Carta de Alan Garcia Pérez leída en el Cementerio de Huaraz el día
19-04-2019
Por eso y
por los contratiempos del poder, nuestros adversarios optaron por la estrategia
de criminalizarme durante más de treinta años. Pero jamás encontraron nada y
los derroté nuevamente, porque nunca encontrarán más que sus especulaciones y
frustraciones.
En estos
tiempos de rumores y odios repetidos que las mayorías creen verdad, he visto
cómo se utilizan los procedimientos para humillar, vejar y no para encontrar
verdades.
Por muchos
años me situé por sobre los insultos, me defendí y el homenaje mis enemigos era
argumentar que Alan García era suficientemente inteligente como para que ellos
no pudieran probar sus calumnias.
No hubo ni
habrá cuentas, ni sobornos, ni riqueza. La historia tiene más valor que
cualquier riqueza material. Nunca podrá haber precio suficiente para quebrar mi
orgullo de aprista y de peruano. Por eso repetí: otros se venden, yo no.
Cumplido
mi deber en mi política y en las obras hechas en favor de pueblo, alcanzadas
las metas que otros países o gobiernos no han logrado, no tengo por qué aceptar
vejámenes. He visto a otros desfilar esposados guardando su miserable
existencia, pero Alan García no tiene por qué sufrir esas injusticias y circos.
Por eso,
le dejo a mis hijos la dignidad de mis decisiones; a mis compañeros, una señal
de orgullo. Y mi cadáver como una muestra de mi desprecio hacia mis adversarios
porque ya cumplí la misión que me impuse.
Que Dios,
al que voy con dignidad, proteja a los de buen corazón y a los más humildes”.
Decenas de militantes apristas y amigos dieron el último adiós al C. Alan García Pérez, frente al monumento a los mártires del 4 de agosto de 1932.
Domingo de Guzmán Huamán Sánchez Responsable de los COLOQUIOS del CEt PAP ANCASH - SIERRA |
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