysuyu. Muerto éste prosiguió su hijo Tupa Inca Yupanqui en 1479 – 1488. Sobre el particular Augusto Soriano Infante escribe: "La conquista Incaica constituyó un verdadero cataclismo para los señoríos aborígenes (Huambachos, Conchucos, Lurín y Atún Huaylas, Atún HuacTampu, Chuquiricay, Marca y Callama de Lampas, Piscobamba, Huari, Collanipincos" Fuente: (5 )FERRER, 1977).
En la época incaica, Marca formó parte del Chinchaysuyu. El Inca Pachacútec, que gobernó entre 1452 y 1448 inició la conquista del Chinchaysuyu. Muerto éste prosiguió su hijo Tupa Inca Yupanqui en 1479 – 1488. Sobre el particular Augusto Soriano Infante escribe: "La conquista Incaica constituyó un verdadero cataclismo para los señoríos aborígenes (Huambachos, Conchucos, Lurín y Atún Huaylas, Atún HuacTampu, Chuquiricay, Marca y Callama de Lampas, Piscobamba, Huari, Collanipincos" Fuente (6)  Ferrer 1977.

3.- RAPISH PAMPA EN LA CONQUISTA
El Señorío de Choquericay fue conquistado tras larga lucha y resistencia. En enero de 1,533 los españoles, en su recorrido de Cajamarca a Pachacamac, llegaron a los curacazgos de Recuay y Marca, conducidos por Hernando Pizarro.
El 11 de agosto de 1534, la Encomienda de Choquericay, que comprendía las provincias de Huarás y Recuay fue entregada a los capitanes Jerónimo de Aliaga y Sebastián de Torres,  administrado hasta 1537. Después, queda en el poder Don Jerónimo de Aliaga.
Toribio Alfonso de Mogravejo y Robledo, el extirpador de las idolatrías, visitó Recuay en dos oportunidades, la primera excomulgó al corregidor de Cajatambo Don Alonso de Alvarado y al pasar de Recuay a Huarás hizo brotar agua en el lugar llamado Arzobispo y en la segunda visita destruyó múltiples ceramios, nominándolos como idolatrías.(7) Fuente : Blog Un día como hoy en Huaraz , sáado 31 de agosto de 1913.
Hasta el año de 1,965, Cátac, perteneció a la jurisdicción del distrito de Ticapampa, con la denominación de  Caserío de “Rapish Pampa”. El crecimiento   demográfico,  hizo que se conformara una Comisión Pro distritalización, presidido  por   don Segundino Rafael    Pérez apoyado por ciudadanos dinámicos que  consiguieron  la Creación del Distrito de Cátac, con  la  Ley    15370  y promulgado  por  el  Presidente  Constitucional  de  la  República,  Arq. Fernando Belaúnde Terry  el 8 de Enero de 1,965.  El  primer  Alcalde  fue  don ANTONIO  GHIO  CORRIERI, de origen Italiano, inaugurado  oficialmente,  el  15  de  Mayo  de  ese  mismo año. Debido a los ingentes recursos turísticos que existen dentro de su  jurisdicción se le denomina, “La villa turística de Cátac”. (8) Fuente: Antonio Brack Egg”

       3.- RAPISH PAMPA EN LA CONQUISTA
        RELAVE MINERO EN TICAPAMPA
 Una delegación de españoles llegó a Ticapampa al mando del Capitán de  Navío Dn. Lorenzo Cáceres  y Blanco, Demarcador de territorios, acompañado por algunos nativos cuzqueños que organizaron sus campamentos en el actual Caserío de Buenos Aires. De allí se trasladaron  a “Monte Bello” en la Cordillera Negra.  Establecieron su Campamento por cierto periodo y desde donde orientaron sus operaciones de demarcación de territorios y dejaron descendencia.
El Capitán de Navío Lorenzo Cáceres (natural de   Extremadura) tuvo dos hijos: Emiliano y Lorenzo.  (8) Magno Eduardo Ramirez Chavez, artículo exclusivo para ticapampa.com. -7 febrero 2011. 

Don Emiliano Cáceres Méndez se casó con doña Aurora Tapia Su hermano Ludovico Cáceres Méndez fue diputado por Ancash. Se ubicaron en Quellejirca donde instalaron Quimbaletes
para moler minerales y separar el oro de la plata a través de fundiciones precarias y rudimentarias.
 Los españoles trajeron la imagen de la Virgen del Pilar, Patrona del Distrito. Posteriormente, introdujeron la Fiesta Brava.

4.- RAPISH PAMPA EN LA REPÚBLICA
     CREACIÓN DEL DISTRITO DE TICAPAMPA
El contexto histórico y político que vivía el país, en mayo de 1921, cuando los ticapampinos firmaron el memorial, no difiere para nada al de nuestro tiempo; en 1919, Don Augusto B. Leguía participa en los comicios compitiendo con los civilistas de Antero Aspíllaga, después de los cuales, Leguía tomó el poder, declarándose presidente provisorio, el 4 de julio de 1919, para asumirlo de facto, luego de modificar la Constitución Política de 1867 y perpetuarse en el poder durante once años.
 La nueva constitución estableció un sistema de organización con los congresos regionales del Norte, Centro y Sur, cuyos representantes se reunían en sus propias regiones; la del norte, en el que se instalaron los representantes por Huaraz, se reunió en Piura.
Aquel congreso estuvo integrado por la clase media que desplazó en el gobierno a la oligarquía dirigente, que sin embargo no perdió su poder.
Gran defensor de la propiedad privada, el dictador inició reformas beneficiosas para el país y sobre todo para la clase media creciente; por eso, en nuestros pueblos le apoyaron las clases altas provincianas; en Ticapampa, fueron apoyados por quienes tenían posesión económica, “… el Congreso fue una ficción parlamentaria, con ubicaciones de las curules hechas desde palacio, con mayorías incondicionales y sin oposición…”   a costa del “cholo barato”, los poderes económicos pueblerinos hicieron sentir su presencia en la política y los negocios. Los descendientes de don Lorenzo Cáceres Blanco  tuvieron gran afinidad con este régimen. Don Emiliano Cáceres Méndez, fue parlamentario en el último periodo del Oncenio y su hermano, don Dagoberto Cáceres Méndez, fue diputado por Huaraz; ambos de opaca participación con firma de cinco iniciativas para regular la propiedad privada de las tierras en el Perú; el senador solo aparece interviniendo en el Congreso para saludar en su aniversario a la Provincia de Huaraz. 
En el contexto descrito se discutió la iniciativa para la creación del Distrito de Ticapampa. “El expediente contiene veinte páginas, la solicitud inicial es la página siete; escrito a máquina donde parece el acta de fecha 16 de mayo de 1921, que da cuenta de la reunión de los ciudadanos vecinos del pueblo.
La reunión celebrada el 16 de mayo de 1921, debió gestarse muchos meses antes, porque contó con la participación de los vecinos, desde tempranas horas  de la mañana, debido a que redactaron  borradores para redactar el contenido definitivo, que luego firmaron, cada uno de los vecinos por el orden
mo: el zorro andino (Pseudalopex culpaeus), zorrillo (Conepatus semistriatus), ciervo cola blanca (Odocoileus virginianus), y vizcacha (Lagidium peruanum), el colibrí gigante (Patagona gigas), caracara de montaña (Phalcoboenus megalopterus), halcón variable (Buteo polyosoma), cernícalo americano (Falco sparverius), pinzón (Phrygilus esp.), gauchos (Agriornis esp.), cinclodes (Cinclodes esp.), agachadiza de la puna (Gallinago andina), gorrión Zonotrichia capensis (Zuschlag).
10. La necesidad de revalorar nuestra flora.
 Por lo tanto, así como los países y diversos pueblos del Perú tienen a una planta nativa como emblema, la Puya Raimondii debe ser la planta emblema de Cátac.

CONCLUSIONES
1.    Prescindir de la propuesta de declarar Patrimonio Cultural de la Nación a la planta de eucalipto de Cátac pata.
2.    Proponer que se declare planta emblema y símbolo de la flora del distrito de Cátac a la “Titanka” Puya Raimondii Harms, para cuyo efecto el señor Alcalde Distrital deberá emitir una resolución y enviar a la Dirección Desconcentrada de Cultura de Ancash para su reconocimiento.
3.    A continuación, Proponer que se declare Patrimonio Cultural de la Nación a la “Titanka” Puya Raimondii Harms, para cuyo efecto el Alcalde distrital deberá tramitar por vía regular mediante la Dirección Desconcentrada de Cultura de Ancash para su reconocimiento.
SUGERENCIAS
1.    Que se haga un inventario florístico del distritito de Cátac.
2.    Que se haga un Proyecto de reforestación del distrito de Cátac con plantas nativas, principalmente con la “titanka” Puya raimondii Harms, Quenual Polylepis webebahueri Pilger y Polylepis incana H.B.K, “colle” Budleja coriacea (J. Rémy, 1847), Kisuar Budleja incana R. & P y “Chachacoma” Escallonia resinosa (R. & P.) Pers., capulí Prunus serótina Ehr. “taya” Lupinus weberbaheri Ulbr. Var. Salicifolia (Kunth.) Koehne (Reynel, 1990, Cano et. Al., 2005 y Gamarra, 2003).
3.    La reforestación con pino y eucalipto en el distrito de Cátac deben continuar, pero en los campos donde no afecten a las áreas de cultivo ni mucho menos a las áreas naturales, con un proyecto ambientalmente sostenible con la finalidad de generar recursos económicos en beneficio de los pobladores.
4.     La planta de eucalipto de Cátac pata se debe conservar y promover el turismo para mostrar como el árbol exótico más antiguo procedente de Australia, plantado por los primeros pobladores de Cátac.

REFERENCIAS
Cano et. Al. (2005). La Plantas Comunes de San Marcos (Huari, Ancash) Guía de Campo. Lima. Museo de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.
Gamarra, P. (2003). Árboles Nativos de Importancia Económica del Distrito de Marca, Recuay – Ancash. La Cantuta. Lima.  Editorial de la Universidad Nacional de Educación Enrique Guzmán y Valle. un Pueblo Construido con Lucha y Sacrificio Cátac un Pueblo Construido con Lucha y Sacrificio. Cátac. Ancash. Editorial Free Perss.
Reynel, C. Y León, J. (1990). Árboles y Arbustos Andinos Para Agroforestería y Conservación de Suelos Tomo II. Lima. Perú. Industrial Papiros S A.
Yupanqui, L. (2009).  Historia del eucalipto en el Valle del Mantaro. Revista Ecoandino. Recuperado de:
Martínez, M. (2015). Eucalipto Historia y Leyenda. Recuperado de: https://botanicmontserrat.blogspot.com/2015/12/eucalipto-historia-y-leyenda.html
ANDINA. (2013). Reforestan con 1970 hectáreas de eucalipto las cumbres andinas de La Libertad. Recuperado de https://andina.pe/agencia/noticia-reforestan-1970-hectareas-eucalipto-las-cumbres-andinas-de-libertad-457905.aspx
   FAO. (2002). Aspectos Controvertidos Y Críticas. Recuperado de:
   Wikipedia. Puya raimondii. Recuperado de:
Perú Servicio Turístico. (2018). PUYA RAIMONDI-HUARAZ–PERÚ. Recuperado de:  http://www.peruserviciosturisticos.com/puya-raimondi.php Zuschlag, S. Proyecto Puya raimondii: Un estudio en el Santuario Nacional de Calipuy en la Cordillera de los Andes al norte de Perú Redactado.














































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