ÁRBOL GENEALÓGICO DE DON JUAN DE LA CRUZ SÁNCHEZ
RODRÍGUEZ
DE LA COMUNIDAD CAMPESINA DE COCHAPETÍ-HUARMEY
Este tema no es
un mero pasatiempo, ni un bucear en un mundo primitivo, es el esfuerzo por
conocer mejor nuestros orígenes en un intento de explicar parentescos. Los logros obtenidos se ponen al
alcance de los cochapetinos, en un intento
inspirado por el amor entrañable a la tierra que nos vio nacer, crecer y
volar.
Sobre la
genealogía de la familia Sánchez, la más numerosa de Cochapetí, el
Administrador de Empresas don Raúl Sánchez
Espíndola nos dice:
“Según versiones, de mi padre don Macario
Sánchez, nuestros antepasados vinieron de la provincia de Antonio Raimondi
(Llamellín), llegaron a Choqui Rikay ( Huaraz, Recuay, Rapish Pampa) por Huancapetí,
Aija, Pancán, Malvas y paraje de Coray, arribando posteriormente al caserío de
Cochapetí del distrito de Cotaparaco”. Agrega: “el árbol genealógico de la
familia Sánchez parte de la señora Francisca Sánchez Olivera que tuvo cinco hijos de
padres diferentes y por respeto y consideración a su digno padre, a todos los
inscribió en el libro de la partida de nacimiento, con el apellido Sánchez:
- Ambrosio
(Apolinar) Sánchez.
- Atanasio
(Robles) Sánchez
- Vito (Dionisio)
Sánchez
- Valvis
(Jaucala) Sánchez
- Alejandrina
(Espinoza) Sánchez.
1.
-Doña FRANCISCA
MAGNA SÁNCHEZ ALEGRÍA
Testimonio de Dn
Juan de la Cruz Sánchez Rodríguez
recogido por su nieto Domingo de Guzmán Huamán S.
Francisca Magna
nació en una hacienda ubicada en la quebrada del caserío de Chingas, Llamelín,
Huari por los años de 1835 y fue la
única hija de la familia Sánchez Alegría.
Sus progenitores
fueron don Francisco de Paula Sánchez y la
huanuqueña doña Magna Isabel Alegría.
La niña creció en
un ambiente poblado de flores, árboles frutales, trinos, susurro de aguas
cantarinas. El caserón donde vivía estaba lleno
de comodidades,
acorde a la época. Todo estaba a su alcance: paisaje tibio con cerros
escarpados, valles, quebradas y el afecto permanente de sus padres.
Francisca Magna,
durante su adolescencia y juventud, poseedora de una extraordinaria belleza,
conquistaba a propios y extraños con sus ojos azules profundamente dulces,
cuerpo escultural enmarcado con vestidos al estilo virreinal con encajes de
seda fina. Su piel ligeramente rosada estaba adornada con alhajas de oro y
plata con pedrerías deslumbrantes.
Cuando ingresó a
la juventud, por las puertas de la inteligencia, reflejada a través de sus ojos
penetrantes y vivaces fue acosada por jóvenes de lejanas tierra que con motivo
de las fiestas que organizaba su señor padre, don francisco de Paula, llegaban
integrando delegaciones.
Doña Francisca
era la única hija y estaba destinada a “vestir santos”. Amaba a sus padres con
el mismo afecto de ellos. No tenía oportunidad alguna de alternar con jóvenes
de sexo opuesto.
Mientras don
francisco de Paula se encontraba en la Ciudad de los Reyes, Magna Isabel fue
visitada por su primo hemano, su esposa e hijo
llamado Ambrosio Apolinar.
El amor a primera
vista, entre Francisca Sánchez y
Ambrosio Apolinar surgió impetuoso y arrollador que sumergió a los enamorados
en el remolino de pasiones incontenibles.
Aprovechando la
presencia de la luna llena y la complicidad de un peón de establo de la
hacienda, enjaezaron dos caballos, hincharon las alforjas con fiambres,
vestidos y monedas. Protegidos por la cortina del silencio, partieron rumbo a
la ciudad de Huarí a donde llegaron con
los destellos de la aurora.
Ambrosió se apeó
con ligereza y tocó el portón del zaguán de la casa de sus padres, que se
encontraba ubicada en las afueras del pueblo.
El
“tápakoq” después de saludar con una genuflección, invitó al “Niño”
Ambrosio a pasar al patio del caserón.
Mientras el
indio se encargaba de bajar las alforjas, desensillar y proveer de alfalfas frescas a los caballos, los jóvenes enamorados
ingresaron a un salón elegante con
muebles Luis XV y un órgano barroco que fue ejecutada con maestría por
Francisca.
Al día siguiente,
después de sacudirse el polvo del camino, bañarse y acicalarse, Ambrosio ingresó al comedor en compañía de Francisca que fue presentada a sus hermanos menores,
explicando que su prima Francisca estaba de visita.
El año de 1854,
gobernaba el Perú el general Rufino Echenique. La intriga política cundía y gestaba un movimiento rebelde,
organizado por el Suprefecto de Huari don Isidro del Río.
La lacra socio
política impuesta por el gobierno de turno fue la temida “leva” que
arrancaba de sus humildes hogares a los
jóvenes para trasladarlos a lejanas tierras para servir de soporte a gobiernos
tambaleantes que se sucedían a menudo.
El recluta estaba
condenado a sufrir los bárbaros métodos empleados por los instructores, cabos y sargentos al
militarizarlos; y finalmente muchos no regresaban a sus hogares al encontrar la muerte como consecuencia de enfermedades y balas
fratricidas. Fueron éstas las razones
por las que se resistieron
siempre a ser reclutados como sucedió en Huarás en 1854, abriéndose paso
a una rebelión popular que unificó, momentáneamente, a los hombres de la ciudad
y el campo.
El prefecto de
Ancash, coronel José Joaquín González
había impuesto medidas de reclutamiento forzadas que precipitaron los
acontecimientos deplorables, al imponerse a sacar a los levados de Huarás con la dotación recibida de las provincias.
El joven Ambrosio
Apolinar que había sido levado en Huari ya se encontraba acuartelado en Huarás, junto a cientos de
jóvenes del departamento. La joven
Francisca Magna Sánchez Alegría y
otras mujeres huarinas, que habían seguido a sus seres queridos, trasmontado la
Cordillera Blanca, se juntaron a otras mujeres del departamento y el día 12 de
febrero promovieron, a pedradas y
gritos, un levantamiento femenino.
Cuando los
reclutas eran conducidos con destino a Oyón a detener el avance del general
Deustua, que se dirigía a Cerro de Pasco a develar la rebelión contra Echenique, en Tacllán, doña Pushti Mariquita, junto con 25 mujeres
donde se encontraba Francisca Sánchez, se interpuso ante el paso de las tropas de la gendarmería gritando: ¡“No irán a Lima”¡
Esta actitud
resuelta, dio origen a que Ambrosio Apolinar, su conviviente Francisca y un
recluta recuaino Joaquín Robles, aprovechando la indecisión de los custodios
huyeran hacia el caserío de Síncuna, Recuay.
El comportamiento
histórico de las mujeres de los levados fue aprovechado por los conspiradores
contra el régimen. Echenique, desde Lima, envío al coronel José Allende y el 1º
de marzo atacó la ciudad de Huarás sosteniendo una porfiada lucha en el paraje
de Cushuruyoq frente a miles de
campesinos.
El movimiento
popular llegó a extenderse a los pueblos de Recuay, Huarás, Casma y Huarmey que
fueron sofocados uno a uno por las
tropas del gobierno, hasta que el 24 de abril de 1854. Allende desde Lima
dirige su proclama a los pueblos de Ancash.
Mientras tanto, a
fines de febrero, en pleno carnaval, los jóvenes fugitivos Francisca, Ambrosio
y Joaquín, después de trasmontar el pico gélido de “Ututu punta” de la
Cordillera Negra, recorrer las pampas
extensas de “Shutu pampa” cubiertas por ichus silbadores y remojar sus pies
lacerados en las aguas cristalinas de la laguna de “Shiki” y resbalar por
quebradas profundas de “Oqshi” y “Wankur” llegaron a la estancia de “Qoray”,
ubicada en las faldas del cerro Shallpun.
Impresionadas por
la belleza exuberante de Francisca y la jovialidad de sus acompañantes, las
familias de Coray dieron la bienvenida, brindándoles hospedaje y trato amical
durante la velación de cruces y los corta montes.
La población
enterada de los motivos de la presencia de los jóvenes le brindó tierras para
la siembra y construcción de viviendas, considerándolos como miembros de la
comunidad.
Aislado de la
tierra que los vio nacer, Ambrosio y Francisca empezaron una vida llena de
proyectos al lado de su primogénito que llevaba el nombre de Ambrosio Francisco.
Como en la vida
se presentan cosas imprevisibles, sucedió lo inesperado. Con el sol,
Ambrosio retornaba a su casa, después de
haber trabajado todo el día en su chacra, tenía el semblante desencajado y
revelaba que le dolía el corazón. Francisca, con la ayuda de las vecinas, preparó pócimas para calmar el
malestar incesante
Durante la noche,
la pulsación aceleró, la fiebre subió los límites imprevisibles y antes del
amanecer, don Ambrosio voló a la inmortalidad, lejos de sus lares y familiares
queridos, dejando a la mujer de sus amores en tierras extrañas en compañía de
su primogénito.
Francisca,
posteriormente, se comprometió con Joaquín Robles, el compañero de huida de
Huarás a Recuay y Coray.
En un accidente,
Joaquín se trozó la pierna y la hemorragia que no fue contenida, pese al empleo
oportuno de cicatrizantes, le ocasionó la muerte; Francisca concibió tres hijos más que llevaron el apellido suyo. La
idea era perennizar el apellido de su buen padre que lo abandonó a causa de un flechazo que recibió de Cupido.
A la fecha. El
apellido Sánchez se ha ramificado y perenniza a la dama trasandina que
convirtió su cuerpo y sangre en el humus de las Vertientes del Pacífico que alimentó a sus hijos:
Ambrosio
(Apolinar) Sánchez
Atanasio (Robles)
Sánchez,
Vito (Dionisio)
Sánchez,
Valvis (Jáucala)
Sánchez y
Alejandrina
(Espinoza) Sánchez.
Cinco
descendientes, cinco apellidos, cinco aspiraciones consolidadas bajo el árbol
genealógico de la familia SÁNCHEZ.
1. DON AMBROSIO
(APOLINAR) SÁNCHEZ CON DOÑA BENEDICTA RODRÍGUEZ, TUVIERON NUEVE HIJOS
Juan Sánchez,
Dominga, Pantaleón, Julio, Jacinto, Máxima, Crisólogo, Tomás y Marina Sánchez
Rodríguez.
1.1.- Don Juan de
la Cruz Sánchez Rodríguez con doña Juana
(Espíndola) Yacupoma:
Primitiva,
Priscila, Nemecia. Amadea, Rufino, Eugenio, Austragilda y José Sánchez Yacupoma.
1.2. Dominga
Sánchez Rodríguez con Raymunndo Rosales:
Claudio y Germandina Rosales Sánchez.
1.3.- Dominga
Sánchez Rodríguez con Manuel Huamán
Quiñones:
Leonila
y Primitivo Huamán Sánchez.
1.4.- Pantaleón
Sánchez Rodríguez con Teolinda Hinostroza:
Clementina, Laurentina, Pascualina,
Constantina, Cristina,
Celsa, Gervasio y Antonia Sánchez
Hinostroza.
1.5.- Julio
Sánchez Rodríguez con Ana Yacupoma:
Perfecta, Eusebia y Román Sánchez Yacupoma.
1.6.- Jacinto
Sánchez Rodríguez con Sózima Guerrero:
Josefina, Gregoria, Emilia, Experio,
Francisco y Federico Sánchez Guerrero.
1-7.- Maxima
Sánchez Rodríguez con Osvaldo Rodríguez
Guerrero:Pelagia, Bertha, Magno,
Ricardo y Ferrer
Rodríguez Sánchez.
1-8.- Crisógono
Sánchez Rodríguez: sin descendencia.
1.9.- Tomás
Sánchez Rodríguez con Delfina Alvarado:
Digno, Marcelino y Tiberio Sánchez
Alvarado.
1.10.- Marina
Sánchez Rodríguez con Jeremías Inocente:
Quiterio, Silverio y Armando Inocente Sánchez.
1.11.- Atanasio
Sánchez con Juana Guerrero: Fidela Sánchez
Guerrero.
1.12.- Vito
Sánchez con Teresa Vásquez :Juan Sánchez Vásquez.
1.13.- Valvis
Sánchez con Juliana Yacupoma:
Macario,
Hipólito, Constantino, Esther, Rosula, Demetrio. Amadeo, Mauro y Zócimo Zúñiga Sánchez.
Nota: Los
descendientes de la generación que acabo de anotar está en proceso de
recopilación de datos para completar el trabajo de investigación.
3.- JUAN DE LA CRUZ SANCHEZ RODRIGUEZ
“Don Juan De la
Cruz Sánchez, artesano de gran creatividad, se dedicó, con sutileza, a la
sastrería, al tejido de telar y como artista plástico en la especialidad de
modelado con cera. Fue personero legal
de la Comunidad Campesina de Cochapetí, durante toda su vida ciudadana. En
1934, desde su prisión en la cárcel de
Huarás, donde se encontraba por la denuncia
calumniosa de sus adversarios usurpadores de las tierras comunales de
Ampip, Shiway, Guataspín, Monasterio, Guacya y otros, logró el protocolo del
testimonio de las tierras de la comunidad, en la notaría del Sr. Víctor
Alvarado, de Huarás, el 02 de junio de 1934. De esta manera, la comunidad de
Cochapetí recuperó las tierras usurpadas por el español Joseph Rodríguez que
había obtenido del Corregidor Tomás de Urdinola, el 13 de Diciembre de 1714, el
80 % de las tierras pertenecientes a los ayllus de Qorpan, Wankur y Pariash, aduciendo que eran sobrantes de la distribución de los repartimientos.
Don Juan De la
Cruz Sánchez Rodríguez
Fue hijo de don
Ambrosio (Apolinar) Sánchez y de doña Benedicta Rodríguez; nieto de doña
Francisca Sánchez y de don Gelacio
Apolinar.
Sus hermanos
fueron: Pantaleón, Julio, Jacinto, Maximina, Crisógono, Tomás Anastacio,
Dominga y María Sánchez Rodríguez.
Don Juan de la
Cruz Sánchez Rodríguez con Juana (Espíndola) Yacupoma, tuviereon los
siguientes hijos:
Priscila Isabel,
Nemesia, Amadea, Primitiva Magna,
Rufino, Eugenio, Austragilda y José
Sánchez Yacupoma.
Doña Priscila
Isabel, ama de casa, natural de
Cochapetí, tuvo un hijo natural con don Jeremías Inocente Cerna, llamado Jesús Inocente Sánchez.
Doña Priscila
Isabel,se casó con don Félix Toledo Orellano, agricultor, natural del distrito
de Malvas, con quien tuvo tres hijos:
Eduardo,
Fabián y Alejandro Toledo Sánchez.
Doña Nemesia Sánchez Espíndola, costurera, se casó
con Rodolfo Carrillo, natural de Jauna, provincia de Huarás, con quien tuvo una
hija llamada Juana Carrillo Sánchez, costurera como su señora madre, que se
casó con don Eduardo Hinostroza,
empleado del Correo Central de Huarás. Murieron
en el sismo del año 70.
Doña Amadea
Sánchez Espíndola, panadera, se caso con
don Benigno Guerrero, agricultor y ganadero. Tuvieron dos hijas: Alejandrina y
Marcelina.
Doña Primitiva
Magda Sánchez Espíndola, ama de casa, se casó con don Daniel Sabino Huamán Giraldo, agricultor
y tejedor en telar y kallwa, tuvo dos hijos: Domingo de Guzmán y Paulina Huamán
Sánchez.
Austragilda
Sánchez Yacupoma se casó con don Vicente Brito Napurí, agricultor y promotor
cultural; tuvieron los siguientes hijos: Ignacia, Quintín, Evaristo, Estelo,
Graciela, Eugenia, Fortunato y Félix Brito Yacupoma.
Don Rufino
Sánchez Espíndola, tejedor como su padre,
se casó con doña Deusebridas
Guerrero Gilio, natural de Santa Cruz; procreando a Visitación Juan, Rosa Edmunda, María Fausta, Lila, Flora
Margarita y Juana Crisola.
Eugenio Sánchez
Espíndola, tejedor y agricultor como su progenitor, se casó con doña Tarcila
Cuentas Toledo, del distritovecino de
Malvas; tuvieron los siguientes
hijos:
Dora, Ever, Lula,
Noemí, Santa, Roosvelt y Priscila
Sánchez Cuentas.
El profesor don
José Calazans Sánchez Yacupoma, contrajo nupcias con la profesora Máxima Moreno
Deledesma. Son padres de: Magda Juana, Walter
Melina y Mirtha Cecilia Sánchez
Moreno.
3.1.- ALGUNOS NIETOS
DE DON JUAN DE LA CRUZ SÁNCHEZ RODRÍGUEZ:
1.- Jesús
Inocente Sánchez, empleado del hotel Maury de Lima, se casócon doña Inés Vergaray Bazán (de Laymibamba,
Amazonas), ama de casa y tuvieron tres
hijos: Juan, Isabel y Micaela Inocente Vergaray.
2.- Eduardo
Toledo Sánchez, empleado del Banco Popular del Perú de Lima y próspero editor,
se casó con doña Yolanda Nemesia Deledesma Rosales y tuvieron como hijos a: Herlinda Marlene,
Contadora Mercantil; Verónica Yolanda, Secretaria Ejecutivo Gerencial; Eduardo
Félix, Estudiante de Economía; Elmer,
estudiante Administración de Empresas; Karina, Bachiller de Contabilidad.
3.- Fabián
Demetrio Toledo Sánchez, Bachiller de Derecho se casó con Emma Rodríguez Quiroz, Técnica en enfermería, tuvieron como
hijos a: Paola Priscila, Licenciada en Enfermería y Henry Félix, Bachiller en Administración de
Empresas.
4.- Domingo de
Guzmán Huamán Sánchez, profesor de Artes Plásticas contrajo matrimonio con la profesora Porfiria
Reyes López, de Cochabamba, Huarás. Sus hijos:
- Abogado Daniel
Guzmán Huamán Reyes con la Prof. Lucía Morales de Pariacoto, Huarás,
procrearon a: Miguel Ángel Daniel,
Cristian Janes y Emanuel Alejandro Huamán Morales.
- Mg, Liz Rosalba
Huamán Reyes ( Madre de25 sobrinos)
- Técnica en
Salud. Amada Florinda Huamán Reyes con
el PNP Juan Quispe Berrocal, tienen tres hijos: Juan Carlos; Jhulino Fabricio; Juan Diego y Brigitte
Quispe Huamán.
- Profesora Marisol
Jacqueline Huamán Reyes(Falleció el 26 de junio del 2001) con Amado León
Cáceres de Trujillo, La libertad, tienen sus hijos: Olivia Jackeline y Ángel Amado León Huamán.
- Técnico PNP. Rabindranath
Huberth Huamán Reyes con la profesora Mary Maguiña Ortiz, tienen una hija: Ing.
Industrial, Mariliz Melisa.
- Comandante PNP. Miguel Angel Huamán Reyes con
la profesora de inglés doña Pilar Doris
Párraga Fernández tienen tres hijos: Samuel Miguel Ángel y Moisés Josué y Sofía Huamán Párraga.
- Lic. Administración Pública: Indira del
Rosario Huamán Reyes con Marco Olivera Sotelo tienen tres hijos: Ingrid
Dianira, Irving y Valeria Olivera Huamán.
5.- Alejandrina
Guerrero Sánchez con Avilio Huerta:
Elvira, Fernando,
David, Zenovia, Magna, James, Própero, Elsa, Juan Junior Huerta Guerrero.
6.- Magda Juana
Sánchez Moreno con Darío Pariona y sUs hijos son:
- Angélica,
- Lucero
7.- Walter Sánchez Moreno es Ingeniero Electrónico por la Universidad Nacional
de Ingeniería, UNI, Lima Perú. Tiene estudios en Global MBA – Centrum, casado
con Cecilia González tiene como hijos a:
- Walter
- Kennis
- Patrik
- Edison.
8.- Melina Sánchez Moreno con fredy Inocente Rodríguez, con
los siguientes hijos.
- Fredy
- Edin.
9.- Mirtha Cecilia
Sánchez Moreno, soltera
codiciada, destinada a los dioses del Olimpo.
COLOFON:
El
contenido del presente trabajo nos exige a realizar un árbol genealógico de don Juan De la Cruz Sánchez Rodríguez y Doña Juana
Espíndola Yacupoma, con la biografía del tronco familiar y de cada uno de Sus
descendientes, considerando:
- Fecha de nacimiento, lugar, bautizo y padrinos, fiesta de quince y 18
años, estudios, logros alcanzados, matrimonio, hijos, nietos y proyecciones.
- Cada miembro de familia
tiene que conseguir la fotografía de sus padres, hermanos, hijos y nietos;
hermanos, primos, tíos y abuelos con la descripción de acontecimientos
- Confeccionado el árbol genealógico se editará y se colgará en un
ambiente adecuado.
En
conclusión:
Los aspectos
básicos que
describen a una familia son el amor, la unión y el cuidado, que en los tiempos modernos se ha perdido la esencia
de la familia, por la necesidad de adaptarse en el mundo actual.
Un elemento
básico en la familia son las reuniones
para poder pasar tiempo juntos, pero se imposibilita porque los
jóvenes utilizan su tiempo para atender su vida personal y los adultos se
ocupan de su trabajo. Para mantener la familia unida, es necesario buscar un tiempo,
para reunirse y poder
compartir la vida de cada miembro familiar, alegrías, pero también experiencias
e incluso problemas.
Resulta provechoso
comer juntos toda la familia en torno a la mesa, como se hace en
los cumpleaños, bautizos, matrimonios y fiestas patronales, porque:
- fortalece los lazos
familiares y ayuda
a reforzar el vínculo de los más jóvenes, los hijos necesitan conversar con sus padres para explicar sus
necesidades y la solución de sus problemas.
Es una buena manera de aprender buenos modales en la mesa,
especialmente para los más pequeños, porque ellos ensañarán las mismas
costumbres a sus futuros hijos.
A LOS DESCENDIENTES DE DON JUAN DE LA CRUZ SANCHEZ, LES PIDO ENVIARME LOS DATOS REFERENTES A SUS HIJOS, NIETOS Y BIZNIETOS PARA COMPLETAR EL PRESENTE TRABAJO... !GRACIASSSSS1
- fortalece los lazos
familiares y ayuda
a reforzar el vínculo de los más jóvenes, los hijos necesitan conversar con sus padres para explicar sus
necesidades y la solución de sus problemas.
Es una buena manera de aprender buenos modales en la mesa,
especialmente para los más pequeños, porque ellos ensañarán las mismas
costumbres a sus futuros hijos.
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